La Vela, sede principal de BBVA.

La Vela, sede principal de BBVA. Ricardo Rubio Europa Press Madrid

Banca

El mercado ve poco probable que el Gobierno frene la fusión de BBVA y Sabadell pese a la oposición de Economía

Morningstar lo considera "improbable" y Deutsche Bank no recuerda precedentes así, mientras que Barclays no ve "grandes obstáculos" para las autorizaciones.

28 mayo, 2024 02:03

Las grandes casas de análisis tienen sus dudas sobre si el Gobierno terminará frenando la fusión entre BBVA y Sabadell que tendrá lugar si triunfa la opa hostil lanzada hace algo más de dos semanas por el banco azul. Sería una situación con pocos precedentes cuya materialización varios analistas consideran poco probable.

Desde que BBVA puso sobre la mesa la opa, el Gobierno ha manifestado un rechazo total a la operación y a la hipotética fusión que vendría después. Han sido numerosas las críticas vertidas por varios miembros del Ejecutivo y también por Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresas.

Lo cierto es que el Ministerio debe dar su ok a la fusión, pero aún faltan meses para que llegue el momento de hacerlo. La decisión del departamento económico, en todo caso, deberá estar fundamentada y basada en las opiniones de las autoridades independientes, principalmente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Las dudas del mercado

Los expertos de Morningstar apuntan en un reciente informe que el escenario en el que BBVA compra Sabadell, pero la fusión no es autorizada por el Gobierno español es "improbable". Desde la casa creen que existen "más pros que contras" para esta transacción.

Por su parte, los expertos de Deutsche Bank destacan en otro análisis la ausencia de precedentes recientes de un caso similar.

"Hay que tener en cuenta que la aprobación de la oferta viene de los reguladores independientes españoles (competencia -CNMC- y mercados -CNMV-) y no se requiere la del Ministerio de Economía hasta que se proponga la fusión, después de que se haya llevado a cabo la adquisición de las acciones. Además, no recordamos ningún caso en el que el Gobierno se haya opuesto a una fusión una vez que la han aprobado las juntas de accionistas", apuntan desde la entidad alemana.

Es preciso recordar que los accionistas de BBVA deben dar su visto bueno a la operación antes de que se materialice, al igual que los de Sabadell. Eso sí, si la opa sale adelante, el banco azul contaría con la mayoría del accionariado de la entidad alicantina, de forma que es de esperar que ambas juntas de accionistas dieran su visto bueno a la fusión.

Sede del Banco Sabadell en San Cugat del Vallés (Barcelona).

Sede del Banco Sabadell en San Cugat del Vallés (Barcelona). David Zorrakino Europa Press

Por su parte, los analistas de Barclays tienen en cuenta la oposición política que ha generado la opa, aunque dudan de que la operación se paralice, más allá de que se puedan imponer remedies, es decir, condiciones para asegurar que la fusión no genere problemas de competencia.

"Estamos de acuerdo con BBVA en que no vemos grandes obstáculos para recibir las autorizaciones, excepto en el caso de los remedies", explican desde la casa británica.

Estos remedies ya se impusieron en la fusión de CaixaBank y Bankia y esta pudo salir adelante. En concreto, consistieron en informar a determinados clientes y mantenerles las condiciones de algunos productos durante algo más de un año, dado que pertenecían a códigos postales en los que la entidad resultante quedaba bien en una situación de monopolio o de duopolio.

Un precedente al que se agarra BBVA. Carlos Torres, su presidente, ya expuso en la rueda de prensa posterior al anuncio de la opa que las cuotas de mercado resultantes serían inferiores a las de CaixaBank y que "no son muchos" los códigos postales en los que habría problemas de competencia.

La amenaza del Gobierno

La posición del Gobierno es de rechazo, pero cambió rotundamente cuando el acercamiento amistoso a Sabadell se tornó hostil con el lanzamiento de la opa. En un primer momento, cuando BBVA propuso a Sabadell la fusión, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, calificó como "una buena noticia" la operación, que daría lugar a entidades "sólidas, que sean punteras, líderes en Europa y en el mundo".

En esos momentos, Cuerpo mantenía la prudencia al señalar únicamente que era "importante" que el sector bancario siguiera manteniendo "una situación competitiva" en caso de que la operación saliera adelante.

[Carlos Cuerpo admite que BBVA podrá hacerse con la propiedad del Sabadell pero no fusionarse con él]

La prudencia saltó por los aires el 9 de mayo. El propio Ministerio de Economía, Empresa y Comercio trasladaba a los medios ya a las 9.00 horas -dos horas después de que se conociera la opa- el rechazo del Gobierno a la operación "tanto en la forma como en el fondo".

Unas declaraciones a las que han seguido otras en la misma línea durante las últimas dos semanas. "Independientemente de las condiciones a las que se llegue, el Gobierno tiene que hacer una valoración", afirmó en una entrevista hace días el ministro de Economía, que siempre ha dejado claro que el Ejecutivo tiene la última palabra sobre la fusión.

Su compañera en la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, se opuso a la fusión desde un principio. Para la vicepresidenta y líder de Sumaresta operación "restringe la competencia, es de altísimo riesgo por el elevado grado de concentración bancaria que hay en nuestro país y además va a tener impacto en el empleo y, singularmente, en la exclusión financiera". 

Además, consideró que la opa tiene que ver con la soberanía nacional, pues se trata de "grandísimos fondos de inversión que se van a apoderar de parte de la banca" española.

Todo el arco político en contra

Lo cierto es que esta opa hostil y la hipotética fusión que llegaría después si la operación tiene éxito han conseguido poner de acuerdo a todo el arco político... pero en contra. No sólo el Gobierno ha dejado claro que puede frenarla, sino que partidos de todo color se han puesto del lado de Sabadell en su rechazo a la operación.

Hace unos días era Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, el que manifestaba su oposición. El político apuntó que si "una entidad bancaria va bien, es rentable y no se cuestiona su solvencia", que sería el caso del Sabadell, "hay que tener razones muy poderosas para autorizar una opa".

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Desde el día previo a su anuncio, el pasado 9 de mayo, otros grupos políticos han criticado la operación. "Me preocupa enormemente que la opa hostil al Sabadell afecte negativamente a las pymes catalanas y a la libre competencia. No me gusta", afirmaba en X, la antigua Twitter, Alejandro Fernández, candidato del PP a la Generalitat de Cataluña, en plena campaña de las elecciones autonómicas.

"No lo veo. Primero, por una cuestión de competencia, es una excesiva concentración en el sector financiero (...) Mi opinión es que ojalá no prospere", apuntaba, por su parte, el socialista Salvador Illa.

"El Banco Sabadell tiene la sede operativa en Cataluña y que es una entidad muy vinculada a la economía catalana, con que con la fusión podría hacer que perdiera peso en nuestra economía, también a la hora de dar crédito. Y que toda fusión bancaria comporta una reducción de plantilla y esto afectaría tanto al Banco Sabadell como al personal del BBVA", lamentó el entonces presidente de la Generalitat y candidato por ERCPere Aragonès.