Desde que BBVA lanzó la opa sobre Sabadell y el Gobierno se mostró totalmente en contra, es objeto de debate qué pasaría en el caso de que la oferta lograra la aprobación de la mayoría de los accionistas del banco alicantino, pero BBVA no pudiera llevar a cabo la fusión entre ambas entidades por problemas con las autorizaciones regulatorias.

Lo cierto es que desde el Ejecutivo se han mostrado muy críticos con la operación "tanto en la forma como en el fondo". Por ello, existe la duda de si la fusión podrá llevarse finalmente a cabo. El Ministerio de Economía tiene la última palabra y su negativa daría al traste con la operación.

Con todo, desde BBVA siempre se han mostrado optimistas sobre que podrán convencer al Ejecutivo de que la operación es buena para España con el objetivo de lograr su aprobación.

Además, Carlos Torres, presidente del banco, afirmó en junio que la opa y, por tanto, adquisición de Sabadell sin fusión seguiría teniendo "enorme atractivo" para BBVA, un escenario que considera que es poco probable.

Dificultad de obtener las sinergias

Con todo, el banco tiene en cuenta la posibilidad de que se materialice. Y en ese caso los ahorros de costes serían menores a los proyectados por la entidad para la operación completa, como el propio banco ha reconocido ante la CNMV.

"Si la oferta se liquidase pero BBVA no pudiese llevar a cabo la fusión, es posible que resultase más difícil integrar las operaciones de BBVA y Banco Sabadell, lo que, a su vez, podría dificultar también en mayor medida el poder alcanzar ahorros de costes y otras eficiencias operativas", apuntan los responsables del banco.

La oficina de BBVA en el número 33 de la Rúa do Vilar. Santiago de Compostela

Lo han hecho a través de la actualización de la documentación que BBVA tiene disponible para sus inversores en la web de CNMV y que se ha publicado para incluir varias novedades, como información más detallada de los riesgos de la operación sobre Sabadell o la petición del juez del caso Villarejo de procesar a la entidad como entidad jurídica.

Sobre esta circunstancia, desde el banco apuntan que "no es posible predecir en este momento los posibles resultados o implicaciones para el grupo de este asunto, incluyendo potenciales multas y daños o perjuicios a la reputación del grupo derivado de ello".

El banco ha realizado una modificación sobre el Documento de Registro Universal, que es un escrito que todas las cotizadas que emiten valores deben publicar anualmente y que recoge información sobre su actividad, su situación financiera y su gobierno corporativo, entre otros.

Este documento lo deben tener todas las cotizadas actualizado en la web del supervisor de los mercados de valores. Esto implica que se publica una vez al año, pero debe ser modificado e incorporado de nuevo cuando ocurra algún acontecimiento de relevancia que los inversores deban conocer.

Modificaciones

BBVA publicó este Documento de Registro Universal el pasado 4 de abril. Atendiendo a su actividad en los años anteriores, el banco suele colgar esta información en la web de la CNMV cada ejercicio más o menos en primavera.

Después, realizó una primera modificación del documento el pasado 9 de mayo, cuando anunció su opa hostil sobre el 100% del capital de Sabadell para incluir esta información. Más tarde, el 18 de junio incorporó un texto relativo a que el fiscal del caso Villarejo había pedido procesar a BBVA como persona jurídica.

Casualmente, dos días después el juez solicitó también sentar al banco en el banquillo y la entidad ha decidido incorporar una nueva modificación de este documento para incluir esta información.

Con fecha del pasado viernes, 9 de agosto, actualizó el documento. Entre la información que incorpora a este fichero de nuevas se encuentra un mayor detalle sobre qué riesgos tiene la operación.

El cálculo de las menores sinergias

Hace algunas semanas, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, afirmó que "por supuesto que BBVA, como cualquier otro emisor, debe incluir en los documentos a disposición de los inversores los acontecimientos que le podrían afectar".

"Lo está haciendo ya y no me cabe duda de que lo va a seguir haciendo", apostilló durante su intervención en el Seminario que APIE celebró en Santander a mediados de junio.

En la misma línea, advirtió que sería "muy conveniente" que BBVA avisara en el folleto de la opa sobre Sabadell de su cálculo sobre las sinergias que tendría la operación en el caso de que la oferta saliera adelante, pero no pudiera integrar el banco por problemas con las autorizaciones regulatorias.

El detalle de este cálculo no se ha incorporado en la actualización del documento, pero sí se ha añadido que "en el caso de que la fusión no se completara por cualquier motivo, BBVA considera que podría realizar la mayoría de las sinergias". Durante la presentación de resultados del pasado 31 de julio, sus gestores rechazaron dar esta cifra.

Otras advertencias

En el documento, desde el banco también advierten de que el análisis del negocio de Sabadell está realizado con información pública, algo que implica "que dicho análisis no sea completo en todos los aspectos y pueda implicar el riesgo de que ocurran eventos o se generen responsabilidades imprevistas". "El grupo podría asumir responsabilidades imprevistas o la adquisición podría no tener los resultados esperados", añaden los gestores de BBVA.

El banco también reconoce que "la incertidumbre sobre el efecto de la oferta en los empleados y en los clientes de BBVA podría afectar negativamente a la capacidad de BBVA de retener y motivar a su personal clave, tanto con carácter previo como posterior a la liquidación de la oferta, y podría provocar que los clientes, proveedores, socios y otros terceros que tienen relación con BBVA decidan, por ejemplo, postergar la celebración de contratos con BBVA o tomen otras decisiones que afecten adversamente a BBVA, incluyendo la terminación de las relaciones comerciales existentes".

También reconoce que, si la oferta no llega a buen puerto, la acción de BBVA podría sufrir en bolsa, tener un impacto negativo en su reputación, "generar reacciones adversas en inversores y clientes, así como afectar negativamente a la relación de BBVA con sus empleados y sus clientes".

"Las adquisiciones son inherentemente arriesgadas por las dificultades que pueden surgir en la integración del personal, las actividades y las tecnologías. No es posible garantizar que los negocios que el grupo adquiera puedan integrarse con éxito o que, una vez integrados, tengan una evolución positiva", agrega el banco.

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, interviene durante la Junta General Extraordinaria de Accionistas del BBVA, en el Palacio Euskalduna. Europa Press.

Como el banco está obligado a avisar de todos los riesgos de la operación, también añade que "puede también verse involucrado en litigios relacionados con la oferta y con otras desinversiones o adquisiciones o derivados de ellas, incluyendo demandas de trabajadores despedidos, de clientes o de terceros".

"En caso de una adquisición, el grupo puede ser responsable de litigios y demandas, pendientes o potenciales, relacionados con la empresa adquirida, incluso por el hecho de que el grupo no sea indemnizado por tales demandas o la indemnización sea insuficiente", añade.