Juan Roig, presidente de Mercadona, durante su rueda de prensa de este martes. EE

Juan Roig, presidente de Mercadona, durante su rueda de prensa de este martes. EE

Distribución MERCADONA

La "angustia" de Juan Roig al estallar la Covid: mandó 5.000 empleados a casa y tuvo en su comité un "amago de rebelión"

"Mandamos a casa a 1.000 con síntomas y a personas de riesgo: crónicos, embarazadas, diabéticos... estábamos asustados", revela un año después.

21 abril, 2021 01:10
Valencia

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La rueda de prensa de Mercadona no fue este martes como de costumbre. Juan Roig, presidente de la compañía, realizó este año una extensa introducción en la que, además de los resultados de 2020, reveló las tensiones vividas en su empresa por el estallido de la Covid-19.

"¿Veis la cara de angustia que tenía?", afirmó sobre sí mismo tras visualizar un breve fragmento de su comparecencia de aquel 10 de marzo de 2020. Fue también un martes, el previo a la declaración del estado de alarma en España, decretado por el presidente Pedro Sánchez el día 14.

Roig presume ahora de haber acertado en algunos mensajes que lanzó entonces. "Tenemos un gran activo que es la sanidad pública. Siempre ha habido productos suficientes para abastecer los supermercados. Está garantizado el abastecimiento de los productos", afirmó hace un año en un solemne "mensaje institucional".

Pero el presidente de Mercadona confesó este martes que aquel semblante serio ocultaba "angustia". "Mientras dábamos aquella rueda de prensa se nos desbordaban las ventas. Vendimos aquel día 2,5 veces más que un día normal", indicó.

En efecto, la comparecencia coincidió con la afluencia masiva a supermercados de Madrid y País Vasco, las primeras autonomías que tomaron medidas restrictivas. "Ese lunes ya tuvimos un '2 de Mayo'", recordó. Mercadona, como el resto del sector de la distribución, se enfrentaba a compras compulsivas propias de "catástrofes naturales". "Con el 23-F, también pasó, pero fue solo un día", comparó.

"Estábamos asustados"

Juan Roig tomó entonces una drástica decisión: enviar a casa a todos los trabajadores con síntomas compatibles con coronavirus y a las consideradas personas de riesgo. "Fueron 5.000 en total, 1.000 con síntomas y el resto consideradas personas de riesgo. Embarazadas, crónicos, diabéticos... estábamos asustados", relata.

La ausencia de este volumen de trabajadores les llevó a plantearse el cierre de algunos supermercados. "Por suerte no tuvimos que hacerlo. Las 1.639 tiendas han estado abiertas todos estos meses. Pero pensábamos que nos tocaría cerrar alguna", cuenta.

Juan Roig, presidente de Mercadona. EE

Juan Roig, presidente de Mercadona. EE

Las decisiones las tomaba de la mano de su comité de dirección, que no era ajeno al miedo. Juan Roig confiesa que se topó con reticencias a la hora de celebrar presencialmente los encuentros con sus directivos. "En el primer comité hubo un amago de rebelión", reveló este martes.

El presidente de Mercadona no quiso ahondar en detalles y le quitó hierro a lo ocurrido. "Entonces no había ni mascarillas", dijo, y precisó que celebraron "11 comités extraordinarios" en los que tomaron "decisiones valientes". "Hacerlo presencial fue polémico al principio", insistió.

Cambio radical en 36 horas 

Mercadona "adaptó en solo 36 horas sus más de 1.600 supermercados". También el resto de las instalaciones logísticas, las 'colmenas' desde las que atiende la venta online y sus oficinas. Tomó un total de "100 iniciativas con un coste de 200 millones de euros" para proteger a clientes, trabajadores y proveedores.

Las implementó en cuanto pudo. "Fuimos sinceros al principio con los trabajadores. Les dijimos que no había mascarillas. Ahora te metes las manos en cualquier bolsillo y salen mascarillas, pero antes no había", afirmó Roig. En agradecimiento por el esfuerzo inicial, Mercadona repartió en abril de 2020 una prima extraordinaria de 43 millones entre su plantilla.

Además de las medidas más conocidas, como facilitar gel desinfectante, papel y guantes, incrementar la desinfección y la limpieza o proporcionar a los trabajadores mascarillas y gafas protectoras e instalar en las cajas mamparas de protección de metacrilato, la compañía adoptó otras decisiones estratégicas.

Paralizó la telecompra, los pedidos online y los servidos desde las tiendas. Anuló servicios como el 'Listo para Comer', el jamón al corte o el zumo de naranja recién exprimido. También rediseñó algunos negocios como el horno. Entre los meses de agosto y octubre todos estos servicios, al fin, se fueron reactivando de forma progresiva.

2.100 millones a proveedores

Además, con el objetivo de "dotar de mayor liquidez a los proveedores", Mercadona amplió líneas de confirming por valor de 2.100 millones de euros con varias entidades bancarias. "Se han adelantado pagos a proveedores y se ha facilitado el acceso a la financiación, contribuyendo a garantizar el abastecimiento y la estabilidad de una plantilla conjunta de más de 600.000 personas", precisa la compañía.

Atrás quedan aquellos meses en los que Mercadona pagaba un sobreprecio por las mascarillas para sus empleados. "Las primeras las compramos a 1,57 euros la unidad. Hoy estamos pagando cada mascarilla a 0,08", precisó Roig. "Hemos llamado al proveedor inicial para que nos devuelva la diferencia, pero no parece que lo vaya a hacer", bromeó.