La subida del precio del gas de Argelia afectará a la industria y tendrá un impacto limitado en los hogares
El impacto en los hogares acogidos a la TUR (tarifa de último recurso) será menor tras las medidas del Gobierno para limitar el traslado de precios.
8 abril, 2022 03:03Noticias relacionadas
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Si alguien albergaba la esperanza de que Argelia iba a mantener o bajar el precio del gas a España, ya no hay duda. El Gobierno ha reconocido que Argelia subirá el precio del gas natural, aunque espera que sea un incremento "moderado".
Y el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, también lo dejó caer el pasado lunes durante su participación en el Foro Económico 'Wake Up, Spain!' organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I, confirmándolo ayer en un acto informativo organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Augura que las negociaciones de la energética van a ser "a cara de perro" para el próximo trienio y que la energía va a ser más cara.
Ahora toca saber a quiénes les va a repercutir esa subida. Según ha explicado Reynés en este encuentro, el gas de Argelia va directamente para la calefacción de los hogares y para la producción industrial.
La mayoría de los industriales tienen precios cerrados con contratos fijos, pero si hay una revisión se acabará repercutiendo, porque los contratos suelen incluir esa cláusula. Aún así, siempre se puede negociar, "cuando los precios suben y también cuando bajan, tanto comercializadora como cliente tienen ese derecho", explican fuentes del sector a este diario.
Los hogares, con poca subida
Sin embargo, en esta ocasión, hogares y pymes acogidas a la TUR (Tarifa de Último Recurso) pueden respirar más tranquilos que los industriales. La subida del precio del gas está limitada por real decreto. El Gobierno ha anunciado que prorroga la prohibición de incrementar la factura del gas en más de un 5% por trimestre para aquellos hogares que tienen contratada la tarifa regulada o TUR, una medida que está en vigor desde octubre.
La Tarifa de Último Recurso (TUR) la pueden contratar consumidores conectados a las redes de gas natural de baja presión con un consumo anual inferior a 50.000 kWh, lo que supone en la práctica cerca de 1,5 millones de hogares y pymes.
Otra historia es la industria gasintensiva, que ya viene denunciando desde hace meses la grave situación que atraviesa por los altos precios del gas. Según los datos del Mercado Ibérico del Gas (MIBGAS), el precio medio hace un año era de 20 euros/MWh y a mediados de marzo de 2022 está por encima de los 100 euros/MWh.
Ahora, si se sube de nuevo la factura del gas, podría repetirse lo ocurrido en diciembre pasado, cuando Naturgy comenzó a distribuir cartas entre algunos de sus consumidores industriales en las que informaba de que habría que renovar los acuerdos.
Gasoducto Medgaz
Según fuentes del sector gasista consultadas por este diario, no queda otra. Los contratos bilaterales y a largo plazo que se firman entre comercializadora y productora de gas, es decir, entre Naturgy y la compañía estatal argelina de energía Sonatrach, incluyen la obligación de revisar precios cada tres años. Un contrato firmado a largo plazo hasta 2032 por unos 12.000 millones de euros que toca revisar justo ahora.
La compañía argelina que negocia estos precios supone el 80% del PIB de aquel país, por lo que, a juicio del presidente ejecutivo de Naturgy, "la negociación no solo es empresa-empresa sino también empresa-Estado y pesa mucho en las riqueza argelina, después del gas, lo que más exporta Argelia son dátiles, eso da dimensión de la importancia de esta materia prima".
El contexto no puede ser más proclive a que suba el precio. No solo queda activo uno de los dos tubos que hasta ahora llevaba gas a la Península Ibérica, el Medgaz (el Gasoducto del Magreb (GME), que pasaba por Marruecos, se cerró el 31 de octubre), también los precios del gas en los mercados internacionales respecto a hace tres años se han multiplicado por más de cinco.
En la actualidad, Medgaz es propiedad de Sonatrach (con una participación del 51%) y Naturgy (con el 49% restante, a través del SPV en el que participa BlackRock) y existe un acuerdo de accionistas que les otorga el control conjunto del gasoducto.
"El mensaje de la UE de que quiere escapar de la dependencia del gas, a pesar de que no puede prescindir de él durante mucho tiempo desalienta la inversión" en el sector gasista, concluye Reynés ante la Confederación Española de directivos y Ejecutivos (CEDE). Y esto también afecta a los precios. "Se está incentivando al productor a que suba precios".