Ubicada en Palos de la Frontera (Huelva), además de ser una instalación pionera en la industria química nacional, será la primera de este tipo que utilice hidrógeno verde y que sea capaz de sustituir el empleo de materias primas de origen fósil en su producción.

La fábrica de IPA supondrá una inversión de 75 millones de euros y ampliará la plataforma de Cepsa Química de productos más sostenibles, en línea con la estrategia de giro verde, Positive Motion.

En Europa sólo existen tres plantas de este tipo: dos en Alemania y una en Francia. "Este proyecto nos permitirá acabar con el déficit histórico que tiene España de alcoholes desinfectantes y acceder a nuevos mercados internacionales para posicionarnos como actores clave", aseguró Esther González, directora de la Planta Química, este viernes en la ceremonia de arranque de la construcción de la planta.

Su finalización está prevista para finales de 2025, de modo que empezaría a producir a principios de 2026. Tendrá una capacidad de producción de 80.000 toneladas anuales. Se calcula que para la construcción de esta nueva planta serán necesarias alrededor de 400.000 horas de trabajo, entre mano de obra directa e indirecta. 

"La instalación va a estar conectada con nuestro Valle Andaluz de Hidrógeno Verde y, por tanto, la actividad estará perfectamente alineada con nuestro compromiso de avanzar en la lucha contra el cambio climático. Es trata de una pequeña piedra de una revolución clave en nuestra estrategia como país", aseguró José María Solana, CEO de Cepsa Química,

El alcohol isopropílico también se emplea como disolvente en la fabricación de pinturas, recubrimientos y tintas de impresión, así como intermedio en la producción de ingredientes clave en la industria farmacéutica, cosmética y agroquímica.

Reindustralización de Huelva

"Palos de la Frontera se está preparando para una reindustralización de la zona con energía limpia. Esta planta es un ejemplo tangible de cómo la innovación, la sostenibilidad y la creación de empleo pueden ir de la mano impulsando el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad europea", declaró el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela.

Esta nueva planta garantizará a nuestro país el acceso a un suministro de este producto esencial para, entre otros, los sectores médico y farmacéutico. Además, reducirá la dependencia de los productos desinfectantes basados en el alcohol isopropílico procedentes de terceros países.

Valle andaluz

El negocio químico de Cepsa y esta nueva fábrica se beneficiará de su cercanía al Valle Andaluz del Hidrógeno Verde y a la mayor planta de biocombustibles de segunda generación que Cepsa está construyendo en alianza con Bio-Oils, junto al Parque Energético La Rábida en Huelva.

La ubicación de la nueva instalación junto a la planta química y al Parque Energético La Rábida facilitará un alto grado de integración entre las tres instalaciones y traerá aparejadas fuertes sinergias industriales y económicas.

En este sentido, cabe destacar que el suministro de la acetona necesaria para la producción de IPA se realizará desde la planta química de Cepsa, lo que elevará su valor añadido, mientras que el hidrógeno (materia prima) lo proporcionará el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde.

Desde su inicio, la instalación estará preparada para utilizar, tanto energía como materia prima de origen renovable. En este sentido, se prevé que, el suministro de la energía necesaria (térmica y eléctrica) para producir IPA, sea de origen renovable.

La construcción de esta nueva planta reforzará la nueva industria química en España y a la vez permitirá a Cepsa diversificar su cartera de productos, situando a la compañía en una posición de liderazgo en el mercado de la Península Ibérica y convirtiéndola en uno de los principales productores y referentes de alcohol isopropílico en la Unión Europea.