Un aerogenerador de Siemens Gamesa.

Un aerogenerador de Siemens Gamesa. Siemens Gamesa Omicrono

Observatorio de la Energía

Gamesa ultima la vuelta de sus polémicas turbinas con un agujero de 9.000 millones y más competencia china

El fabricante eólico reanudará la venta de su plataforma 4.X en septiembre y la 5.X, en su año fiscal 2025 (que empieza en octubre).

8 agosto, 2024 01:47

Siemens Gamesa ultima la vuelta al mercado de sus polémicas turbinas tras un año de paralización por los fallos detectados. El próximo mes de septiembre el fabricante de aerogeneradores volverá a comercializar el modelo 4.X y durante su ejercicio fiscal 2025 (que comienza en octubre), la plataforma 5.X.

Esta vez, la filial vasca del grupo alemán Siemens Energy afronta el regreso de sus problemáticos aerogeneradores -responsables en gran medida de la debacle de la compañía- con dos grandes retos: el agujero de 9.000 millones de euros que acarrea desde su lanzamiento, así como la feroz y creciente competencia de los fabricantes chinos, que están buscando posicionarse en el mercado europeo.

"Comenzaremos a comercializar progresivamente el modelo 4.X en países del sur de Europa", reveló el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, en la rueda de prensa posterior a la presentación de sus resultados. "Tenemos detrás de nosotros una investigación de más de 12 meses, con actualizaciones técnicas, reingeniería y una calificación de proveedor muy rigurosa", añadió.

Según Bruch, los modelos que se volverán a vender el próximo mes no serán iguales a los anteriores. "Permanecerán ciertos principios del diseño, pero se han mejorado e implementado muchos elementos, impulsados por las experiencias de calidad", reveló.

Siemens Gamesa comunicó el lanzamiento de sus plataformas de turbinas eólicas 4.X y 5.X en los años 2018 y 2019, respectivamente. Un año antes de que Siemens Energy comprase a Iberdrola su participación del 8% en el fabricante vasco, poniendo fin a años de enfrentamientos entre ambas compañías y dejando su gestión en las manos alemanas.

Es entonces cuando se inicia la debacle de la compañía. En 2020, Siemens Gamesa registró su peor ejercicio fiscal hasta ese momento, con pérdidas de 918 millones de euros.

Según explicó la compañía, sus cuentas se vieron afectadas por los sobrecostes ligados a la ejecución de proyectos en el norte de Europa y por la ralentización del mercado indio, en un contexto marcado por el deterioro que la Covid-19 estaba ocasionando a los fabricantes eólicos.

Christian Bruch, CEO de Siemens Energy.

Christian Bruch, CEO de Siemens Energy. Siemens Energy

En 2021, la compañía volvió a registrar números rojos. Esta vez, con una pérdida de 627 millones de euros. Ya entonces alertó de los sobrecostes del lanzamiento de la plataforma 5.X y los problemas que estaban dando estos modelos, lo que hizo necesario realizar provisiones por contratos onerosos

Siemens Energy lanzó una oferta pública de adquisición (opa) para hacerse con el control total de Gamesa en mayo del año siguiente. La opa concluyó en diciembre de 2022 y la alemana se hizo con alrededor del 98% de las acciones del fabricante. Ese mismo ejercicio, los problemas de las turbinas, junto al impacto de la pandemia, llevaron a Gamesa a enfrentar nuevamente unas pérdidas de 937 millones de euros.

El grupo vasco tocó fondo en 2023. Sus pérdidas alcanzaron la cifra histórica de 4.588 millones de euros, lo que empujó al Gobierno alemán a salir al rescate de Siemens Energy, con 7.500 millones de euros en garantías financieras, para que la empresa pudiese seguir adelante con sus pedidos y cubrir el agujero de Siemens Gamesa.

Ante la creciente detección de problemas en las turbinas 4.X y 5.X que ya estaban en el mercado, la compañía decidió paralizar su venta e iniciar una investigación sobre estos fallos sistemáticos.

El nuevo CEO de Siemens Gamesa, Vinod Philip: el cuarto que asume la dirección de la compañía en cuatro años.

El nuevo CEO de Siemens Gamesa, Vinod Philip: el cuarto que asume la dirección de la compañía en cuatro años. Siemens Energy

Aunque en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal 2024 (octubre de 2023-junio de 2024) Siemens Energy ha logrado reducir la sangría, su filial eólica ha vuelto a perder 1.262 millones de euros.

Ante este escenario, el CEO de la matriz alemana anticipó unas pérdidas de, como mínimo, 2.000 millones de euros para 2024. "Ahora podemos decir que los 2.000 millones negativos [pérdidas previstas por la alemana en febrero] marcan el extremo inferior del rango de nuestras expectativas", aseguró Bruch.

China ha ganado terreno

La vuelta al mercado de las plataformas de Siemens Gamesa se enfrentará también a una competencia de los fabricantes chinos nunca antes vista. En 2023, las empresas con sede en China encargaron 1.700 MW de proyectos eólicos en 20 mercados extranjeros, incluidos cinco Estados miembros de la UE, casi tres veces más mercados que en 2018, según el informe Global Wind Turbine Market de BloombergNEF (BNEF).

Christian Bruch mostró su apoyo a la investigación que ha iniciado la Unión Europea en este sentido. Y es que en abril Bruselas anunció el lanzamiento de una investigación contra fabricantes de turbinas chinos por participar dopados con ayudas públicas en parques eólicos en España, Grecia, Francia, Rumanía y Bulgaria.

"Vemos en el mercado que hay condiciones contractuales que uno tiene dificultades para entender y suscribir desde el perfil de riesgo-oportunidad como una empresa privada", cuestionó el CEO de Siemens Energy, quien se mostró a favor de que la CE estudie los precios contractuales que están ofreciendo las compañías asiáticas.

"La productividad en las instalaciones está aumentando, pero hay una gran industria eólica china que está buscando un hogar", reconoció el consejero delegado. No obstante, mostró su convencimiento sobre la capacidad de las industrias occidentales para dar respuesta al crecimiento de la eólica en Europa.

En este sentido, el responsable de Siemens Energy defendió la importancia de dar peso a los criterios de alta calidad a la hora de evaluar al proveedor, más allá del precio. "Esto no se ha tomado en cuenta en todas partes todavía, pero es importante si queremos mantener las tecnologías futuras en el continente", alertó.