Samsung anticipa una caída del 28,7% en sus ganancias del cuarto trimestre
- La coreana espera un beneficio operativo de 8.384 millones
- El anuncio llega unos días después del tijeretazo de Apple
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Samsung Electronics espera lograr un beneficio operativo de 10,8 billones de wones (8.384 millones de euros) en el cuarto trimestre del ejercicio, cifra que representaría un ajuste a la baja del 28,7% en relación con su resultado de explotación en el mismo periodo del año anterior, como consecuencia de la debilidad de la demanda en el negocio de memorias y la competencia más intensa en 'smartphones', sumándose así al pesimismo sobre la evolución del sector tras el 'profit warning' de Apple la semana pasada.
En este sentido, el fabricante surcoreano también ha anticipado una peor evolución de sus ventas durante el cuarto trimestre, cuando calcula que su facturación alcanzará los 59 billones de wones (45.804 millones de euros), lo que implica un retroceso del 10,6% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente.
"Las ganancias operativas disminuyeron drásticamente debido a la deslucida demanda en la división de memorias y la intensificación de la competencia en el sector de 'smartphones'", señaló la compañía en un comunicado recogido por la agencia surcoreana Yonhap.
No obstante, a pesar de la peor evolución prevista para el trimestre final del ejercicio 2018, Samsung espera lograr un beneficio operativo de 58,89 billones de wones (45.720 millones de euros) en el conjunto del ejercicio, un 9,7% más que el año anterior, mientras que prevé facturar 243,51 billones de wones (189.053 millones de euros), un 1,6% más.
"La demanda de memorias rebotará en la segunda mitad (del ejercicio) con el lanzamiento de nuevas CPUs y smartphones. A medio y largo plazo, la oferta y la demanda se equilibrarán, ya que las barreras técnicas y la intensidad de capital presionarán sobre el lado de la oferta", añadió la compañía.
La semana pasada, Apple revisó a la baja su pronóstico de ingresos en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, que discurrió entre octubre y diciembre de 2018, cuando prevé alcanzar una facturación de 84.000 millones de dólares (73.910 millones de euros), como consecuencia principalmente de la mala evolución de las ventas del iPhone en China, según reconoció el consejero delegado de la compañía, Tim Cook, en una carta remitida a los inversores.
De este modo, la multinacional de Cupertino recortó entre un 5,6% y un 9,7% su anterior expectativa de ventas, que anticipaba una horquilla de ingresos de entre 89.000 y 93.000 millones de dólares (78.309 y 81.829 millones de euros).