Sigue la guerra de los productores, el mercado está sobreabastecido, pero los precios se están viniendo arriba. El precio del petróleo acumula una revalorización del 21% desde el pasado 2 de agosto y vuelve a superar el nivel de los 50 dólares por barril. Es lo que está sucediendo en el Brent, el crudo de referencia en Europa, cuya cotización acumula siete sesiones al alza, al calor de las especulaciones sobre posibles movimientos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores como Rusia.
El ministro de Energía de Arabia Saudí, Jalid al-Fali, dijo la semana pasada que los miembros de la OPEP discutirán en su reunión del 26 al 28 de septiembre en Argelia, medidas para estabilizar, si es necesario, el mercado del crudo. Pese al escepticismo del mercado sobre la posibilidad de un recorte en la producción, las cotizaciones no han dejado de adelantarse a esa posibilidad. Los saudíes no dejan de ser el equivalente a un banco central petroleo por su capacidad para bombear crudo barato y de calidad.
También ha tenido que ver en este repentino repunte la caída de los inventarios de ‘oro negro’ estadounidense. Por primera vez en cuatro semanas bajaron -en 2,5 millones de barriles, hasta 521 millones- y lo hicieron mucho más de lo previsto. Es un termómetro de referencia a la hora de valorar el apetito del mayor consumidor de energía del mundo y, hasta hace pocos años, el mayor importador de crudo.
Sin embargo, la entrada en escena del ‘fracking’ -petróleo no convencional- convirtió a EEUU de la noche a la mañana en un productor al nivel de las grandes potenciales del mundo como Arabia Saudí o Rusia, lo que cambió las reglas del juego. Fue la semilla de la gran guerra entre los grandes de países de la OPEP liderada por Arabia Saudí, Kuwait o Emiratos Árabes -que extraen crudo a precios bajos- y que ha golpeado a los productores menos eficientes o que tienen un barril más caro de sacar del subsuelo como Brasil o Venezuela, entre otros.
Por primera vez desde principios de julio, el crudo extraído en el Mar del Norte con entrega en un mes se ha situado por encima de la cota de 50 dólares, que supone una subida del 35% respecto al cierre de 2015 y que marca, por primera vez en casi dos años, el final para las caídas interanuales en las cotizaciones del barril.
Y este escenario tiene importantes efectos colaterales para otro indicador, el de los precios de consumo. Los IPCs de los países que más crudo importan se han visto sumergidos en terreno negativo por el peso de los precios energéticos sobre sobre el conjunto de la cesta de la compra.
Es el caso, por ejemplo, del indicador español, que dos años en tasas negativas debido a la gran influencia que tienen los precios energéticos en su evolución. Sólo en dos meses de 2015 llegó a situarse en positivo, terreno al que volverá en esta segunda mitad del año, según los expertos. El petróleo tendrá mucho que ver en ello.
En julio, el IPC registró una tasa interanual del -0,6%, pero suma tres meses consecutivos de aumentos después de haberse incrementado una décima en mayo y dos décimas en junio. No obstante, julio fue el séptimo mes consecutivo bajo cero, según la medición del INE. En contraposición, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos por ser elementos más volátiles, crece a tasas interanuales que oscilan entre el 0,7% y 1% en lo que va de 2016.
La crisis del petróleo ha tenido, no obstante, su buena cara para la economía española, que se ha visto beneficiada con creces por la caída de precios. En su propósito ha barrido a los productores y beneficiado como nunca a los consumidores, entre ellos, España, que se ahorró hasta 15.000 millones de euros en 2015 en importaciones de crudo. Por contra, la caída de precios energéticos ha provocado que la crisis venezolana se acentúe más si cabe, mientras que la economía brasileña -un productor novel- entró en recesión. Los precios del petróleo en los mercados internacionales llegaron a registrar en enero de este año su mayor caída acumulada desde la crisis de Lehman, con caídas de hasta el 75% desde los niveles del verano de 2014.
Noticias relacionadas
- Venezuela se desmorona por los cuatro costados: crisis social, política, económica y humanitaria
- Repsol se apea de la competición por el ‘oro negro’ de Irán
- La OPEP canta victoria en la guerra del petróleo contra el ‘fracking’
- Efecto bumerán del petróleo: el barril se dispara un 50% desde mínimos
- La gran apuesta de los bancos centrales contra la crisis de 2016
- Las petroleras europeas no pueden aguantar con el crudo por debajo de 30 dólares
- Crash del petróleo: el Brent rompe mínimos desde el verano de 2004
- La ‘guerra del petróleo’ se aviva ante el conflicto entre Arabia Saudí e Irán