El BdE constata que el crecimiento se frena en un contexto de "incertidumbre" sobre la política económica
El Banco de España constata en sus nuevas proyecciones económicas que la recuperación sigue viva en España... pero a menor ritmo. Rebaja las previsiones de crecimiento para 2018, 2019 y 2020 y avisa sobre la "relevante vulnerabilidad" que supone la deuda pública
25 septiembre, 2018 10:24Pedro Calvo/Agencias
La economía española sigue creciendo, pero su motor baja de revoluciones. Era lo previsto y el Banco de España (BdE) lo constata en las nuevas proyecciones económicas que ha presentado este martes. La entidad ha rebajado el 2,7% al 2,6% el crecimiento esperado para este año, del 2,4% al 2,2% para 2019 y del 2,1% al 2% para 2020.
Este menor crecimiento se notará igualmente en la reducción del desempleo, que de nuevo seguirá su curso, pero con menor intensidad. En junio, el BdE preveía un paro del 14,6% a finales de 2018 del 13% en 2019 y del 11,4% en 2020. Ahora mantiene la misma proyección para este año, pero empeora la del próximo hasta el 13,2% y la de 2020, hasta el 11,9%. Esta última previsión resulta especialmente llamativa. En diciembre de 2017, cuando el BdE incluyó ya los pronósticos para 2020, contemplaba que el paro terminaría ese año en el 10,7%.
DEL SUDOKU POLÍTICO A LA DEUDA... Y CATALUÑA
El organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos confirma, por tanto, "una moderación del avance del producto, en un contexto en que las pasadas medidas de política monetaria tendrán un impacto favorable adicional cada vez menos pronunciado sobre las condiciones de financiación de los agentes y el actual tono expansivo de la política fiscal tenderá, de acuerdo con los supuestos técnicos empleados, a tornarse neutral al final del período de proyección". También añade que "se espera que los hogares comiencen a revertir gradualmente el descenso pasado de la tasa de ahorro, lo que se traducirá en una cierta moderación del consumo privado".
Sobre esta base, el BdE apunta a su vez que "los riegos están orientados a la baja". Como factores internos, la entidad encuentra cuatro amenazas principales. La primera, la persistencia de la "incertidumbre acerca de la orientación futura de las políticas económicas en un contexto de elevada fragmentación parlamentaria". La segunda, "los limitados avances registrados" en el descenso de la deuda pública, algo que, a su juicio, constituye "un elemento relevante de vulnerabilidad". La tercera, la parálisis reformista, puesto que apela a la necesidad de "retomar una agenda de reformas estructurales que impulse el potencial de crecimiento de la actividad y el empleo de la economía española". Y la cuarta, "un hipotético repunte de la incertidumbre asociada a la situación de tensión política en Cataluña".
Como riesgos exteriores, menciona los peligros potenciales del proteccionismo comercial o de los efectos que las políticas económicas aplicadas en EEUU, con su banco central subiendo los tipos de interés, pueden provocar "sobre las condiciones financieras globales".
"POCAS ALEGRÍAS SALARIALES"
Con respecto a la evolución de los salarios, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha señalado que "no cabe esperar grandes alegrías salariales", si bien proyecta que se mantenga la "tónica de recuperación" en los convenios y haya una recuperación "gradual" de los salarios en España.
Arce ha pronosticado una recuperación "gradual" de la remuneración por asalariado, ya que los convenios llevan dos o tres años con un progresivo incremento de salarios. En concreto, los convenios registraron tasas de subida salarial "ligeramente superiores al 2%", ha detallado.