En un desayuno informativo organizado por Europa Press, la ministra ha explicado que lo que trata de conseguir esta autoridad es que no se pueda repetir la crisis financiera de 2008 "porque el supervisor esté mirando cada una de las entidades y no vea que el conjunto del sector esta asumiendo unos riesgos insostenibles".

Calviño ha añadido que esta autoridad, que dará recomendaciones e instará a actuar a los supervisores competentes, supone en realidad la institucionalización de la coordinación entre el propio Ministerio, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las tres entidades, que "no se reunían de forma institucional desde 2013", están trabajando ahora conjuntamente en esta autoridad que pretende evitar que cada uno de los supervisores "viendo cada uno su pequeña parcela pierda la gran fotografía y se estén creando riesgos en ámbitos en los que no estamos atentos".

En cuanto a la autoridad para la protección del cliente financiero, Calviño ha explicado que el objetivo del Gobierno es llevar este asunto al Consejo "antes de fin de año" para unir los instrumentos que ya existen en las oficinas de reclamaciones de la Dirección General de Seguros, la CNMV y el Banco de España.

De esta forma, se dispondría de "una capacidad de acción mas fuerte", al tener "por encima de esas oficinas un segundo nivel antes de llegar a la Justicia" para resolver conflictos entre clientes e instituciones financieras, ha añadido.

Preguntada por la posibilidad de que el Instituto de Censores y Auditores de Cuentas, dependiente de Economía, se incorpore a la CNMV, Calviño ha asegurado que se trata de una de las propuestas que se incluyen en el Libro Blanco para la reforma de la gobernanza de las instituciones económicas que el Ministerio está preparando y que espera presentar "a principios del año próximo".