La rampa bajista por la que se desliza la cotización del petróleo se convierte en lanzadera para el rebote. El Brent remonta tras haber encadenado tres aperturas de sesión consecutivas a la baja que han conducido su gráfica este mismo miércoles a mínimos desde el año 1999. Desde los 15,99 dólares a los que caía el barril de referencia en Europa a media sesión, ha habido rebote de más del 10% para recuperar los 22 dólares que ayer perforaba.
En mínimos intradía, el Brent cedía un 17% este miércoles. El retroceso acumulado desde el cierre del viernes pasado alcanzaba el 43%. Si la referencia se amplíaba a lo que va de un 2020 en el que el barril europeo arrancaba en 66 dólares, el descalabro llega hasta el 76%.
Aunque ha tardado en hacer efecto, parece que los inversores celebran que los futuros del americano West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo ayer alcanzaron su vencimiento en positivo, en 9,06 dólares por barril. El impulso definitivo ha llegado con el recuento semanal de reservas en Cushing (Oklahoma), el principal complejo de depósito de crudo de EEUU. El miedo al 'no cabe más' se ha volatilizado tras conocerse que almacena 574 millones de barriles menos de lo que se esperaba. Un total de 4.776 millones.
Miedo a una segunda parte
El temor a que llegado el vencimiento de los futuros que ahora sigue el mercado, que son para entrega en junio y se redimen a mediados de mayo, la situación vivida en los últimos días se repita es lo que sigue presionando el precio del 'oro negro'. Y es que la situación se repite en los nuevos derivados del mercado americano.
Los nuevos futuros sobre el WTI, que son aquellos en los que la mayoría de inversores ya se movía antes de que sus antecesores entrasen en cotizaciones negativas, han llegado a dejarse este miércoles un máximo del 11% hasta los 10,28 dólares por barril, pero se suman al rebote con alzas de más del 30% y por encima de los 15 dólares. Y eso que ayer se llegaron a perder los 10 dólares por barril. En esta referencia, desde que empezó el año el desplome alcanzaba el 83%.
Desde la industria se avisa de que los recortes podrían convertirse en la tónica dominante del mercado en las próximas semanas -considerando rebotes puntuales-, mientras que no llegue un compromiso o evidencias serias de que los productores de EEUU y también la OPEP+ recortan drásticamente el ritmo de bombeo de pozos. Desde la gestora británica Schroders lo apuntan: "Los futuros para junio y posiblemente julio seguirán cotizando con extremada volatilidad durante las próximas semanas".
Y es que a pesar de los planes de desescalada del confinamiento que ya preparan muchos países del mundo, los datos de contagios por coronavirus siguen siendo elevados. Ante esta realidad, parece que podría ser prematuro considerar una vuelta a la normalidad de transporte y factorías en los próximos dos meses, razón por lo que la demanda se mantendría muy debilitada.
Bancarrotas y ETF
Estos factores son los que están provocando serias tensiones en la estructura financiera de muchas compañías del sector, especialmente en los productores estadounidenses de tamaño más modesto, que además de contar con un mayor endeudamiento requieren de precios mucho más elevados para asegurar la rentabilidad de su técnica de fracking.
Además, la continuidad del descalabro en los futuros golpea a muchos inversores, también los que tienen exposición al petróleo a través de fondos y productos cotizados (ETF y ETP). Aunque en su mayoría habían conseguido esquivar la entrada en negativo de la referencia americana debido al proceso comentado de cambio de referencia o 'rollover', ya no tienen escapatoria del recorte de los futuros de entrega en junio.