Wall Street no logra levantar cabeza. El miedo a una recesión y la preocupación por las subidas de tipos de interés volvían a pesar en la apertura de la jornada de este viernes y el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq caían más de un 1%. El descenso suponía volver a mínimos de hace dos meses.

En un contexto ya de por sí negativo, el detonante de las caídas de esta sesión han sido los resultados de FedEx y la revisión a la baja de sus cuentas para el conjunto del año.

En el primer trimestre del año fiscal, la compañía ingresó 23.200 millones de dólares y obtuvo un beneficio de 3,4 dólares por acción. Ambas cifras, han sido inferiores a lo esperado por los analistas.

FedEx alertó de la desaceleración de la demanda y la actividad económica mundial, lo que ha obligado a la compañía a retirar la guía prevista para el conjunto del año, que esperaba cerrar con un beneficio de entre 22,5 y 24,5 dólares por título.

¿Por qué son tan importantes los números de FedEx? “Debido a la gran escala de sus operaciones de envío y la gran variedad de productos enviados, la compañía a menudo se considera un referente del crecimiento económico mundial”, apuntan los analistas de XTB.

“Tales resultados decepcionantes y comentarios sombríos como los incluidos en la publicación del primer trimestre fiscal son, por lo tanto, un claro indicio de que las cosas no van bien en general”, añaden.

En la apertura de la sesión FedEx se desplomaban un 23,76%. Si las pérdidas se mantienen hasta el cierre, esta sería la mayor caída en la historia de la compañía, superior a la del 16,4% del lunes Negro de 1987. UPS y XPO, su competencia, perdían en torno a un 7% de su valor. La caída de Amazon alcanzaba el 2,5%.

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"La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) verá el informe de FedEx como un indicativo de que están en el camino correcto, en lugar de una advertencia de que el banco central estadounidense puede estar actuando de manera demasiado agresiva", apuntan algunos analistas de Nueva York, según recoge Reuters.

En este contexto, el Dow Jones iniciaba la jornada con una caída del 1,16%, hasta los 30.597,34 puntos. Solo dos compañías del selectivo estadounidense se libraban de las caídas: J&J (0,32%) y Merck (0,07%). Las mayores pérdidas las registraban Boeing (4,37%), Dow (3,02%) y Goldman (2,47%).

El S&P pierde los 3.900

El S&P 500 cedía un 1,15%, suficiente para perder los 3.900 puntos, un soporte que los expertos consideran clave para el índice. A su vez, el Nasdaq se dejaba un 1,48%, hasta los 11.388 puntos.

Las caídas de este viernes se suman a los descensos del jueves y las fuertes pérdidas registradas el miércoles, cuando se conoció el dato de inflación de Estados Unidos correspondiente al mes de agosto.

El índice de precios al consumo (IPC) situó su tasa interanual en el 8,3%. Sin embargo, con respecto al mes anterior, los precios de consumo subieron una décima, después de haberse mantenido estables en julio.

Como consecuencia, algunos inversores y analistas esperan que el banco central estadounidense ejecute una subida de 100 puntos básicos tras la reunión que mantendrá el miércoles.

Los tres principales indicadores de Wall Street acumulan descensos cercanos al 5% en la semana; similares a los registrados a mediados de agosto.