Huelga de enfermeras en Reino Unido para reclamar subidas salariales.

Huelga de enfermeras en Reino Unido para reclamar subidas salariales. ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO/ EUROPA PRESS

BLUE MONDAYS

El resurgir de las protestas

16 enero, 2023 01:51

La vieja Europa afronta un período de conflictos que pueden alcanzar cotas muy elevadas. Los más inevitables vienen propiciados por la decadencia de un continente que no sabe cómo afrontar su transformación mientras que otro gran número irá surgiendo como consecuencia de todos los eventos acontecidos en los últimos tiempos.

Los que hayan tenido la oportunidad, o la desgracia, de tener que desplazarse estas navidades al Reino Unido habrán sido testigos de la salvaje conflictividad laboral que vivida en tan señaladas fechas.

La mayoría de las disputas tuvieron como protagonista al sector público, molesto porque los recortes salariales se profundizarán como resultado de la inflación. La salud (hospitales y centros médicos cerrados o bajo mínimos), el sector del transporte (carretera, tren y aire), las fronteras, los trabajadores postales… un sinfín de manifestantes con un mismo mensaje: no al empobrecimiento salarial.

Reino Unido, que viene de cumplir estoicamente episodios tan truculentos como la oficialidad del Brexit, los escándalos de Boris Johnson, el fracaso político de Lizz Truss y la crisis de deuda que generó. Y no olvidemos el simbólico impacto moral de la muerte de la icónica figura de la de la reina Isabel. El país inicia una lucha sindical que va camino de endurecerse con la inminente entrada del país en recesión y sin cerrar su crisis energética.

Lo que hemos visto es una avanzadilla de lo que se va a ir sucediendo en otras geografías. IG Metall, el sindicato más poderoso de Alemania con casi cuatro millones de afiliados que ya puso contra las cuerdas en varias ocasiones a Angela Merkel -incluso en una situación de pleno empleo y estabilidad presupuestaria-, saltará a la palestra gracias a las poderosas industrias automotriz, química y farmacéutica, todas sufriendo las consecuencias de los elevados costes energéticos, la caída de márgenes y la ralentización económica.

Reino Unido inicia una lucha sindical que va camino de endurecerse con la inminente entrada del país en recesión y sin cerrar su crisis energética.

El estado está interviniendo en la economía como no se recuerda con rescates millonarios como los de las generadoras privadas de electricidad. Aunque sus cuentas públicas están en orden para un país austero y ortodoxo como es Alemania, sigue contando con el tercer endeudamiento neto más alto de su historia lo cual empeora su imagen política y eleva la añoranza de su particular dama de hierro.

En Francia, uno de los países con más actividad sindical de Europa, ya se ha convocado una huelga para esta semana en contra de la reforma de pensiones. Los sindicatos han avisado que esta movilización es "solo el comienzo" de las medidas de presión que se van a ejercer.

Los grandes sindicatos en España llevan todo el otoño amenazando a la patronal de que las movilizaciones por las subidas salariales no tendrán "ningún límite" en un país en el que la inflación en 2022 cerró en las puertas del doble dígito. Ya sabemos de la hostilidad creciente de los funcionarios.

Las elevadas tasas inflación que han asolado el crecimiento en el segundo semestre son solo la punta del iceberg del efecto de cola que ya se viene arrastrando como consecuencia de la crisis de las cadenas de suministro y la horrenda planificación energética. El populismo gubernamental no ayuda con el ñoño mensaje del calentamiento global que impone una asfixiante presión reguladora que se asemeja cada vez más a la imagen de Saturno devorando a su hijo.

Las elevadas tasas inflación que han asolado el crecimiento en el segundo semestre son solo la punta del iceberg del efecto de cola que ya se viene arrastrando.

Y, sin embargo, los mercados no muestran con su comportamiento de inicio de año nada parecido a estas amenazas. Las bolsas suben, la deuda vive una remozada etapa y las primas de riesgo son tan bajas que parece que el epicentro del crecimiento mundial está en el viejo continente.

Mucho se habla del crecimiento y la inflación, pero tengan en cuenta en la ecuación inputs poco comentados como un año que, toco madera, puede rememorar viejos episodios de protestas que pongan de manifiesto el elevadísimo descontento social.

Juan Ignacio Crespo

De la emergencia climática a la peor inflación subyacente

Anterior
Tendido eléctrico de alta tensión.

El sistema marginalista de electricidad de la UE tiene los días contados: la mayoría de países apoya su cambio

Siguiente