Imagen de archivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa.

Imagen de archivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa. Fed / EP

BLUE MONDAYS

La dura realidad del mercado inmobiliario en EEUU

20 noviembre, 2023 02:39

El reciente dato de inflación en Estados Unidos correspondiente al mes de octubre ha motivado, cual chispa en un motor de combustión, la activación del mecanismo de euforia en ese extraño entramado que es la mente de un inversor.

Todos sabemos que la dirección de la política monetaria es el mantra recurrente de los que fijan su horizonte de inversión en el corto plazo, que honestamente es donde se ubica la inmensa mayoría de los inversores.

Una simple décima mejorando el dato esperado ha bastado para disipar todos los miedos y desatar el optimismo permitiendo que la rentabilidad de la deuda marque una senda descendente (inversamente relacionada con el precio), alimentando a su vez un rally en la renta variable.

La política monetaria es el mantra de quienes fjian su horizonte de inversión en el corto plazo

El dato de inflación fue bueno, indudablemente, pero no mejor que los anteriores. La inflación interanual en junio estaba en el 3% frente al 3,2% actual (se esperaba 3,3%). Aunque acorte el camino para llegar al 2% que anhela la Fed, todavía estamos lejos y el camino puede tener una cuesta muy empinada para la población en forma de tipos de interés altos por mucho más tiempo del deseado.

Para entender cómo afectan los tipos de interés a la sobreendeudada economía americana, aunque aplica a cualquier país con el mismo patrón, se puede analizar qué está pasando en relación al mercado hipotecario.

Imaginemos un consumidor que quiera adquirir una vivienda tasada en 400.000 dólares, que busque financiar el 100% de la compra para un plazo de treinta años a un tipo del 8%, que es donde está hoy el coste medio de una hipoteca. Con esos datos, sin incluir gastos ni impuestos, el precio final asciende a nada menos que 1.000.000 dólares que equivalen aproximadamente a 2.860 dólares mensuales.

El inversor anticipa con los próximos movimientos de la Fed que los tipos no subirán y que en un plazo muy corto (primavera de 2024) incluso van a bajar. Aunque eso sucediese, un descenso de 100 puntos básicos “sólo” supondría un 10% menos de sobrecoste mientras que el valor final sería tan alto como 2,3 veces el precio de compra.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa. Evelyn Hockstein Reuters

Es un ejercicio simple, y a la vez optimista, porque cuesta creer que el hogar medio no tenga una o dos tarjetas de crédito, un coche que paga a plazos, al menos un hijo estudiando en la universidad a crédito, o en el peor de los casos, todo ello.

Comparado el coste de una hipoteca con el de una tarjeta de crédito, el tipo de interés que paga el consumo es del 21,19%, el más alto desde la II Guerra Mundial, con una tasa de impago que es la más alta desde la GCF.

Con el crédito al automóvil, la situación no mejora ya que se trata de un mercado subprime donde este mes se ha alcanzado un récord de impagos. El saldo de la deuda universitaria, cuya carencia ya ha terminado, sigue escalando niveles récord y hoy es tan grande como todo el PIB de España.

La economía americana no está bien y es una gran patraña pensar que los tipos bajos son la panacea. Si los tipos han subido es porque el gobierno americano nos enseña desde hace cincuenta años que la evaporación de la deuda es uno de los poderes más maravillosos de la inflación… hasta que se va de las manos.

Los tipos bajarán, desde luego, pero no porque la inflación se acomode sino porque el consumidor medio nada en un mar de deudas que hasta hoy ha sido manso sin ser consciente de la tormenta que se avecina.

Un obrero.

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