El coche eléctrico en España sigue avanzando, pero va a un ritmo muy lento. Según la consultora PwC, la principal debilidad para el desarrollo del mercado de movilidad eléctrica en España es la infraestructura de carga, y eso es lo que se pretende solucionar con este mapa.

"No se puede instalar un punto de recarga con la potencia que se quiera en donde a cada uno se le ocurra", señalan las fuentes. "De ahí la importancia de contar con un mapa que defina dónde se pueden colocar y, además, saber cuál es la demanda de vehículos eléctricos".

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España sólo cuenta con 412 puntos de recarga de más de 150 kW. Una red que todos los estamentos consideran insuficiente para los 90.000 vehículos 100% eléctricos que actualmente circulan por las carreteras españolas, según indican los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética del 21 de mayo de 2021 establece que el Gobierno creará un registro de puntos de recarga y que este deberá estar en vigor “dentro del año posterior a su entrada en vigor”.

La información respecto al registro, una suerte de mapa accesos a recarga, se ofrecerá a través del Punto de Acceso Nacional de información de tráfico en tiempo real que gestiona la DGT.

Un proceso de más de un año

Las grandes eléctricas se han propuesto ambiciosos objetivos de instalación de puntos de recarga públicos por toda la geografía española. Por ejemplo, Endesa X Way, la división de la energética especializada en movilidad sostenible, quiere instalar unos 8.500 puntos hasta finales de 2023, con una inversión total de 65 millones de euros.

En el caso de Iberdrola, que cuenta con más de 5.000 puntos de recarga (según datos de cierre de 2022), su objetivo es poder instalar 150.000 puntos de recarga de alta eficiencia hasta 2024. 

No son las únicas empresas con estos objetivos. EDP (en 2022, la compañía energética alcanzó las 70.000 recargas públicas), Cepsa o BP también se han propuesto metas ambiciosas.

España debe instalar más de 60.000 puntos públicos de recarga este año, una cifra muy por debajo de lo que se había propuesto en 2021 cuando aprobó un presupuesto de 525 millones de euros para impulsar la instalación de cargadores. El objetivo era que para este año hubiera, al menos, 100.000 cargadores en la vía pública.

Burocracia

Fuentes de Endesa X Way consultadas por este diario confirman que "el proceso de construir un punto de recarga no lleva más de tres semanas, pero los trámites administrativos pueden dilatarse más de tres años". 

"La distribuidora eléctrica solo tiene que tirar el cable y poner el cajetín, pero el 80% de los ayuntamientos piden una licencia de obras que retrasa su instalación". 

Y si está en terreno público, además, debe pedirse un permiso al ayuntamiento, además de a la Administración central. "Eso si no pasa por una zona de protección ambiental o cultural (por ejemplo, si pasa por el trazado del Camino de Santiago), que entonces se amplía la solicitud a otros organismos".

Por todo esto, el Ministerio de Transportes prevé aprobar una orden ministerial para que se puedan desarrollar estas infraestructuras solo con una simple Declaración Responsable. En enero pasado se cerró el plazo para realizar aportaciones a la audiencia pública lanzada por el Gobierno sobre esta propuesta.

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La falta de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos en España es el verdadero cuello de botella para que este sector se equipare al resto de países europeos. Nuestro país cerró 2022 con 16.565 puntos de recarga públicos, una cifra que queda muy alejada de los niveles necesarios para impulsar la movilidad cero emisiones.