Ahora, es posible invertir financiando promociones desde unos accesibles 500 euros y obtener rentabilidades superiores al 11%. Un modelo de obtención de recursos para unos, y de inversión para otros, que apunta a crecer hasta un 50% en nuestro país a lo largo de 2024. 

Para entender la buena marcha de todas estas plataformas basta con echar un vistazo al volumen de financiación que la banca tradicional aporta a las promociones residenciales.

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En cifras de Civislend -una de las plataformas líderes en España- esta ha pasado de 20.000 millones en 2018 a los 9.000 millones de 2024. Una coyuntura que ha generado un cuello de botella para los pequeños y medianos promotores y que, al mismo tiempo, ha creado una situación idílica para estas plataformas. 

Es decir, ante la dificultad para acceder al crédito tradicional, los promotores de menor tamaño -que no dejan de ser la mayoría del sector- se han lanzado a financiar sus promociones con este método, efectivo para las empresas y rentable para el pequeño ahorrador.

Uno de los proyectos financiados por Civislend. E.E.

"Ante la reducción de la financiación bancaria, los promotores ahora ven las plataformas de financiación alternativa no solo como un complemento, sino como un reemplazo viable a las formas tradicionales de financiación inmobiliaria", explica Íñigo Torroba, CEO de Civislend.

"Este es un claro indicativo de que se trata de un mercado cada vez más maduro en España, si bien aún hay un gran margen de crecimiento hasta alcanzar a otros países europeos donde la financiación bancaria y la alternativa tienen un peso similar", añade.

Y las cuentas salen. Civislend, por ejemplo, ha financiado desde su puesta en marcha 99 millones en proyectos. Un total de 77 desarrollos que le han otorgado una rentabilidad media del 9%. Sólo durante los primeros tres meses de 2024, superó los 19 millones en proyectos financiados, tres veces más que el año anterior, tal y como contó EL ESPAÑOL-Invertia. 

En España Urbanitae es la empresa más grande. La firma alcanzó el pasado mes de julio los 300 millones en proyectos financiados, cerrando el primer semestre de 2024 con 27 operaciones por valor de 71 millones de euros, lo que supone un incremento del 32% en relación con la primera mitad del año de 2023. 

Su modelo de negocio es similar al del resto de empresas del sector. El objetivo es alcanzar inversores de tamaño pequeño y mediano con tickets desde 500 euros para proyectos inmobiliarios de hasta 5 millones. 

Otra de las figuras importantes en España es Fellow Funders, una plataforma que también tiene abiertos vehículos con empresas que no se encuentran dentro del sector inmobiliario. Recientemente, gestionó la salida a bolsa de la compañía de cascos NZI.

De un tiempo a esta parte, ha cerrado rondas en el inmobiliario de hasta 4,7 millones, como es el caso de Sotogrande II. Tal y como contó este diario, el pasado mes de abril lanzó un nuevo producto para financiar rondas privadas enfocadas a la vivienda. 

"Hasta hace poco tiempo, las inversiones inmobiliarias estaban reservadas para grandes fondos o inversores con un alto nivel de capital. Sin embargo, el crowdfunding ha democratizado el acceso, reduciendo las barreras de entrada y permitiendo a los pequeños ahorradores participar en proyectos que antes estaban fuera de su alcance", detallan desde Walliance, otra de las plataformas del sector.

"Tanto es así, que ya se puede invertir en grandes proyectos inmobiliarios en España, Italia y Francia con un aporte mínimo desde 500 euros", subrayan.

La compañía, que ha entrado en España financiando un total de nueve desarrollos, quiere crecer en el mercado nacional. En 2023, obtuvo la certificación para cerrar rondas de hasta 5 millones de euros en nuestro país. La empresa también financia proyectos de renovables.

En 2023, el peso de la financiación alternativa en el sector se situó en torno al 10% de la financiación total, lejos de países como Reino Unido, donde tiene un peso de aproximadamente el 50%. De seguir creciendo en los dígitos previstos, la distancia en relación a los grandes mercados europeos, como es el británico, se verá reducida en los próximos años.