"Hacen más por la medicina quienes buscan que quienes concluyen". (Ángeles Mastretta).
Según Gallup, el 68% de los habitantes del planeta estaban dispuestos a vacunarse en 2020, muy cerca del 70% mínimo necesario que los expertos consideran que se requiere para lograr la inmunidad de rebaño.
La mayoría rechazaría la vacuna en 20 países, principalmente en Europa del Este y África. En total, más de mil millones de personas no estaban dispuestas a vacunarse durante el primer año de la pandemia.
La investigación se realizó cuando los países se encontraban en diferentes etapas del lanzamiento de las vacunas. Es probable que las actitudes hayan cambiado en 2021 en línea con el éxito de las campañas de vacunación.
Sin embargo, Gallup afirma que sus hallazgos durante 2020 sirven como un indicador de dónde la resistencia a la vacunación sigue siendo más fuerte: Rusia y otras partes de Europa Oriental están encontrando dificultades para convencer a los escépticos de que se vacunen. Veámoslo en este mapa de Statista:
En esta otra infografía de la misma fuente, podemos observar que Israel sigue liderando la carrera hacia la vacunación plena estando ya más del 59% de su población completamente vacunada. Con el 35% de sus habitantes totalmente vacunados, Chile ocupa el segundo lugar en la lista.
En Europa, a pesar de seguir experimentando uno de los más altos números de casos de virus en relación con la población, Francia ha anunciado para el 30 de junio su estrategia de reapertura del país (a excepción de las discotecas).
Con el Reino Unido ya a punto de reabrir tras una exitosa campaña de vacunación, el frenesí no se limita sólo a Francia. Italia, que también está experimentando una caída en el número de casos, permite las cenas al aire libre en tres cuartas partes de sus regiones con un toque de queda a las 10 pm (Madrid, por ejemplo, no tiene nada que envidiar, por cierto).
Alemania no ha establecido otra estrategia de apertura integral después del intento fallido a principios de marzo. Y España también ha puesto sus ojos en el 30 de junio para la reapertura:
Me ha hecho mucha ilusión escuchar que Biden está dispuesto a suspender temporalmente las patentes de las vacunas para posibilitar que los países pobres las fabriquen y avancen más rápidamente. China y la UE han dicho que les parece bien la medida y están por la labor de hacer lo mismo o de buscar otras alternativas como la donación directa en masa.
Estas éticas muestras de solidaridad son imprescindibles. Y quien no lo considere así que al menos lo haga por egoísmo, ya que mientras la mayor parte del mundo no esté vacunado, esto no va a acabar. No hace falta sino ver el auténtico problemón nuevo que ha surgido con la cepa de la India. Este gráfico de The Economist muestra que la región está registrando cuatro veces más casos hoy que en el pico de la primera ola:
Las muertes también están aumentando ahora rápidamente. Con casi 3700 fallecimientos el 1 de mayo, el sur de Asia está registrando muertes al ritmo que alcanzó la Unión Europea durante sus picos calamitosos de abril y noviembre de 2020 (ver gráfico).
Este recuento es casi con toda seguridad una subestimación. Los datos de la India se recopilan con diferentes estándares en distintos lugares, a veces, aparentemente, con miras a restar importancia a la crisis:
Cada día, queda un día menos para la ansiada vuelta a la normalidad. No nos enfoquemos en los problemas, sino en las soluciones.
Louise Hay decía: "Yo ya no arreglo mis problemas. Arreglo mis pensamientos y los problemas se arreglan solos". Y es que el 90% de lo que te preocupa nunca sucede.