Es mucho más entretenido hablar de las cuitas de la batalla por sacar al PP de Cibeles que de la ardua industria española. Pero, aunque el interés informativo esté en que Reyes Maroto puede ser la candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid, no está de más echar un vistazo también a lo que está pasando en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, un Departamento clave en el que nos jugamos más que en el consistorio de la capital.
Félix Bolaños ha definido a Reyes Maroto como "una hormiguita de la política" por su capacidad de trabajo y su disposición a buscar soluciones. Pero si algo no ha ayudado a que el Gobierno pueda sacar lustre de la labor de Maroto como ministra de Industria es la falta de relevancia política que ha tenido su Departamento en esta legislatura.
Algo incomprensible porque Industria, Turismo y Comercio son carteras que representan a sectores que no solo tienen un gran peso económico, sino que también han sido protagonistas informativos en los años de Gobierno de coalición.
Empezando por el golpe que sufrieron durante la pandemia, cuando factorías, tiendas, hoteles o restaurantes tuvieron que cerrar por el confinamiento y después, articular protocolos para retomar su actividad con un Gobierno que les escuchaba en Industria, pero tomaba decisiones -muchas veces contraproducentes para las empresas- en el Consejo de Ministros.
[Den más protagonismo a Maroto para que coordine un protocolo]
De ahí que pasado el golpe de la Covid-19, la Industria se convirtiera en un sector clave y llamado a jugar un papel protagonista en la 'reconstrucción' de la economía española con los fondos Next Generation.
Hasta hace un año, cuando se preguntaba a las empresas por la ministra, había cierto consenso en describirla como una mujer trabajadora, dialogante y eficaz. Una figura que comprendía bien los problemas sectoriales, pero sin el peso político necesario para solucionarlos.
Ahora, hay voces que empiezan a poner en duda la gestión de su equipo por la falta de resultados en el reparto de los fondos europeos, donde Industria desempeña un papel fundamental en el diseño y desarrollo de los PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica).
Un trabajo con el que, de cara al balance de estos tres años, ha conseguido salvar los papeles ante la opinión pública al lograr que Volkswagen no renuncie al PERTE VEC y siga adelante con una inversión de 10.000 millones de euros para Sagunto y Martorell.
Sin embargo, la imposibilidad de asignar toda la suma de ayudas inicialmente previstas o la sonada retirada de Ford empañan esa gestión.
"Industria se ha convertido en un cuello de botella para los fondos europeos. Sin peso político, sin personal suficiente para desatascar los asuntos clave", afirman en el mundo empresarial.
De ahí que para algunos, el salto a la carrera por la alcaldía sea una salida buena para Reyes Maroto en un momento crítico para el Ministerio de Industria, donde hay varios proyectos tractores clave que preocupan.
"El salto a la carrera por la alcaldía es una salida buena para Maroto en un momento crítico para el Ministerio de Industria"
Es el caso del PERTE agroalimentario, que se iba a lanzar antes de verano y se ha retrasado a finales de noviembre, o el de la economía circular, que cuenta con dos líneas de financiación muy claras pero tampoco termina de arrancar.
Con este telón de fondo, es lógico que haya expectación entre las empresas por saber qué va a ocurrir con el Ministerio de Industria y quién va a ocupar esa cartera en un momento crucial para los fondos europeos porque Bruselas pide ya datos de ejecución que demuestren que el dinero ha llegado a la economía real.
Deberán tener paciencia, puesto que no parece que Pedro Sánchez vaya a provocar una crisis de Gobierno inmediata. Quedan varios meses en los que Maroto tendrá que sumar al enorme trabajo que tiene en el Ministerio, un esfuerzo para impulsar su candidatura en las primarias para la alcaldía de Madrid.