La tasa de desempleo en los EE.UU. se mantiene en unos niveles "anormalmente" bajos. Según el dato conocido el pasado viernes, el desempleo es del 3,6%, una cifra que le vale para mantenerse por debajo del 4% desde enero de 2022. La economía estadounidense ha agregado empleos durante nada menos que 30 meses consecutivos, lo que se podría interpretar como que las empresas todavía tienen hambre de contratar y luchan por conseguir todos los trabajadores que necesitan, a pesar de que insistentemente oímos palabras como recesión o desaceleración económica.

Luego está la otra realidad, común en todo el mundo, ya que al mismo tiempo muchos trabajadores no pueden escapar de trabajos precarios y mal pagados. Una teoría sobre por qué ese podría ser el caso es que el mercado laboral de EE.UU. en realidad se ha convertido en dos mercados laborales. Una especie de mercado de trabajo dual.

La idea de un mercado dual surgió por primera vez hace tiempo pero el encuadre no tuvo la repercusión que hoy puede tener 

Digamos que hay un mercado laboral primario, que tiene salarios relativamente altos, buenas condiciones de trabajo y oportunidades de progreso. Y hay otro mercado laboral secundario, que incluye personas que trabajan con salarios bajos, malas condiciones laborales, empleo inestable. La clave de la idea de un mercado de estas características es que cada sector difiere mucho en su grado de estabilidad laboral y que existe una movilidad limitada entre los dos.

La idea de un mercado dual surgió por primera vez hace tiempo pero el encuadre no tuvo la repercusión que hoy puede tener por una variedad de razones. Entre ellas, el mercado laboral estadounidense históricamente se ha considerado más flexible y fluido en relación con la rigidez de mercados más regulados y sindicalizados como el europeo. La explicación es que los trabajadores empleados en trabajos de salarios bajos son trabajadores de baja productividad que en una gran proporción no pueden o no quieren obtener las habilidades necesarias para trabajos mejor pagados.

El mercado cambia y las preferencias también

Se estima que el mercado laboral secundario representa alrededor del 14% de la población. Pero los trabajadores de este segmento viven un constante estado de cambio. La cuestión es que el mercado secundario representa el 61% del desempleo en la economía. Hay que añadir que este segmento trabaja con muy poca frecuencia y que hay un porcentaje cada vez más alto de trabajadores que, por decisión propia, ya no forman parte de la fuerza laboral.

Cuando se habla de esa dualidad se tiende a enfatizar la diferencia entre buenos y malos empleos en lugar del enfoque de analizar la brecha de habilidades, que es lo que determina al trabajador cualificado del no cualificado. El mercado cambia y las preferencias también.

Aterrizado este debate a Europa lo chocante de todo es que este proceso de "cambio" tenga sentido con una asfixiante coacción hacia el trabajador por alargar su vida laboral. Bien haría España en asentar este debate y conocer el proceso de cambio en lugar de amenazar con un futuro siniestro en el que vivir más implica trabajar más.