Reelegido Sánchez con 179 votos a favor, las noticias para el contribuyente son inquietantes. Aparte del anuncio de la amnistía como medida clave de la legislatura, el candidato anunció una serie de medidas económicas. Por ejemplo la gratuidad de transporte, el mantenimiento de la bajada del IVA de alimentos, el aumento de ayudas al acceso a la vivienda, la ayuda al mantenimiento de las pensiones según el IPC, … y según el pacto firmado con ERC: reducción de las deudas de la Generalitat en unos 15.000 millones de euros. Una reducción que se puede extender a más autonomías.
Las medidas sobre el transporte son más demagógicas que efectivas y, al final, será menos costosa de lo programado. Pero el aumento importante son: la reducción del IVA de los alimentos; la de las deudas autonómicas; los 5.000 millones de euros que los presupuestos del Estado tendrán que aportar al fondo de las pensiones anualmente; …
Durante 2022 y 2023, la inflación de precios y salarios ha aumentado la recaudación de IVA e IRPF. Eso ha permitido las “alegrías de gasto”. Aún así se calcula que el déficit de 2023 será sobre el 4% del PIB según el departamento de análisis de Bankinter o el 3,9% según el FMI o el plan de estabilización del Gobierno enviado a la UE.
Si en 2024 la UE vuelve a la aplicación de las normas fiscales obligará al Reino de España a reducir su déficit público por debajo del 3% en 2024. De hecho, es lo que pretende el plan de estabilidad, que lo fija en 2,9%. Incluyendo un aumento de los costes por intereses de la deuda que tendrá un tipo de interés en los bonos a diez años sobre el 4% debido a las decisiones del BCE.
Para ello el mismo plan fija un aumento de los ingresos públicos ¿De dónde van a salir? De los impuestos.
Las medidas sobre el transporte son más demagógicas que efectivas
Todo esto estaba previsto antes de los anuncios del debate de investidura. Es decir, sin contar con los aumentos de gasto de las amortizaciones de deuda al Cataluña y otras administraciones autonómicas, la gratuidad de los transportes anunciada, la extensión de las reducciones de IVA de alimentos,…
Conclusión: el nuevo gobierno tendrá que aumentar más los ingresos por impuestos sobre lo previsto después de los pactos y los anuncios económicos en la investidura.
Podría financiarlo con deuda, pero al 4% de interés sería ahorcarse con el servicio de esa deuda que, por cierto, quiere reducir el mismo plan de estabilidad.
Así que prepárense los contribuyentes. El acuerdo con Junts, con ERC y los anuncios de gasto en el debate de investidura han sido los anzuelos que ha utilizado Sánchez para conseguir los 179 votos que lo han hecho presidente electo. Lo mismo que los anuncios políticos como la ley de amnistía.
Pero así como los anuncios políticos tienen un coste de la misma naturaleza, los económicos lo tienen en dinero. Dinero que Sánchez va a sacar de los contribuyentes.
Pero así como los anuncios políticos tienen un coste de la misma naturaleza, los económicos lo tienen en dinero
Por tanto, querido contribuyente, no sea ingenuo. Cada no de los votos que el Sr, Sánchez ha conseguido lo pagará usted aumentando sus tributos.
Subirá su IRPF cuando le suban el salario por el convenio o el acuerdo individual. Subirá el IRPF de los pensionistas cuando les suban la pensión según el IPC. Subirá el IVA que pagará con precios más altos y con la anulación de las reducciones en alimentos cuando llegue el verano. Subirán las tasas, …
El Gobierno dirá que lo sacará de un aumento del impuesto a las empresas, asegurando un 15% de cuota mínima o con el impuesto a bancos y energéticas. No hay que engañarse, las empresas trasladarán esos costes tributarios a sus precios. Los pagará también el contribuyente.
¡Ah! Pero también se cobrará a las “grandes fortunas” entre 3.000 y 6.000 millones de euros. Para empezar es menor que las propuestas de gasto y, además, si algún contribuyente tiene capacidad para manejar su ingeniería fiscal son estas “grandes fortunas”. Por otra parte, los expertos indican que esos impuestos pueden ser útiles durante un tiempo corto. Si se alargan acaban ahuyentando a sus propietarios.
En resumen: el sillón de Sánchez no lo paga él, lo pagará usted, Sr. contribuyente.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.