“And you'll find me in my house somewhere keeping busy while I wait”, Brian Wilson.

No hay récord de empleo alguno, por mucho que la propaganda lo repita. La tasa de actividad (58,9%) está por debajo del nivel de 2008 (60,7%) y prácticamente no ha variado desde 2019 (58,7%). La tasa de empleo (52,3%) también está por debajo de 2008 (53,8%) y con un repunte ínfimo desde 2019 (50,5%).

Las horas trabajadas por ocupado en la EPA (410,4) están muy por debajo de los niveles del segundo trimestre de 2019 (438,2) y 2008 (429,3). Todos son datos del INE.

No hay 21,6 millones de personas trabajando. Hay récord de pluriempleo (600.000 personas). El pluriempleo se dispara un 57% en cinco años y disfraza las cifras de afiliación, además del récord de empleos públicos pagado con deuda (3.557.900). El propio Ministerio lo explica: “El número de afiliados no se corresponde necesariamente con el de trabajadores, sino que se trata de relaciones laborales o situaciones que generan obligación de estar afiliado"; es decir, una misma persona se contabiliza en las estadísticas tantas veces como situaciones de afiliación tenga, ya sea porque tiene varias relaciones laborales en un mismo régimen o porque las tenga en varios.

Estas cifras están disponibles para todos. Lo que es indignante es que parte de la prensa y los supuestos expertos repitan la nota de prensa del gobierno sin hacer la más mínima apreciación crítica. Y es que estos datos son malos en todos los sentidos.

La propia OCDE, en su informe Employment Outlook 2024 deja al Gobierno de España a los pies de los caballos. La tasa de paro más alta de toda Europa y la OCDE, ya superando hasta a Grecia, salarios reales cayendo y la tasa de participación laboral por debajo de la media. Y todavía hay gente que tiene la desvergüenza de repetir que lo que acaba usted de leer es desinformación y catastrofismo.

Cualquier persona que viaje un poco y mire a Portugal o Grecia entiende que la política del Gobierno no solo no ha fortalecido el mercado de trabajo, sino que nos deja a la cola de Europa. Y no olvidemos que el Ejecutivo se apunta como éxito propio la admirable recuperación del turismo, ese que atacan constantemente y al que han penalizado todo y más.

Un país que tiene récord de empleo no tiene salarios reales negativos ni récord de toda la eurozona en tasa de pobreza y riesgo de exclusión.

Un país que tiene récord de empleo no tiene salarios reales negativos ni récord de toda la eurozona en tasa de pobreza y riesgo de exclusión, cuando nos superaba Italia o Grecia en 2018.

Me aburre soberanamente que se intente decir que estos datos son buenos. No lo son. Nunca lo han sido. El número de parados oficial se reduce a 2.755.300, pero no se contabilizan los desempleados con relación laboral (fijos discontinuos inactivos y afectados por ERTES) que, a finales de junio de 2024, son 665.294.

El paro efectivo en España no ha bajado desde 2019. Solo se disfraza desempleo con el cambio normativo que hace a los contratos de obra y servicio y estacionales como fijos discontinuos. Y la realidad es que había 3,3 millones de parados reales en 2019 y 3,3 millones de parados efectivos hay en junio de 2024.

La tasa de variación trimestral del empleo en términos desestacionalizados fue del 0,37%. Y eso con aumento de empleo público desproporcionado y pagado con más deuda. Hay que tener mucha caradura para decir que la subida del salario mínimo, que esconde una subida de impuestos a todos, no ha tenido impacto sobre el empleo cuando han disfrazado el empleo con un aumento de puestos del sector público descomunal, superior a los 417.000. Empleo público que se paga con más deuda, que ya supera los 2,09 billones de euros (pasivos totales de las administraciones públicas, primer trimestre 2024, Banco de España).

No hay récord de empleo alguno y España sigue siendo campeona de paro de la OCDE. Recuérdalo.