“If I could turn back time, if I could find a way” Diane Warren.
Las revisiones del PIB son habituales en todo el mundo. Normalmente se da un dato adelantado, uno final y las revisiones suelen moverse en pocas décimas.
Imagina cómo va la economía española cuando, tras tres revisiones gigantes del pasado y descubrir el equivalente a "una Murcia" de PIB en la última, el PIB entre 2018 y 2023 solo ha aumentado en 286.048 millones disparando el gasto público en 70.648 millones, el PIB per cápita a precios constantes permanece estancado, y eso tirando de un aumento de deuda de 388.727 millones y una inyección de fondos europeos de 66.000 millones. Un desastre.
En España asistimos desde hace tiempo a una incesante revisión al alza del pasado que impacta por su magnitud y sentido siempre alcista. Recordarán ustedes cómo Nadia Calviño y toda su tropa de subvencionados asediaron y atacaron al INE porque no les gustaban los datos que se publicaban, incluso inventándose su medida de “PIB diario”. Uno de ellos incluso publicó en 2012 un informe realizado con un farmacéutico en el que decía que el PIB de España estaba inflado un 20%. Esos mismos son los que ahora se mesan los pocos cabellos que tienen cuando analizamos las revisiones de manera crítica.
Desde el cambio de presidencia, el INE ha hecho varias revisiones, todas al alza y de magnitud enorme. Mi confianza en el INE es innegable, pero va a ser difícil evitar que se cuestione si la calidad estadística era pésima en el pasado o pésima ahora. No existe país de nuestro entorno que haya revisado de manera constante y tan relevante el pasado estadístico.
Y a pesar de todo, el cohete no tira.
Desde 2021, España es el país de nuestro entorno que más veces, siempre en el mismo sentido y por mayor magnitud acumulada ha revisado el pasado. El Reino Unido e Italia también revisaron el PIB retroactivamente, pero no con la magnitud y frecuencia de España. El propio INE explica que "los mayores efectos sobre el nivel del PIB en el año de referencia 2021 y conocidos hasta hoy se han registrado en Malta (8,7%), Irlanda (3,3%) y Países Bajos (2,4%)".
Desde el cambio de presidencia, el INE ha hecho varias revisiones, todas al alza y de magnitud enorme
Por su parte, algún país (como Eslovenia, con -0,5%) ha tenido una revisión negativa en el nivel de su PIB. En otros países, como Alemania, se han publicado datos referidos a las revisiones ordinaria y extraordinaria de forma conjunta, sin desagregar según el tipo de revisión”. Por alguna razón no se incluye una tabla que muestre que esas revisiones, en agregado, son en su amplia mayoría, inferiores en magnitud y número de alzas a la española. Sería muy útil.
El INE revisó hace un año en una décima el PIB de 2020, nueve décimas el de 2021 y tres décimas el PIB de 2022. Tres revisiones, todas al alza y una de casi un punto. Incluso con esa revisión, España quedaba a la cola de Europa en PIB per cápita. En la revisión extraordinaria de septiembre de 2024, han vuelto a mejorar el PIB de 2020 en tres décimas, el de 2021 en tres décimas, el de 2022, en cuatro décimas y el de 2023, en dos décimas. Y España sigue con el PIB per cápita a precios constantes estancado.
Las cifras son enormes.
Para que el lector se de cuenta, la revisión retroactiva del PIB es equivalente a casi haber encontrado en el pasado una cantidad similar a la riqueza que crea una gran comunidad autónoma en un año.
En esta gigantesca revisión del PIB del pasado, se ha encontrado el equivalente a la riqueza generada por una gran comunidad autónoma en un año: en 2021 se han encontrado 13.184 millones de euros más que en la revisión de 2019. En 2022, 27.252 millones y en 2023, 36.435 millones.
Y España sigue con el PIB per cápita a precios constantes estancado
Con ello, el valor del PIB a precios corrientes para 2023 se sitúa en 1.498.234 millones de euros. Un PIB per cápita a precios constantes estancado.
Cuando uno lee la polémica revisión del PIB de 2021 de Reino Unido, encuentra todo lujo de detalles y explicaciones. Echamos de menos un nivel similar de detalle. Oportunidad de mejora.
La revisión de España supera en magnitud y número las de Reino Unido, que generaron una enorme polémica, o la de Italia, que hasta Reuters identificaba como conveniente para reducir artificialmente la tasa de deuda sobre PIB.
Hay factores relevantes que pueden cambiar de manera significativa, sobre todo en un año inusual como 2021. Por supuesto, al elevar 2021 se generaría un efecto de caída en las tasas de crecimiento de 2022 y 2023, incluso asumiendo el efecto arrastre. Pues bien, encontramos una revisión adicional de 2022 y 2023 que compensa ese impacto. La formación bruta de capital se revisa masivamente al alza (6.357 millones en 2021) cuando es un dato que apenas sufre variaciones en periodos normales.
Las estadísticas pueden revisarse, analizarse y criticarse. Por supuesto. Yo confío en el INE.
Que el ministro Cuerpo se felicite porque la revisión retroactiva lleva la ratio de deuda sobre PIB al 105% nos recuerda por qué se generó la polémica en Italia ante una revisión menos agresiva que estas: ¿Se usa para disfrazar los desequilibrios fiscales? Efectivamente, la deuda emitida se ha disparado, y la ratio solo se modera porque hay más inflación y más gasto público inflando el PIB en el denominador. El Gobierno heredó una deuda sobre PIB del 98% y “baja” a 105% tras lucrarse con la inflación, el récord de turismo y los fondos provenientes de Europa.
Incluso con esta gigantesca revisión, España sigue siendo una economía dopada por la deuda pública y los fondos europeos, la mayor tasa de paro de la OCDE, la mayor tasa de paro e infraempleo, y con un crecimiento por habitante endeble. Eso es lo triste.