El PP vuelve a romper con Vox en un municipio de Madrid: la relación amor-odio, en estado crítico
Los populares de Humanes aprovechan el nombramiento de su nuevo alcalde para pactar un acuerdo de investidura con un partido localista.
27 junio, 2024 02:35Tras las elecciones del 28-M, los diferentes grupos políticos iniciaron una ronda de contactos para ver con quién pactar en su municipio. Acabado el bipartidismo y con los partidos localistas en auge, al Partido Popular y al PSOE les tocaba hacer las cuentas y ver con quién 'cuadraban' mejor.
El PSOE con los partidos a su izquierda (Más Madrid o Podemos) y el Partido Popular con Vox eran las alianzas más esperadas. Socios 'amigos' que, un año después de su puesta en marcha, empiezan a mostrar sus primeras crisis.
En el PSOE de Parla y Manzanares del Real la ruptura con sus aliados de la izquierda ha sido muy reciente. Aunque, si destacan unos pactos que están en 'estado crítico' esos son los que firmaron hace ahora un año entre el Partido Popular y Vox.
Los últimos en romper su acuerdo han sido los miembros de ambas agrupaciones en Humanes quienes, aprovechando el cambio de alcalde, han visto cómo su alianza se hacía añicos. Han sido los populares los que, 24 horas antes del pleno de investidura del nuevo alcalde, han anunciado que rompían su acuerdo con Vox para firmarlo con un partido local.
Vecinos por Humanes y el Partido Popular del municipio han simbolizado el último gran 'cambio' entre los gobiernos de coalición de la Comunidad de Madrid. Una tendencia peligrosa para la estabilidad de muchos consistorios populares que no es un verso suelto.
De hecho, esta no es la primera vez que el Partido Popular rompe un pacto con Vox para gobernar en una localidad. A los pocos días de tomar posesión, en Arroyomolinos ocurrió algo similar. El PP había firmado un preacuerdo con los de Santiago Abascal y, a los días, decidieron volver a pactar, como en la anterior legislatura, con el partido local de Vecinos por Arroyomolinos.
En Pinto, los populares también tenían la opción de pactar con Vox, pero prefirieron hacerlo con Vecinos por Pinto. Tal vez Salomón Aguado era un visionario de lo que estaba por venir en muchos ayuntamientos o, simplemente, decidió ir a lo seguro. Aunque eso le acarree una "minoría absoluta", como él mismo dice.
Sin Vox, pero mal
En Leganés la dinámica es parecida. Miguel Ángel Recuenco decidió tener un pacto con el partido local ULEG para el Gobierno, dividiéndose cargos y puestos de alcaldía, y firmar un acuerdo de estabilidad con Vox. Eso sí, desde el Partido Popular y no como Ayuntamiento.
Como ULEG y el PP de Leganés tenía las cuentas tan 'apretadas' pensaron que esa era la mejor dinámica para sacar adelante presupuestos y grandes proyectos. ¿El problema? El pacto con Vox se ha hecho público y eso ha dado más de un dolor de cabeza al alcalde Recuenco.
Así, aunque Vox esté fuera del Ayuntamiento, su presencia también está dando más de una jaqueca a otros regidores populares. Este es el caso de Arganda del Rey que acusan a los de Vox de pactar con el PSOE para hacerles una "moción de censura encubierta".
Los números apenas le dan a Alberto Escribano y eso hace que, cada vez que Vox le pone una zancadilla, sus proyectos no salgan adelante. En su momento, el regidor prefirió gobernar sin la agrupación y, ahora, la ruptura es evidente.
Pactos con polémica
Hay que reconocer, aun así, que en varios municipios de la Comunidad de Madrid la relación entre el PP y Vox discurre con normalidad. Es decir, con las diferencias esperables en un pacto entre dos agrupaciones, pero sin grandes exabruptos.
Los regidores de Móstoles, Alcalá de Henares, Galapagar, Villaviciosa de Odón, Aranjuez, Colmenar Viejo o Moralzarzal, tienen pactos con los de Rocío Monasterio. Aunque en todos estos municipios habrán tenido sus más y sus menos, la dinámica ha sido no visibilizar las discrepancias en público.
Todo lo contrario de lo que ha ocurrido en Humanes el pasado miércoles o en Los Santos de la Humosa. Allí, tras romper el pacto PP-Vox, un tránsfuga de los de Abascal le dio la alcaldía a los socialistas.
Ahora bien, también está la casuística de aquellos que, aun manteniendo sus pactos con los de Abascal, han tenido grandes crisis. Públicas incluso. En Valdemorillo, Alpedrete, Torrelodones o Loeches la situación ha estado en un momento crítico en varias ocasiones.
En el caso de Loeches, el punto de mayor fricción llegó el pasado 8M. La teniente de alcalde de Vox, que hacía de alcaldesa por la ausencia del regidor popular, decidió emitir un manifiesto con motivo del 8 de marzo cargado de ideología de extrema derecha. Pedía la dimisión de la ministra de Igualdad y se saltaba el acuerdo de leer el documento aprobado por la Federación Madrileña de Municipios.
Las desavenencias entre el PP de Torrelodones y Vox han sido, tal vez, las más notables. Aunque la alcaldesa podría haber prescindido de Vox y gobernar en minoría, se decidió por la coalición, dándoles las concejalías de Servicios Sociales, Turismo, Economía y Empleo. La primera les ha llevado de cabeza. De hecho, Vox ha llegado a asegurar que las relaciones estaban rotas y no había confianza. Eso sí, continúan con su acuerdo.
La última de las crisis entre ambos partidos se ha escenificado en Valdemorillo con motivo de la semana del Orgullo. Hace unos días, el PSOE denunciaba que la edil de Cultura, de Vox, no les autorizaba un espacio en la Casa de la Cultura para realizar una charla LGTBI+. Los socialistas señalaron al PP por "permitir" este hecho y, ellos, lo negaron en rotundo.
El alcalde de Valdemorillo, Santiago Villena (PP), se desmarcaba este mismo miércoles de sus socios de gobierno en coalición, ofreciendo al PSOE un espacio municipal alternativo para la celebración de este viernes 28 de junio. Lo que ha supuesto una crisis entre ambos partidos. Enfrentamiento que, si se mira desde el plano regional, no es el único. Ni parece que será el último.