"Nombres, quedan sus nombres, en la lista interminable, de mujeres que tuvieron compañeros sucios y cobardes / Nombres, quedan sus nombres, pero ya no están sus vidas, se las arrancó el delirio, y aunque olviden las Olvidos, no se cierran sus heridas", cantaban Los Santos sobre las tablas del Falla durante el Carnaval de Cádiz de 2010. Casi 13 años más tarde, este pasodoble sigue siendo de rigurosa actualidad, puesto que la lista de nombres de mujeres asesinadas a manos de hombres sigue aumentando en España casi a diario.
Desde que hay registro, en 2003, se han contabilizado en Málaga 47 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Es la provincia andaluza con peores datos en materia de violencia machista. Así, el sistema VioGen recogía de enero a septiembre de este año 3.654 casos activos de mujeres víctimas de violencia de género en la provincia con algún tipo de protección y seguimiento policial.
La franja de edad con más víctimas con protección y seguimiento policial es la que oscila entre los 31 y los 45 años, con 1.655 casos; siguiéndole la franja entre 46 y 65 años, 959 casos; entre 18 y 30 hay 928 casos y 72 casos a partir de 65 años. De los casos totales, 40 corresponden a víctimas menores de edad, entre 14 y 17 años.
En la provincia de Málaga, consta que este año cinco mujeres perdieron la vida a manos de un hombre, concretamente parejas, exparejas y hasta sus propios hijos. Los datos de violencia machista oficiales recogen los asesinatos de Eva María, en Benajarafe; Débora, en Málaga capital y Lesley, en Benalmádena; pero tampoco queríamos pasar por alto los asesinatos a manos de sus hijos de Ángela Mérida, en Málaga capital y el de otra madre que murió asesinada en Estepona, siendo ella originaria de Holanda, de la que no trascendió su nombre.
EVA MARÍA
Eva María tenía 51 años. Su vida se apagó el domingo 29 de mayo. Eran casi la una de la madrugada en la calle Delfines de la urbanización La Sirena, en Benajarafe. En el chalé donde se encontraba, acabó muriendo apuñalada por su pareja. La propia víctima llamó al 112. Les comunicó como pudo que estaba siendo agredida y que necesitaba ayuda cuando antes, esperanzada de eso pudiera salvarle la vida.
No pudo ser. A la llegada de las autoridades, lo que parecía una discusión acabó convirtiéndose en un apuñalamiento que apuntó el nombre de Eva María a la lista de nombres de mujeres cuyas vidas se ha llevado la violencia machista. La mujer estaba gravemente herida y los agentes y los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarla. Su marido intentó huir saltando por el balcón, como informó Sur entonces, pero se fracturó ambos tobillos y fue ingresado en el hospital
Eva María estaba en el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género. Entró en el año 2008, cuando denunció por violencia de género a su marido, de 52 años, pero el caso llevaba inactivo desde hace más de una década.
DÉBORA
La primera vez que apareció en este periódico el nombre de Débora Morais Dos Santos, una vecina de Puerto de la Torre de 39 años, fue el 3 de mayo. La Asociación SOS Desaparecidos se hacía eco de la desaparición de esta mujer a la que se le perdió la pista en Málaga el 28 de marzo. Se empezó a difundir su foto mucho tiempo después de su desaparición, algo curioso y extraño.
Los meses pasaban y ni rastro de Débora. Mientras tanto, su marido acudía al colegio con las hijas de ambos y hacía creer a los padres del resto de alumnos que ella se había marchado a Brasil, su país original, dejándolos "abandonados". A ellos no les cuadraba este relato. Débora siempre había sido una madre que se desvivía por sus hijas, de 5 y 17 años. Todos coincidían en que era muy "dulce y buena".
No les fallaba la intuición a estos padres. Tras el verano, el 23 de septiembre, la Policía Nacional, que llevaba meses investigando el caso, detenía a su pareja por un delito de homicidio que él mismo había confesado tras horas de interrogatorio y muchas contradicciones. Él cadáver de Débora había permanecido desde el día que desapareció bajo hormigón en una nave que él regentaba en el Polígono La Estrella de Málaga. Por si fuera poco, colocó maquinaria pesada sobre el agujero para hacer más difícil el rescate del cadáver, para el que tuvo que intervenir hasta el Cuerpo de Bomberos de Málaga.
Como Eva María, ella había denunciado a su marido en 2012 por violencia de género, pero no ratificó finalmente la denuncia. En 2021, la mujer fue asistida en el hospital con lesiones compatibles con otra agresión, abriendo el centro médico el protocolo por supuesto episodio de violencia de género, hechos que fueron puestos en conocimiento de la autoridad judicial, aunque la víctima tampoco colaboró en este sentido.
Aunque suene macabro, tras enterrar a Débora en aquel zulo improvisado que hizo en su lugar de trabajo, el detenido solicitó asesoramiento de un abogado para denunciar a la madre de sus hijas por abandono familiar, según informaron fuentes policiales.
ÁNGELA
Ángela Mérida desapareció el 23 de mayo. Tenía 60 años. Tras algo más de un mes complicado para su familia, que se echaba a las calles a buscarla casi a diario, al mediodía del 12 de julio, la Policía Nacional localizaba su cadáver a ocho metros de profundidad en una alcantarilla de Teatinos, a tan solo unos metros de donde residía.
Los agentes percibieron que pese su avanzado estado de descomposición, el cadáver presentaba signos de violencia. Murió estrangulada. Ángela era la madre adoptiva de dos jóvenes, Juan y Ángel. Desde el principio de la desaparición, Juan confesaba a este periódico que sospechaba de que Ángel podría estar detrás de lo que le hubiese pasado a su madre.
Según el testimonio de Juan, su padre echó a Ángel de la casa donde residían porque no soportaba su actitud. Su madre, en vista de lo acontecido, le acogió en casa sin saber que este gesto acabaría firmando su muerte unos días después. Según los investigadores, Ángel tenía “una personalidad especial, vinculada al consumo de estupefacientes”.
Parece ser que era habitual que Ángel, de apenas 22 años, pidiera dinero a su madre para comprar droga. Según la versión del hermano mayor, era común que Ángel le amenazara -según él, su madre le contó que "llegó a sacarle un cuchillo unos días antes de su desaparición"-. No obstante, el comisario principal de la Policía Nacional en Málaga, Enrique Barón, indicó que no constaban denuncias previas contra él en el histórico policial.
Tras arrestar al hijo menor de Ángela como presunto responsable de su muerte, los agentes también detuvieron a un menor de 17 años, amigo suyo, que confesó que le había ayudado a acabar con la vida de esta mujer; por su presunta responsabilidad en los mismos delitos que el anterior, de asesinato y robo con violencia.
Fuentes policiales explicaron entonces que el hijo de la fallecida y el menor habrían asaltado a la víctima en su domicilio acabando con su vida -usaron una cuerda que apareció atada al cuello de la mujer-. Después, según parece, guardaron el cadáver dentro de una maleta en un sótano y, tras ello, en vista del olor, lo trasladaron a la arqueta donde fue hallada.
También se detuvo a una mujer de 38 años por supuestamente encubrir a ambos, pero fue puesta en libertad con cargos y el menor fue internado. Ángela, pese a la circunstancia familiar que estaba viviendo y la bipolaridad que padecía, utilizaba mucho Facebook para hablar con sus amigos virtuales. “Mañana lunes, a empezar el día con energía. Feliz descanso y mejor amanecer”, escribía en el último post que reza su perfil de Facebook, el 22 de mayo de 2022. Al día siguiente desapareció y no se supo nada de ella hasta que su cadáver fue hallado en el interior de la alcantarilla. "Al menos me quedan las fotos y mensajes que ella publicaba", lamentaba Juan el pasado verano.
LESLEY
Lesley es la más mayor de las asesinadas. Tenía 69 años cuando su marido acabó con su vida en Benalmádena, donde vivían, pese a que eran de origen británico. Como en el caso de Eva María, Lesley avisó al Cimacc (Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control) sobre las diez y media de la noche del 4 de noviembre alertando de que su marido estaba agrediéndola. Pero la llamada se cortó después de que la propia Lesley le dijera a los operadores que había recibido varias puñaladas.
A la llegada de los agentes, estos se encontraron con la imposibilidad de entrar a la vivienda, por lo que solicitaron la presencia de los bomberos, que al no conseguir tampoco abrir la puerta, procedieron a acceder por la terraza con una escalera de incendios.
Desde el exterior de la vivienda ya pudieron comprobar que había sangre en la casa. Al entrar, localizaron el cadáver de la mujer en el suelo, junto a la puerta de la entrada y con bastantes heridas de arma blanca, y al presunto autor de los hechos, que tenía 80 años, en el dormitorio. No presentó resistencia cuando los agentes le arrestaron.
Los servicios médicos que acudieron al lugar de los hechos no pudieron hacer nada para salvar la vida de la víctima. En los últimos meses el autor había sido detenido en tres ocasiones por violencia de género. El mismo, según las denuncias previas, tenía diagnosticado Alzheimer desde primeros de año.
Pese a las detenciones, como en el caso de Débora, se aclara que la mujer no continuó en ninguno de los casos con las denuncias en sede judicial, siendo archivadas las causas. Nunca solicitó medidas de protección, ni en la Comisaría ni en el Juzgado.
UNA MADRE
No trascendió su nombre, pero sí su historia, que es lo que importa. Ella tenía 61 años y vivía en Holanda. Su hijo, de 26 años, se encontraba en el municipio malagueño de Estepona. Ella sabía que él llevaba unos días complicados, con actitud muy violenta y bajo de ánimos, así que decidió venir a España a calmarlo y cuidarlo, aunque fuera por unos días. Esta decisión la llevaría a morir asesinada a manos de su propio hijo el 7 de diciembre.
El cadáver de esta mujer era hallado por la Policía Nacional con múltiples signos de violencia en el inmueble donde su hijo había sido acogido hace un mes por una amiga de confianza, La misma se vio obligada a huir de su propio apartamento para hospedarse en un hotel, presa del miedo que le generaba el comportamiento de su compañero de piso.
Esta chica fue la que avisó a la madre de su amigo del estado en el que se encontraba y fue también quien la recogiera del aeropuerto junto a su pareja y la trasladara hasta Cancelada, donde se ubicaba el inmueble. La mujer se quedó a solas con su hijo allí porque así se lo pidió ella misma a la pareja.
La inquilina de la vivienda y su novio pasaron la jornada fuera y regresaron al día siguiente avisada por otro vecino, que les alertó de que la casa estaba abierta. Al entrar, percibieron que alguien había revuelto todo y que la habitación del presunto homicida estaba entreabierta y con muebles tras la puerta que dificultaban entrar a ella. Allí localizaron tendida a la mujer, entre diferentes prendas. Solo estaban al descubierto sus pies.
El mismo día, como decíamos, el hombre fue localizado caminando desnudo por la autovía A-7 dirección Málaga. Fue atendido por la Policía Local y la Policía Nacional y fue trasladado al hospital. Tras identificarlo, los investigadores confirmaron que ambos sucesos tenían relación y que el joven era el sospechoso de la muerte de esta mujer, su madre.
LAS HEROÍNAS
Cabe recordar que hace unos días conocíamos que un hombre de 48 años apuñaló hasta en ocho ocasiones a su expareja en Estepona tras haber esperado en la puerta del domicilio de la víctima hasta que esta llegara del trabajo. Esta mujer se salvó de estar incluida en esta triste lista gracias a sus hijas, menores de edad, que mediaron e hicieron que su padre no cumpliera con su cometido.
Todo sucedió sobre las ocho y media de la tarde del 19 de diciembre. Según informaron fuentes policiales, el detenido, de 48 años, consiguió llegar hasta el rellano con ella. Fue allí donde le asestó un total de ocho puñaladas en la espalda. Para ello, usó una navaja que guardaba escondida en uno de sus bolsillos.
La hija mayor del matrimonio, de 17 años, confirmó que se interpuso entre sus padres evitando de esta manera que las puñaladas recibidas por su madre resultaran mortales. El agresor fue detenido a 400 metros de la casa de ella con una herida sangrante autoinfringida en uno de los antebrazos. Fue esa herida la que dejó el rastro de sangre que guio a los agentes hasta él. El hombre ya se encuentra en prisión de nuevo -había salido en noviembre por otro delito-.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062), y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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