Aunque las procesiones siguen siendo las grandes protagonistas de la Semana Santa, desde que se cambió el recorrido oficial existe un debate presente en torno a la movilidad. Algo que ha copado algunos titulares en años anteriores. Los aforamientos y los vallados han sido motivo de enfado para muchos malagueños.

Es por ello por lo que el Ayuntamiento de Málaga, a través de sus redes sociales, ha querido justificar esta decisión en base a la seguridad: "Cuando la Policía Local impide pasar por calles concretas, evita aglomeraciones y garantiza la evacuación", han explicado. 

Del mismo modo, desde el Consistorio municipal insisten en que todas las intervenciones están basadas en criterios técnicos, rogando la colaboración de los malagueños ante las actuaciones de este tipo. 

Vallas

Algo que sí ha cambiado con respecto a lo que se vivió en 2019 y 2022 ha sido la colocación de las vallas en las bocacalles de Larios. Mientras que en las ediciones pasadas hubo un "exceso de celo" en cuanto a las distancias, este año se ha apostado por la cercanía. Así, se aprecia mayor proximidad de la separación con los abonados, tal y como muestran las imágenes compartidas. 

Lo que sí ha generado algunas críticas han sido los tiempos de espera para cruzar por los diferentes pasos establecidos, especialmente durante la primera mitad del día en el entorno de Molina Lario. 

Horarios y retrasos

Frente a los grandes retrasos que dejó el Domingo de Ramos el año pasado, en esta ocasión tan solo se han acumulado 15 minutos (Prendimiento ha pedido la venia a las 21:00 cuando estaba previsto que sucediera a las 20:45). Este hecho se ha debido a la rotura de la corona de la Virgen de Lágrimas y Favores.