Alhaurín de la Torre esconde una zona histórica desde la que se divisa buena parte del Valle del Guadalhorce y la Bahía de Málaga. Es la torre nazarí de Torrealquería, el vestigio más importante que se conserva en este lugar de gran riqueza arqueológica. Se trata de una estructura muy representativa de la arquitectura militar nazarí típica del siglo XIV, y está declarada Bien de Interés Cultural.
En 2019, el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre finalizó unas obras de consolidación, mejora y protección para frenar su deterioro, y en los últimos años se han realizado diferentes intervenciones arqueológicas en todo el entorno que han sacado a la luz piezas de relevancia: allí se encuentran los restos de lo que fue la capilla o ermita de Santa Ana, el molino y parte de una necrópolis de época musulmana.
También se han hallado vestigios de cerámica, huesos o incluso un caliz confesional de cristal muy bien conservado, entre otras piezas. Por ello, el objetivo del Consistorio es poner en valor la zona y crear un parque arqueológico visitable.
Los últimos estudios sostienen que la torre data del siglo XIII. Se sitúa en el denominado Cortijo del Conde Mollina, y se trata de una construcción defensiva que era habitual en los campos asociados a núcleos rurales establecidos en alquerías. Este edificio jugaba un papel clave en la defensa de todo el emplazamiento como avanzadilla del castillo de Cártama, el cual no tenía vistas al mar.
La fortificación dejó de tener uso defensivo desde la Edad Moderna, cuando pasó a desempeñar tareas relacionadas con la explotación agrícola en la que quedó integrada. Una vez que finalizó esta actividad, quedó abandonada y en estado de ruina, debido también al expolio y la reutilización de sus restos como material constructivo.
Esta zona también es conocida por ser el lugar que sirvió de refugio al general liberal José María Torrijos y sus compañeros en el año 1831. Allí fueron apresados y trasladados a Málaga.
Recientemente se han llevado a cabo diferentes tareas de mantenimiento y conservación del enclave, autorizadas por la Junta de Andalucía al tratarse de un BIC. El concejal de Patrimonio Histórico-Artístico, Manuel López, ha resaltado que hay una «clara apuesta» por la defensa y puesta en valor del patrimonio y la historia de Alhaurín de la Torre, de ahí que se le preste «especial interés» al enclave.
Así, el objetivo es seguir investigando la zona para desarrollar el nuevo espacio visitable, una idea que tambiñen pasa por aprovechar el desnivel existente y la propia torre como telón de fondo para representaciones o recreaciones históricas. El pasado 2 de noviembre, el entorno de la histórica torre albergó una actividad gratuita enmarcada en la sexta edición del Festival Eñe 2023. El artista portugués Luis Correia Carmelo llevo a cabo un espectáculo musical y narrativo llamado 'Cuentatina'.