El comercio tradicional de Málaga está de luto. Ha fallecido el comerciante Zoilo Montero, propietario de una institución en el centro de Málaga: Ultramarinos Zoilo. Con su marcha, Málaga se despide de una de sus figuras históricas: el que siempre ha estado detrás del mostrador, despachando productos en la calle Granada. 

La historia de Zoilo dentro del mundo del comercio comenzó mucho antes de que abriera su tienda de Ultramarinos en el centro histórico. Con apenas 14 años se marchó de su Herrera natal, en Sevilla, para trabajar con su tío en Málaga. Una vez aquí, aprendió el oficio en distintas tiendas, entre ellas comestibles en los Baños de Carmen. 

Poco después, su tío dejó la tienda de Pedregalejo para abrir una confitería en calle Ollerías y su hermano Isidoro Álvarez fundó en calle Granada Ultramarinos Álvarez en 1952-1953. Y allí, despachando en calle Granada, fue donde Zoilo conoció a su mujer, Mari Carmen Rodríguez que trabajaba justo al lado. Años más tarde, la tienda pasó a ser de este matrimonio y se convirtió en Ultramarinos Zoilo. 

Uan foto de la fachada de Ultramarinos Zoilo. Detrás un trabajador come un bocadillo de la tienda. I. V.

El recorrido de este negocio no ha sido fácil. Desde sus inicios este pequeño ultramarinos con mucho encanto ha resistido carros y carretas: desde crisis económicas al éxodo de vecinos del centro o las temidas franquicias, que atestan hoy día la zona. 

El comercio señero ha ofrecido desde siempre productos típicos malagueños, tradicionales y de calidad. A muy buen precio siempre ha habido conservas (bacalao en especial), salchichón de Málaga, chorizo de Ronda, queso local, vino dulce, jamón, borrachuelos, tortas de algarrobo y de almendra, mermeladas caseras, uvas pasas, pan de higo, aceite de oliva, vinagre, miel de caña y aceitunas. Además, han contado desde el día uno de una amplia variedad de vinos de la tierra (tintos, blancos, dulces y vermú).

Sus restos mortales se velan en la sala 28 de Parcemasa. La misa se celebrará a las 16.30 horas, en la capilla 2.