La bomba saltó sobre las cuatro de la tarde de este miércoles. A alguno se le cortaría la digestión. España será sede del Mundial de Fútbol 2030 en una cita marcada por el centenario de la primera Copa del Mundo y que la FIFA llevará por tres continentes, América, África y Europa. Con esta decisión, el estadio de La Rosaleda, y Málaga, están más cerca de ser, de nuevo, sede mundialista.
La FIFA se ha decantado por la candidatura ibérica, España, Portugal, a la que se unió Marruecos, pero con la particularidad de que Uruguay, Argentina y Paraguay jugarán sus partidos inaugurales en sus respectivos países. La intención de la gran patronal del fútbol Mundial es que la cita llegue a cuantos más lugares mejor.
Pero el grueso de la competición se disputará en los países miembros de la candidatura ibérica, con gran protagonismo de España, que acogería la final en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. La inclusión de Marruecos ha reducido el número de sedes españolas, así como la decisión de que se juegue también en los partidos sudamericanos.
En este contexto es donde entran Málaga y La Rosaleda. Ahora mismo son sedes fijas el Santiago Bernabéu, el Metropolitano (Madrid), el Nou Camp y el RCDE Stadium (Barcelona) y el estadio de La Cartuja de Sevilla. El resto de sede está por decidir, no se sabe tampoco la cifra restante. Es seguro que en el País Vasco, Bilbao o San Sebastián, habrá partidos, y Málaga tendrá que pelear con el resto de sedes que presentó la RFEF cuando se hizo oficial la candidatura de España y Portugal. La Coruña, Vigo, Las Palmas, Gijón, Zaragoza o Valencia serán sus rivales.
Para ganar esa carrera, un elemento imprescindible para intentar llevarse el gato al agua sería la remodelación y ampliación del estadio y el entorno de La Rosaleda, ya que un requisito previo es que los campos tengan una capacidad mínima de 40.000 localidades.
Características de la reforma
Y para ello, el Ayuntamiento de Málaga, la Diputación y la Junta de Andalucía, los tres propietarios del estadio, presentaron un proyecto de remodelación el pasado 31 de marzo que incluía la ampliación del recinto para acoger hasta 45.000 espectadores y una mejora del entorno del estadio. Según el proyecto realizado por el estudio de arquitectura Morph, más que una remodelación se trataría de un estadio prácticamente nuevo, que se parecería poco al actual.
Dicha remodelación estaría enfocada a cubrir las necesidades básicas que requiere la FIFA para que La Rosaleda sea sede del Mundial 2023:
- Aumento del número de localidades hasta llegar a las 45.000 (actualmente cuenta con 30.044).
- Cubierta completa para garantizar que todas las localidades se encuentran cubiertas.
- Dotación mínima de servicios que requieren los eventos de esta envergadura, salas necesarias para prensa y televisión y zonas de hospitalidad y plazas de aparcamientos.
- Cumplir con las necesidades de accesibilidad requeridas por la normativa para movilidad reducida.
- Buenos accesos y circulaciones de llegada y salida del estadio.
El presupuesto que se maneja para ejecutar la obra supera los 100 millones de euros, podría llegar a los 110 millones.
Si Málaga quiere volver a ser sede del Mundial, tiene que abordar esa obra sin la garantía de ser finalmente elegida. Una decisión que se conocerá a lo largo de 2024.
Sede del Mundial 82
El estadio tuvo que pasar por un proceso similar, adecuado a aquel contexto, antes de 1982 para ser sede del Mundial que se celebró en España en el verano de aquel año. Fue la primera gran reforma que sufrió el estadio de la Avenida de La Palmilla.
La Rosaleda acogió tres partidos de la fase de grupos, en concreto del Grupo 6, en el que estaba encuadrado Brasil. Pero la Canarinha no pasó por Málaga. El público malagueño presenció un Escocia 5-2 Nueva Zelanda; un Unión Soviética 3-0 Nueva Zelanda; y un Unión Soviética 2-2 Escocia.
La otra gran reforma del estadio se enmarcó entre 2000 y 2006, cuando fueron echando abajo y levantando las cuatro gradas del estadio, prácticamente una por temporada. Primero fueron los fondos y después las tribunas.