Ayoub Ghadfa, boxeador marbellí que ya había entrado en la historia del olimpismo español al alcanzar una final en boxeo, no pudo conquistar la medalla de oro en +92 kilos contra el gigante de Uzbekistan Jalolov Bakhodir y cayó derrotado a los puntos perdiendo los tres asaltos contra el campeón uzbeko, que defendía corona y que no conoce la derrota como profesional. Ghadfa se mantuvo en pie de principio a fin pero el dominio durante todo el combate fue para Jalolov con sus más de dos metros, dueño y señor del ring.  

Al filo de las once de la noche Ghadfa saltaba a la arena de Roland Garros en busca de la gloria. Nada tenía que ver este combate con el de las semifinales. Su rival, campeón en Tokio, no conocía la derrota como profesional. Dos moles sobre el ring en busca del oro. 

Pero desde el arranque el ring fue de Jalolov, que con sus más de dos metros se hizo con el cuadrilátero y fue un martillo pilón, sus brazos eran una metralleta. Ayoub tendría que elegir muy bien los ataques. La derecha del uzbeko era tremenda, era un muro delante de Ayoub. Y la primera ronda fue para Bakhodir por unanimidad, no hubo dudas.

En el segundo 'round' lo intentaba el marbellí pero delante tenía un ocho mil, que además empezaba a desplegar su show bajando la guardia y bailando. A pesar de todo, Ayoub fue valiente, buscó sus opciones entrando por donde podía. Pero tampoco tuvo nada que hacer Ayoub delante de los jueces, que otra vez le daban la victoria parcial por unanimidad al uzbeko. 

En el asalto definitivo Jalolov salió a contemporizar, mientras que el púgil malagueño salió a la desesperada contra el gigante uzbeko, ante el que solo pudo mantener la dignidad de dejarlo todo sobre el ring frente al gran favorito que defendía la corona y el oro, que se quedó colgado del cuello de Jalolov, pero la plata, nada más y nada menos, fue para el deporte malagueño, para Ayoub Ghadfa, que se va de sus primeros Juegos Olímpicos cerca de la gloria.