El hombre más peligroso del Málaga CF resulta que jugó atado el pasado sábado contra el Nàstic de Tarragona. Aún así, anotó dos goles que ponen a los blanquiazules por delante en la final por el ascenso a Segunda para encarar el partido de vuelta en el Nou Stadi. Es Roberto, el killer de este equipo que contra el conjunto catalán hizo un ejercicio de contención admirable.
El delantero de Puente Genil afrontó el partido sabiendo que estaba apercibido, y que una tarjeta le impediría perderse el partido de vuelta, que previsiblemente, como así será, iba a arrancar con todo en el aire por la ajustada ventaja que se llevó el Málaga de La Rosaleda.
No tardó en quedar clara la premisa de los centrales catalanes, Trigueros y Nacho González. Ir a por Roberto desde el minuto uno, estar encima del ‘19’ para intentar sacarlo de sus casillas y que viese la tarjeta que les diera la posibilidad de vivir más tranquilos el partido de vuelta.
Pero no consiguieron nada. Roberto fue el autor de los dos goles del Málaga -pudieron ser tres si no se le queda atrás el balón en una contra en el descuento- y se fue sin ver la amarilla tras un ejercicio de contención admirable. Se le vio con el freno de mano echado en algunas jugadas en las que suele llevar al límite la presión a los defensas rivales.
Al final del partido, Sergio Pellicer fue cuestionado por lo le pidió a su delantero antes del encuentro: “Que fuera él, que fuera al límite”, resumía el de Nules, quien admitió que tenían pensado retirarlo del campo para darle entrada a Dioni y conservarlo para la vuelta, pero el devenir del partido le hizo cambiar de idea, por lo que el de canterano jugó los 90 minutos.
También se refirió a eso mismo el protagonista, que atendió a los medios de comunicación después de otros dos goles que suman 20 en lo que va de curso. "Sabían lo de la amarilla y me han buscado lo máximo posible, pero hemos salido bien, y estaremos en el partido de vuelta".
Roberto ha anotado 15 goles en la temporada regular y lleva 5 en el playoff, recordando aquella fase de ascenso de Pablo Guede en 1997, de Segunda B a Segunda, cuando marcó 7 goles en seis partidos, tres en el último contra el Terrasa.
Ahora, el Nàstic se medirá al Málaga CF este sábado (20:30 horas) con desventaja en el marcador y frente a un Roberto sin cadenas.