Con un "Campeones!, ¡Campeones!" y la plantilla del Unicaja dando la vuelta de honor antes de tener que volver a salir a la pista obligado por los suyos se cerraba la temporada en el Martín Carpena después de que el Unicaja recibiera la peor derrota de la temporada. La que lo mandaba de vacaciones, en la que no tuvo ninguna opción. El Barcelona roció todo su poderío en la pista del pabellón malagueño para no darle ninguna opción al Unicaja de buscar el quinto partido de las semifinales en el Palau. Un 75-87 es el epitafio a una temporada en la que se ha soñado con apear a nada menos que el Barcelona en las semifinales.
La serie se le ha hecho larga al Unicaja en su pista, en ningún momento ha estado por encima del equipo de Jasikevicius, que llegó a ir ganando de 27 puntos. La rotación del Barcelona fue demasiada tela que cortar para el equipo de Ibon Navarro, cuyo famoso plan, coreado y coreado con todos los argumentos, no llegó hasta tanto, que era mucho. Otra vez cuatro jugadores azulgrana por encima de los diez puntos, Mirotic (14), Satoransky (12), Abrines (11) y Kuric (10), un cirujano el de Indiana, y bajos porcentajes en el Unicaja.
Ha faltado un líder en la pista del Carpena en el tercer y cuarto partido, que tirara del equipo para llevarlo a poner en aprietos a un Barcelona que en Málaga ha estado excelso. Y ahí no puede llegar el Unicaja.
El primer cuarto fue un toma y daca sin tregua en los primeros cinco minutos, con un alto porcentaje de acierto en las dos canastas aunque con el Barcelona llevando la iniciativa en el marcador. A partir de ahí el partido se volvió más errático, pero los blaugrana abrieron una brecha de +10 (10-20). Entre tanto, el Unicaja estaba otra vez negado desde el triple y eso impedía cambiarle el paso al partido. También la falta de claridad del Barcelona impedía una renta mayor. Un triple de Kalinoski para frenar la sequía encontró la respuesta de Kuric. El de Indiana apareciendo en momentos importantes en toda la serie. Lo contrario que Osetkowski en los dos partidos de Málaga. El primero condicionado por las faltas y en este cuarto gafado delante del aro. Con un 13-23 se llegó al final de los primeros diez minutos.
Una buena salida en el segundo cuarto, con las imprecisiones en ataque del Barça puso al Unicaja a cuatro (21-25) y enchufó más a la grada. El aumento de revoluciones no le vino bien al Unicaja, que volvió a encadenar fallos en el tiro, de tres, penetrando... y el Barça cogió distancia de nuevo, 21-31. La rotación le funcionaba a Jasikevicius. Ahora Kalinic, ahora Satoransky, ahora Vesely... Tyson Carter decidió que había que tirar del carro para mantener al Unicaja en el partido y empezó a encontrar los caminos hacia la canasta. No se acercaba el Unicaja, pero tampoco terminaba de despegarse el Barcelona. Con 37-45 y Carter cogiendo la batuta del Unicaja se fue el duelo al descanso. Necesitaba un punto más el equipo Ibon. El vitoriano tenía que contar su plan en la caseta.
Del vestuario salió enchufado Perry con cinco puntos consecutivos, los primeros suyos en el partido. El problema del Unicaja es que encontraba réplica en cada ataque. Era un martillo pilón el Barcelona, que a falta de 4:44 se iba de once, la máxima del partido. Fue tras un triple de Kuric. Había subido la intensidad el Unicaja, sobre todo en el rebote. Pero no había manera de acercarse. Se fallaba en cada ocasión. Un robo y una contra de Kalinic llevó el choque a más trece (46-59). Era incapaz Unicaja de anotar, también de correr, también de mover la pelota. También los árbitros de pitarle una falta al Barcelona. La primera llegó a falta de 1:22', cuando el Unicaja ya llevaba un rato con cinco. Se le apagó la luz. Eso llevó al Barcelona a un +23 (50-73) que lo ponía muy cuesta arriba.
Con una desventaja de 21 puntos afrontó el Unicaja los últimos diez minutos de la temporada. El pabellón se había apagado. Lo apagó el Barcelona. Y lo encendió Jasikevicius con su exclusión. a falta de 8.25 por una prostesta fuera de los límites tras una jugada en la que Vesely se quedó en suelo. Eso no se tradujo tampoco en nada positivo para Unicaja. Lo cerca que estuvo en el Palau, y lo lejos que ha terminado estando en el Martín Carpena. No hubo reacción para maquillar el resultado (75-87 final). Los últimos minutos sirvieron para que la afición cajista se entregara a los suyos, con ovación para Carter, para entonar de nuevo el himno, para cerrar una temporada que se cierra con la peor derrota del año, pero con un título en las vitrinas, "¡Campeones de Copa!" cantaba la grada en pie sin que se moviera nadie de su asiento. Le falta un escalón, o dos, pero el Unicaja de Málaga ha vuelto.