Casi al mismo tiempo que los fondos de inversión y promotoras hacen sus números para ofertar a la subasta de los antiguos suelos de Repsol, el Ayuntamiento de Málaga capital avanza en la tramitación ambiental y urbanística necesaria para poner en carga estos desarrollos.
Tras varios años de trámites, que aún están por culminar, la Gerencia de Urbanismo tiene sobre su mesa una buena nueva relevante. Y es que según los datos del área de Sostenibilidad Ambiental municipal, las labores de remediación impulsadas sobre las zonas con mayor concentración de hidrocarburos han sido saneadas y presentan unos niveles adecuados para los usos futuros proyectados.
De acuerdo con lo explicado por el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, lo que viene a indicar el departamento medioambiental es que los trabajos de limpieza han sido adecuados. Muestra de ello es que el Servicio de Control de la Contaminación y Economía Circular, vinculado a esta área, acaba de abrir el periodo de información pública de este expediente, con el fin de que sea objeto de las alegaciones correspondientes durante un periodo de 30 días.
El informe positivo respecto a la remediación voluntaria desarrollada es esencial para avanzar en la evaluación ambiental a la que está sometido el proyecto de urbanización de la parcela. "Con la apertura del periodo de información pública de los resultados se pone fin al proceso de remediación, que es un requisito previo para que pueda ser aprobada la evaluación ambiental", ha subrayado.
Hay que recordar que el pistoletazo de salida al plan de urbanización de esta parcela, de unos 177.000 metros cuadrados y en la que cobra especial protagonismo un parque de 65.000 metros cuadrados, fue dado por el Consistorio a finales de julio de 2020. Dada las características de la actuación, la misma ha de disponer de la Autorización Ambiental Unificada por parte de la Junta de Andalucía.
Pero para alcanzar ese hito es clave lo ahora ocurrido con la remediación. En este sentido, las conclusiones de los estudios finales, junto con los ajustes que se realicen en el supuesto de que se acepten las alegaciones, serán remitidas a la Administración regional para que puedan poner el broche al trámite ambiental.
Los suelos sobre los que ahora se dibujan cuatro grandes torres de viviendas y oficinas acogieron durante décadas los depósitos de petróleo de la ciudad. Pese al tiempo transcurrido de esta actividad contaminante, quedaron niveles de hidrocarburos que, en determinados puntos, llegaron a ser considerados por los especialistas contratados por el Ayuntamiento como "inadmisibles" para la salud humana en determinadas circunstancias.
Niveles "inadmisibles"
De ello se deja constancia en el proyecto de impacto ambiental redactado por la empresa Ibermad por encargo municipal. En el documento se hacen alusiones continuas a la labor previa realizada por Ramboll, a la que se encargó la recuperación voluntaria de los terrenos. Los estudios realizados, el último de ellos de principios de 2019, constataron que la zona más afectada era la norte.
En una actualización posterior, de diciembre de ese mismo año, se precisa de manera detallada que los niveles están muy por encima de lo recomendado en el caso de los operarios que trabajen en el aparcamiento subterráneo y en las dependencias técnicas; así como para aquellos que lo hagan en el centro escolar y los estudiantes del mismo. Sobre ello, se llega a decir: "detectando un riesgo potencial de tipo tóxico para la salud de las personas".
Más a más, se recordaba que en los análisis de sensibilidad desarrollados para los escenarios donde en un principio no se detectó riesgo, "sí que se detecta riesgo potencial para la salud de las personas, concretamente para los trabajadores de la construcción que desarrollen su actividad en la parcela durante las diferentes fases constructivas y/o de urbanización".
Para corregir esta situación, desde Ramboll se diseñó un proyecto de recuperación de la calidad del subsuelo, para el sector norte, que incluía "la adición de solución acuosa de agentes surfactantes, para favorecer la movilización de la FNA e hidrocarburos remanentes retenidos en la matriz de la zona de oscilación el nivel freático".