El plan de Málaga para frenar el ruido en el Centro provoca una mayor presión policial sobre los bares

Dos años han pasado desde el momento en que el Ayuntamiento de Málaga, no sin polémica y tras varios ejercicios de tramitación, puso en marcha las denominadas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). La iniciativa, que afecta a casi un centenar de calles del Centro histórico y del barrio de El Romeral, en Teatinos, tiene por objeto limitar el exceso de ruido generado, principalmente, por los negocios de hostelería.

Transcurrido este período, ciertamente condicionado por la pandemia de la Covid, el Consistorio hace balance. Una de las primeras conclusiones relevantes es que a raíz de la activación de las ZAS, la labor de control y vigilancia de la Policía Local sobre la hostelería ha crecido de manera apreciable.

En concreto, según los datos aportados este viernes, un 28%. En términos absolutos, los agentes protagonizaron el año pasado 75.423 intervenciones, frente a las 58.783 de 2019, antes justo del inicio de la crisis sanitaria. Desde el Ayuntamiento, se apunta que esta variación trae consigo, a su vez, una subida de las denuncias tramitadas por Gestrisam, aunque no se aporta el dato. Se excluye 2020, al entenderse que no es representativo por todas las restricciones aplicadas para controlar la expansión del coronavirus.

Y seguramente como consecuencia de un papel mucho más incisivo de la Policía, algo que venían reclamando desde hace años los residentes del casco antiguo y de Teatinos, se observa una caída en las llamadas y requerimientos realizados al teléfono 092 por ruidos, En concreto, de las 1.878 demandas de 2019 se pasa a 1.682 en 2021, un 11% menos.

Los detalles ahora conocidos se han expuesto en la mesa de trabajo ZAS compuesta por las áreas de Sostenibilidad Medioambiental, Comercio y Vía Pública y Seguridad,  Ordenación del Territorio y Gestión Tributaria del Ayuntamiento y por representantes del sector hostelería y comerciantes y vecinos de las zonas declaradas.

Una de las medidas de más calado contenidas en el decreto ZAS es el de la moratoria de licencias para abrir nuevos negocios de hostelería en los espacios con niveles de ruido excesivos. Esta limitación ha hecho que tanto en 2020 como 2021 no se haya iniciado ninguna calificación ambiental en relación a nuevas actividades de hostelería, ocio y esparcimiento. 

¿Implica ello que no se han abierto nuevos bares o restaurantes? No. El propio Ayuntamiento admite que se han otorgado 26 calificaciones, nueve de ellas en 2021 y otras 17 en 2020. En ambos casos, se precisa, que se trata de peticiones que fueron solicitadas antes de la entrada en vigor del decreto municipal. Asimismo, se indica que han sido tramitados 58 cambios de titularidad.

Respecto a las excepciones en las limitaciones de horario de apertura de terrazas de locales ZAS que se recogen en los planes zonales además de los periodos de Semana Santa, Feria y Navidad se han autorizado un total de  5 días, de los 20 posibles que se establecen en dicha normativa. Y se han tramitado un total de 20 expedientes de dispensas acústicas para actividades culturales, deportivas o de interés social o religioso en las calles de la zona ZAS.

Durante los años 2020 y 2021 se han recibido alrededor de 400 consultas técnicas y se han recibido en los servicios jurídicos 56 denuncias relacionadas con ruidos y locales de hostelería, ocio y esparcimiento en las calles afectadas.

En el primer encuentro mantenido por la mesa, según indican desde el Consistorio, los colectivos empresariales y vecinal han mostrado su apoyo a las actuaciones realizadas, al tiempo que han propuesto iniciativas para que se estudie la viabilidad de las mismas. 

Entre ellas, la Asociación Málaga de Noche de discotecas y salas de fiesta ha propuesto el incremento del aforo en el interior de los locales para evitar la aglomeración en la calle; las asociaciones de vecinos plantean un aumento y refuerzo en las tareas de vigilancia policial para el cumplimiento de los horarios y la ocupación de las terrazas.