Málaga se afana con la vía perimetral y estudia en detalle un tramo de 14 km valorado en 112 millones

El Ayuntamiento de Málaga busca alternativas para convencer al Gobierno central de la necesidad de afrontar en los próximos años la construcción al menos por tramos y de manera parcial de la vía perimetral como solución para aliviar el tráfico creciente en las rondas de la capital de la Costa del Sol.

Consciente de la negativa con la que el Ministerio de Transporte parece afrontar esta infraestructura en toda su extensión (28 kilómetros entre Vélez-Málaga y la capital), el equipo de gobierno municipal dispone ya de un estudio de detalle para sentar las bases de un subtramo de unos 14 kilómetros de longitud, con seis puentes y viaductos, entre el río Campanillas y la zona de Limonar.

De acuerdo con el trabajo desarrollado por la consultora ARCS, con fecha de marzo (recibió el encargo por parte de Promálaga a finales de 2021), la ejecución de la alternativa más adecuada para esta intervención tendría un coste de ejecución material cercano a los 112 millones de euros, cuantía que se elevaría a los 133 millones incorporando otros costes. Estos valores no incluyen el IVA. 

De esta suma, destacan los 47,4 millones de euros estimados para los seis puentes o viaductos, así como los casi 34 millones para los trabajos de desmonte y terraplenes. Operaciones estas últimas de una enorme dimensión. En el caso de los desmontes, los estudios cifran en 9,5 millones de metros cúbicos la actividad, mientras que los terraplenes tienen unos 3,8 millones de metros cúbicos.

Atendiendo al documento técnico, que habrá de ser desarrollado con más amplitud en el supuesto de que salga adelante su materialización, han sido objeto de análisis tres alternativas. De ellas, ha sido elegida la número 3 por disponer de una longitud semejante a la 1 y a la 2, y evitar afectaciones en la zona del actual enlace con Puerto de la Torre; mejorar la articulación de Puerto de la Torre y los barrios al oeste de Málaga con las vías exteriores A-7s, AP-46 y la nueva vía perimetral. 

A estas razones hay que incorporar que articula la vía perimetral de manera completa con la A-7s, la AP-46 y la MA-20, incorporando el diseño de modificaciones necesarias para considerar los movimientos recientemente habilitados entre la A-7s y la MA-20, al tiempo que se evitan conflictos con la autopista de las Pedrizas, la AP-46, y sus condiciones de servicio.

El estudio de detalle de ARCS, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, pone de manifiesto que la principal aportación de la solución manejada es que desplaza la vía perimetral proyectada al norte de los terrenos de San Cayetano. 

"Con la propuesta no se altera sustancialmente la longitud de la vía perimetral, requiriéndose para ello que discurre bajo el primer viaducto existente en el tronco principal de la AP-46", precisa, al tiempo que indica que en el tramo comprendido entre la autopista y el diseminado Los Negros la vía perimetral "se emplaza sobre las calzadas de la A7s, requiriéndose ejecutar sendas vías laterales para asegurar la continuidad de la autovía estatal".

El trazado, además, incorpora otras actuaciones complementarias, caso de la creación de ramales de conexión entre la vía perimetral y la A7s, "para posibilitar las transferencias de vehículos entre ambas vías en ambos sentidos"; un ramal de conexión entre la vía perimetral y la A7s al oeste de San Cayetano, "para posibilitar las relaciones entre la vía perimetral oeste y la AP 46".

A esto hay que sumar la adecuación de los ramales de conexión entre la AP-46 y la A7s en las relaciones hacia Almería; la creación de ramales de conexión de la vía perimetral con la MA-20 y el pretendido futuro acceso urbano del Arroyo de los Ángeles, y la construcción de un nuevo vial de acceso al Puerto de la Torre y los futuros barrios de la zona oeste de la ciudad para facilitar movimientos entre las dos glorietas del enlace y habilitar los desplazamientos hacia el eje formado por las avenidas Navarro Ledesma y Marcelino Camacho.

Ajuste entre Virreinas y Limonar

El trabajo de ARCS va a más e incorpora el ajuste de detalle del tramo de la vía perimetral entre Virreinas y Limonar. Con ello se busca determinar el mejor modo de que la carretera de alta capacidad cruce a la altura del túnel de San José y el cauce del Guadalmedina. Tras analizar dos opciones, los técnicos se decantan por la número 1.

La misma determinar que para la zona de paso de la vía perimetral por el túnel y el río se cree una estructura de dos calzadas a un mismo nivel, de unos 620 metros de longitud, que además salve el cruce con la autovía A-45 y el Camino de Casabermeja.

Con ello, se evitan afectaciones no sólo sobre el túnel, sino también sobre los usos al norte del mismo. "Solo quedaría afectada la balsa de almacenamiento de agua situada a la altura del pk 5+300 de la vía perimetral, que tendría que ser repuesto en otro espacio", se precisa.