17 años después de que el primer obrero con el chaleco del Metro de Málaga apareciese en escena, el ferrocarril urbano sigue sin alcanzar la ansiada meta del Centro Histórico. No lo hizo en Feria ni en Navidad y, oficialmente, se ignora si lo hará para Semana Santa.
Pese a ello, el proceso de verificación de todos y cada uno de los elementos necesarios para el buen funcionamiento del tramo final del suburbano sigue superando etapas y se encuentra ya en su última fase. Así lo confirman desde la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía.
Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga informan de que la empresa Alstom ha dado ya por concluidas las pruebas que durante meses han realizado en el sistema de señalización ferroviaria y del Sistema de Protección de Trenes (ATP), esenciales en la futura explotación, al ser los que garantizan la regulación del tráfico y el control de la velocidad de los trenes.
Este implica que se da por superado el primero de los tres hitos que a finales del pasado año apuntó la consejera del ramo, Marifrán Carazo, como parte de la cuenta atrás previa al arranque de las operaciones de los trenes hasta la estación de Atarazanas, situada en el lateral norte de la Alameda Principal.
"Las pruebas de Alstom han concluido", destacan las fuentes, que precisan que la firma se encuentra actualmente elaborando la documentación técnica que será entregada al concesionario del proyecto. Mientras tanto, la empresa responsable de los sistemas e instalaciones, Acciona y Sando, siguen con las pruebas de seguridad antes de hacer entrega del tramo.
Y a estos dos pasos hay que añadir un tercero, en el que tomará el relevo la empresa Metro de Málaga, que efectuará las comprobaciones finales antes de afrontar el servicio comercial. Una etapa en la que, previsiblemente, durante varias semanas se realizarán las conocidas "pruebas en blanco", en las que se emulará el funcionamiento normal.
Todo ello puede requerir aún varias semanas, no sólo de trabajo de comprobación, sino de redacción de los documentos técnicos precisos. ¿Cuántas? La respuesta a esta pregunta sigue en el aire y sin concreción.
Una muestra más del progreso en las operaciones es que este lunes, 30 de enero, concluirá el contrato para la ejecución de las instalaciones y arquitectura. A diferencia de lo ocurrido en momentos anteriores, en esta ocasión la Agencia de Obra Pública no contempla prórroga alguna de esta fase de la actuación, incluye los sistemas de energía y electrificación, comunicaciones, sistemas de información al viajero y protección contra incendios.
Prórroga del contrato con Alstom
El que sí que se va a ampliar es el contrato existente con Alstom para la extensión del Sistema de señalización ferroviaria (CBTC) hasta Atarazanas, que expiraba este 27 de enero. ¿Por qué se amplía este contrato si se da por superado el periodo de pruebas de Alstom en el tramo final del Metro al Centro?
Las fuentes explican que el motivo es dar soporte a las pruebas y verificaciones necesarias para el correcto funcionamiento de las cuatro nuevas unidades de tren (URBOS 100) que han sido recientemente adquiridas por Metro de Málaga. La suma de estos vehículos permitirá ampliar su flota de trenes hasta un total de 18.
Estas nuevas unidades disponen del equipamiento embarcado de la señalización ferroviaria de Alstom (sistema CBTC) y deben someterse a las verificaciones y ensayos en vía que garanticen su correcto funcionamiento y seguridad en la circulación.
Son ensayos que deben ser refrendados por la Agencia de Obra Pública, que emite la autorización de puesta en servicio del material móvil. Las primeras dos unidades de la ampliación de la flota (fabricadas por CAF) llegaron a los talleres del Metro, en Los Asperones, en noviembre y diciembre del pasado año. Las unidades tercera y cuarta no se recibirán hasta abril-junio del presente año. Esto va a obligar a ampliar el contrato con Alstom siete meses.