A la izquierda, el momento de la detención. A la derecha, el lugar donde ocurrieron los hechos.

A la izquierda, el momento de la detención. A la derecha, el lugar donde ocurrieron los hechos.

Málaga ciudad

Detenido por amenazar armado al propietario de un bar donde se hizo un "simpa": "¿Y todo esto por un campero?"

El hombre, de 45 años, resultó arrestado tras huir de la taberna Los Barrigones, junto al parque del Oeste de Málaga capital.

20 junio, 2024 05:00

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En la taberna malagueña Los Barrigones aún se están recuperando del desagradable momento que vivieron la madrugada de este miércoles, 19 de junio, que acabó con uno de sus comensales detenido por amenazar a uno de sus camareros y negarse a pagar. Los hechos ocurrieron minutos después de las doce de la noche. Los trabajadores ya estaban recogiendo el mobiliario del establecimiento para cerrar cuando, de repente, entraron al local una mujer y un hombre que parecían pareja. 

Les preguntaron si podían cenar y ellos aceptaron. "En qué momento. Si yo llego a saber los dos personajes que eran, no lo hago, les hubiera dicho que habíamos cerrado ya", explican a EL ESPAÑOL de Málaga desde el local.

Al parecer, fue el hijo del propietario el que atendió a ambos y este no detectó "las malas pintas" de los comensales, que pasaron la velada discutiendo e incluso se quejaron a gritos por la supuesta lentitud del servicio. "Estuvieron liándola, diciendo que estaban 'esmayaos', aunque eran los únicos que estaban allí y la hora que era", relatan.

Pidieron un campero, un par de tapas de boquerones en vinagre y dos copas de alcohol. "Trataron de pedir también una tapa de cresta, pero les dijimos que la plancha estaba rota", prosiguen desde Los Barrigones, que a su vez aseguran que una vez "metidos en faena", decidieron confiar en la pareja, pese a las malas vibras que esta les transmitía. "Que tengan malas pintas, no significa que no tengan dinero", dicen.

La cuenta fue de 25 euros. En un momento de la noche, ella se levantó y se dispuso a cruzar la carretera, en dirección a La Paz. En ese momento, en el bar comenzaron a temerse que estaba a punto de producirse un "simpa". 

El propietario pidió al hombre que pagara. En ese momento, comenzó a inventar excusas. Todas desembocaban en que era su mujer la que tenía el dinero y que él venía con los bolsillos y la tarjeta a cero. Aunque fueron a buscar a la mujer, siempre según la versión del bar, detectaron que entre ambos comenzaron a echarse la culpa y que ninguno disponía nada con lo que pagar la cena.

Después de las recriminaciones del propietario, según las fuentes consultadas, el hombre se puso muy violento, hasta el punto de coger un cuchillo de cocina que estaba en la mesa, de ocho centímetros de longitud, y colocárselo cerca de la cara de manera amenazante mientras pronunciaba "¡Te voy a matar, no te voy a pagar!". En ese momento, desde el restaurante requirieron la presencia de agentes de la Policía Local.

El cuerpo municipal trasladó a la zona dotaciones de varios distritos tras entras la llamada a la sala del 092. A su llegada, la pareja ya había huido del lugar. El propietario les indicó que se marcharon dirección hacia la plaza Mozart y les entregó una tarjeta sanitaria que se le había caído a la mujer, con la que los agentes se dieron cuenta de que, al menos a ella, ya la conocían de otras intevenciones.

Así, fue una unidad del GIP la que localizó al hombre a la altura del número 62 de la avenida de Velázquez, junto al supermercado Pepco. Al percatarse de la amplia presencia policial, según las fuentes consultadas, el hombre, que fue arrestado, dijo: "¿Y todo esto por un campero?". Tras rastrear los alrededores del bar, los agentes localizaron el cuchillo, con puño de madera, que el hombre había utilizado para amenazar al propietario del bar y del que se había desecho tirándolo en una zona ajardinada.

El hombre fue detenido y puesto a disposición judicial. Según fuentes del restaurante donde ocurrieron los hechos, en los bolsillos guardaba "papeles y resguardos donde se podía ver que había estado en prisión". "Esto no puede ser, tiene que haber más control. Salen, ya sea en permisos o no, y hacen este tipo de cosas porque saben que luego no les va a pasar nada", lamentan.

Otro suceso similar

Se trata del segundo suceso de estas características en Málaga capital en apenas un día. En la madrugada del pasado martes, tuvo lugar en Churriana una reyerta que se saldó con una persona detenida y un herido de consideración. Al parecer, el detenido agredió violentamente a esta persona, el propietario de un bar de la zona, acompañado de otros varones, uno de ellos su padre.

Los policías locales identificaron a varios testigos de los hechos, entre ellos dos que fueron perseguidos por los individuos al percatarse de que estaban grabando la agresión con un teléfono móvil.

La víctima fue asistida por los agentes, que comprobaron que presentaba una brecha en la frente por la que requirió doce puntos de sutura, heridas en las rodillas y varios golpes en cabeza y espalda, lesiones ante las que los policías locales solicitaron la presencia de una ambulancia.