Málaga tiene ante sí uno de los mayores retos de las últimas décadas. La oportunidad que supone ser sede del Mundial de Fútbol 2030, que organiza España junto con Marruecos y Portugal, lleva aparejada, no obstante, una exigencia económica y de infraestructura de enorme dimensión. 

A la espera de conocer todos los pormenores y los calendarios que ha de ir cumpliendo la capital de la Costa del Sol como una de las once subsedes del acontecimiento deportivo, lo que ya empieza a ser completamente objetivo es que la obligación de ampliar a 45.000 espectadores la capacidad de La Rosaleda va a demandar una inversión de unos 300 millones de euros.

Esa es la suma económica que alcanzan las últimas versiones del proyecto de transformación del estadio de Martiricos, en el que viene trabajando desde hace varios años el estudio de arquitectura Morph. Si en origen se habló de entre 70 y 110 millones, el propio alcalde, Francisco de la Torre, incrementó el presupuesto potencial a entre 250 y 300 millones, ante el deseo de convertir el complejo en un centro neurálgico de la ciudad. 

Un espacio multiusos capaz de albergar los partidos del Mundial, acotados a apenas una semana en el calendario, y los del Málaga CF, pero también de ser atractor de grandes eventos sociales, culturales, conciertos y convenciones. Con este objetivo, una de las mejoras sustanciales contempladas en los últimos tiempos es la de hacer de La Rosaleda una especie de mini Bernabéu, con césped retráctil y cubierta. 

El anuncio oficial de la Real Federación de Fútbol de España (RFEF) ha diluido por completo las dudas que hasta hace unas semanas ofrecía el propio regidor. En una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga, publicada el pasado 7 de junio, sembraba de dudas la candidatura de la ciudad al evento internacional, aduciendo, entre otros motivos, la necesidad de saber hasta qué puntos los tres propietarios del estadio (Junta de Andalucía, Diputación provincial y Ayuntamiento) eran capaces de afrontar en solitario el gran desembolso económico.

Confirmada la selección de Málaga, se asume que el compromiso presupuestario de las tres administraciones es pleno. No obstante, De la Torre habló de la necesidad de abrir una vía de estudio sobre la posible participación de empresas privadas en el desarrollo del proyecto. Con este objetivo, el Ayuntamiento activó el pasado 11 de julio una asistencia técnica centrada en maximizar el potencial de la iniciativa y detectar operadores nacionales e internacionales con capacidad de intervenir. Habrá que esperar algunos meses antes de que este trabajo vea la luz.

El objetivo es asegurar la sostenibilidad económica de la instalación en el futuro, más allá del Mundial, incluyendo la opción de que pueda financiarse de forma privada parte de las inversiones requeridas, tanto en la realización de las obras generales, como de las propias actividades que puedan realizarse dentro del Estadio.

Estadio de gama alta

"Es un modelo de estadio de gama alta, que debe cumplir los máximos estándares FIFA para un estadio de esta capacidad", se indica en el pliego de condiciones que rige este concurso. Al tiempo, se plantea la opción de construir un recinto polivalente modelo Arena, que posibilite, además de los usos puramente futbolísticos y deportivos del modelo, con otros usos distintos al futbolístico (conciertos, eventos, convenciones…), y que podría llegar a disponer de un sistema de césped deslizante y cubierta retráctil, entre otras prestaciones más avanzadas.

Aunque ello implica elevar sustancialmente el coste, puede resultar más interesante para operadores privados, "habida cuenta de su mayor potencialidad de uso los 365 días del año". Incluso, se apunta que a partir de diversas experiencias conocidas, la operación y explotación del recinto, una vez transformado, "podría ser asumida por operadores privados del sector, si bien está pendiente profundizar en la viabilidad técnica, económica y financiera, posibles demandas, y potenciales usos, tanto en el estadio como en el entorno más próximo".

De acuerdo con los datos aportados por la RFEF, una vez presentado el dossier, la FIFA confirmará el 11 de diciembre, en su Asamblea General, la candidatura conjunta de Marruecos, Portugal y España. En una fase posterior, determinará las sedes que formarán parte de la organización del campeonato de manera definitiva. Hay que recordar que además de La Rosaleda se incluyen como subsedes Estepona y Marbella, con sendos football center.

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