La gastronomía peruana se expande por Málaga capital. Ocho años después de su primera apertura en calle Beatas, el restaurante La Pachamama se asienta en el centro: acaba de estrenar un nuevo local en calle Olózaga, junto al Mercado de Atarazanas. 

Un gran mural con flores exóticas protagoniza la decoración del nuevo restaurante, elaborado por un artista uruguayo. La Pachamama busca ampliar la carta que ya servían en calle Beatas, innovando con más sabores y platos, según explican.

Este restaurante ofrece una amplia selección de sabores del país, elaborados por cocineros de Perú, junto a diferentes cocktails. Uno de sus platos estrella es el ceviche. La Pachamama ofrece varias versiones: corvina, mixto (mezcla de pescado, mariscos y langostinos), pulpo, atún y mango. Los precios varían desde los 10 hasta los 18 euros.

Entre los entrantes se encuentra la papa a la Huancaína, la papa rellena (carne molida y especias peruanas), o el Trío Terral, que combina anticucho, yuca y papa rellena.

En el caso de los platos principales, se incluyen el tradicional lomo saltado, con lomo de res salteado con tomate, cebolla, arroz y papas fritas, o el ají de gallina, una cremosa preparación de ají amarillo con pollo desmenuzado, acompañado de arroz y patatas.

El Arroz Chaufa, una fusión de sabores peruanos y chinos con arroz frito, cerdo y pollo, o el Tacu Tacu con Lomo Saltado, que mezcla arroz y frijoles con lomo saltado, son otras de las opciones.

Uno de los platos de la carta.

Para finalizar la comida, La Pachamama ofrece una selección de postres, como la tarta tres leches con lúcuma, el suspiro limeño (crema de dulce de leche con espuma de merengue de oporto) o el mousse de maracuyá con aguaymanto.

Este bar también es conocido por sus cocktails. Destacan el Pisco Sour, Pisco Punch, Chilcano, y varios tragos creativos como La Caprichosa, La Envidiosa y Perro Calato.

También ofrecen macerados, gin tonics, cócteles clásicos como Piña Colada y Margarita, cervezas peruanas como Cusqueña y Cristal, vinos y refrescos tradicionales como chicha morada e Inca Kola.

Su local de calle Beatas seguirá abierto y ofrecerá la misma carta, aunque el objetivo es concentrar en un futuro todas las innovaciones en la nueva apuesta gastronómica junto al Mercado de Atarazanas. 

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