Carlos Sotelo, CEO de Silence, utilizando el intercambio de baterías.

Carlos Sotelo, CEO de Silence, utilizando el intercambio de baterías.

Motor

Llega el ‘Netflix’ de las baterías de vehículos eléctricos: es más barato suscribirse que tenerlas en propiedad

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Actualmente muchos usuarios de vehículos no se atreven a dar el salto al eléctrico por la incertidumbre que supone pasar del repostaje tradicional a la recarga eléctrica.

Bien sea, por el hecho de no disponer de punto de recarga o por los tiempos de espera, lo cierto es que todavía existen muchas personas reticentes al vehículo eléctrico por alguno de estos motivos.

De ahí que haya fabricantes como Silence y Stellantis que están apostando por el intercambio de baterías como una opción a tener en cuenta. Son dos modelos diferentes, puesto que Silence lo tiene como su principal diferenciación de su negocio y Stellantis como una vía adicional, que incluso está todavía en pruebas.

Pero son dos casos que conviene analizarlos de cerca y estudiarlos para ver cómo evolucionan y si finalmente los vehículos eléctricos serán todos enchufables o bien el intercambio de baterías puede ser una opción más que viable.

Silence: intercambio en 30 segundos

Comenzando por Silence, esta compañía ha sido uno de los fabricantes de vehículos que desde el principio claramente apostó por el intercambio de baterías. Quizás fue el hecho de que naciera en 2012 y que, por aquel entonces, la infraestructura de recarga estuviera en pañales en España.

Lo cierto es que Carlos Sotelo, su fundador, tuvo claro que, a la hora de apostar por las motos eléctricas en España, que estas tenían que tener baterías intercambiables. Una estrategia visionaria, la de apostar por la moto eléctrica en aquella época, puesto que ni si quiera, por entonces, existían coches eléctricos en España.

Los vehículos de cuatro ruedas y pequeños de Silence saliendo de un centro de recarga.

Los vehículos de cuatro ruedas y pequeños de Silence saliendo de un centro de recarga.

Así que hablar de la moto eléctrica y de baterías intercambiables era casi prácticamente una quimera (hoy de hecho ya hay otras compañías –como Zeway- que apuestan por un modelo similar).

Inicialmente en el proyecto de Silence participaron CaixaBank, Repsol, CDTI, entre otros, si bien poco después algunos de estos socios principales decidieron vender parte del accionariado. Y ahí es cuando Silence entra en una nueva fase, con Acciona entrando fuerte en 2021.

Desde sus inicios y hasta ahora, Silence con sus más de diez años de vida, lleva ya matriculados más de 55.000 vehículos, en su mayoría de la moto S01 y sus derivadas. Y ahora, su porfolio de vehículos crece con la llegada de su primer microcoche, el S04, del que llevan ya entregados cerca de 500 unidades, y esperan cerrar el año con 2.000 coches matriculados.

Todos ellos, tanto las motos, como el vehículo de cuatro ruedas, tienen baterías extraíbles. De esta manera, la recarga se puede realizar de diferentes maneras. Por un lado, se pueden recargar con un cable tradicional en un enchufe de tipo schuko sin sacar la batería del vehículo.

Por otro, para los que no tienen enchufe cerca, se pueden sacar las baterías y llevarlas con ruedas -como si se tratara de una maleta tipo trolley- hasta donde esté el enchufe.

De izquierda a derecha, Pérez de Lucia (Aedive), Riaño (Anesdor), Sotelo (Silence) y Navarro (DGT).

De izquierda a derecha, Pérez de Lucia (Aedive), Riaño (Anesdor), Sotelo (Silence) y Navarro (DGT).

Y, por último, que esta es la opción que tratamos aquí, está la posibilidad del intercambio de baterías. Este sistema consiste en sacar la batería del vehículo, llevarla a una estación de recarga de baterías, dejarla allí para que se cargue y, al mismo tiempo, sacar una ya cargada e introducirla de nuevo en el vehículo para continuar la marcha.

En total, es una operación que se realiza de forma manual, que la puede hacer cualquier persona y que permite tener el vehículo cargado en alrededor de 30 segundos, frente a la hora u horas que supondría una recarga convencional.

Estos lugares donde se intercambian las baterías, Silence los llama ‘Battery Station’ (Estación de baterías). Se trata de una fila de baterías bastante visible y que suele estar en aparcamientos conocidos (en Madrid, por ejemplo, en Caleido -en las cuatro torres- o en Canalejas -en pleno centro-). En estos aparcamientos es donde se almacenan las baterías que se están cargando y donde, si hay un espacio libre, se dejan las ya usadas.

Estación de recarga de baterías de Silence en el centro comercial de Caleido (Madrid).

Estación de recarga de baterías de Silence en el centro comercial de Caleido (Madrid).

Según el CEO de Silence, Carlos Sotelo, "en las principales ciudades españolas existen 145 ‘Battery Station’ y hemos previsto concluir el año con un total de 165. El despliegue previsto por Acciona para el próximo año será de 250 estaciones de intercambio".

En cuanto a las ciudades, Madrid, es la primera con "20 estaciones de intercambio, seguida de Barcelona con 18", señala este directivo.

Momento del intercambio de baterías.

Momento del intercambio de baterías.

Baterías en alquiler

Un aspecto clave de este sistema de intercambio de baterías es que las baterías no las tiene en propiedad el usuario. De hecho, este tiene que pagar una suscripción o una cantidad fija al mes para poder usarlas (de ahí lo del Netflix de las baterías). Esto implica que el vehículo es más barato, pero también que al mes hay que desembolsar un dinero concreto.

En este sentido, Silence, por ejemplo, ofrece la opción de comprar la moto S01 con un precio de 5.760 euros con la batería en propiedad. En el otro lado, está la opción de adquirir la moto por 3.200 euros, pero sin la batería en propiedad, sino en alquiler. Para ello habría que pagar la suscripción que cuesta 19,9 euros al mes y permite recargar la batería hasta 4 veces al mes.

Posición de la batería dentro del coche.

Posición de la batería dentro del coche.

Por tanto, si tenemos en cuenta que la batería tiene unos 5,5 kWh de capacidad, con las cuatro cargas este sistema de suscripción supone que una recarga total de 22 kWh a 19,9 euros, es decir, a unos 0,90 euros el kWh. Es una cifra elevada, sí…

Por ello y más interesante es una promoción que tiene actualmente Silence y que permite la suscripción de sus baterías durante un máximo de tres años completamente gratis. El usuario, por tanto, pagaría a partir del cuarto año.

Y aquí, es donde, haciendo números, es más rentable para el usuario que opte por la suscripción, ya que para amortizar los 2.560 euros de diferencia entre propiedad y suscripción estaríamos hablando de más de diez años.

11.000 intercambios al mes

Para demostrar su funcionamiento, desde Silence nos convocaron a diferentes medios, entre ellos EL ESPAÑOL, a una pequeña demostración del sistema de intercambio de baterías en presencia de Pere Navarro, director de la DGT; el secretario general de Anesdor, José María Riaño, y el secretario general de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucia, en el centro comercial Caleido en las torres de Madrid.

Una rápida intervención en la que en solo unos segundos el CEO de la compañía, Carlos Sotelo, había intercambiado las baterías del vehículo de cuatro ruedas de Silence, el S04, disponible desde 9.870 euros en la versión similar a la de un 50 cc (ciclomotor) o 11.680 euros en la variante similar a 125 cc.

Un intercambio de batería que, según Sotelo, no deja de crecer mes a mes: “en el último mes del que tenemos registros se han realizado 11.000 intercambios de baterías”.

Estación de intercambio de baterías de un coche eléctrico de Ample.

Estación de intercambio de baterías de un coche eléctrico de Ample.

El intercambio de baterías de Free2move

Otro fabricante que también está innovando en este sentido es el Grupo Stellantis, a través de su filial Free2move. Esta compañía (Free2move) es la división que engloba los servicios de coche compartido, alquiler, suscripción y soluciones de recarga. Y dentro del coche compartido, en Free2move están también haciendo un ‘programa piloto’ con el intercambio de baterías.

Para ello, Stellantis, por medio de Free2move, ha realizado un acuerdo con la compañía Ample para desarrollar el intercambio de baterías. Y también tienen en Madrid, la ciudad donde van a realizar este experimente.

"Dentro de Free2move vamos a contar con 100 vehículos de coche compartido, que permitirán el intercambio de baterías. Y Madrid será el lugar donde se probará esta tecnología. En concreto, empezamos con 20 coches en el mes de diciembre y estaremos con pruebas hasta abril", afirma Miguel Barquilla, director de Free2move en declaraciones a EL ESPAÑOL.

"En concreto el lugar donde se realizará el intercambio de baterías será en un espacio cercano al Santiago Bernabeú", afirma Barquilla.

Un espacio donde se llevará el coche compartido de Free2move y un operador de la compañía lo introducirá en un mecanismo concreto que, en cuestión de muy poco tiempo permitirá tener la batería reemplazada.