La temporada estival tiene consecuencias directas en la salud de nuestra piel. Sequedad, tirantez, poros obstruidos... pueden ser algunas de ellas. ¿Cómo enfrentarlo? "Para cuidar nuestra piel en estos meses es fundamental tener una buena hidratación, que comienza por cuidar lo que bebemos y comemos. Es importante tener una dieta equilibrada, beber mucho agua y vitaminas que nos ayuden a combatir los daños que el sol provoca en nuestro cuerpo", recuerdan los expertos de Inhouse.
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"Respecto a los cosméticos, no debemos olvidar seguir nuestra rutina diaria por la mañana y por la noche, si bien podemos cambiar los productos utilizados durante el invierno por otros mucho más refrescantes. Por ejemplo, la bruma o agua facial, aporta a tu rostro ese toque de frescor a la vez que hidrata y nutre la piel".
La bruma facial cuenta, efectivamente, con numerosos beneficios: además de refrescar de forma inmediata, hidrata y nutre profundamente la piel, sin efectos secundarios. "Hay que pensar en la piel como si fuera una esponja: cuando está seca, es fina, quebradiza, poco flexible, de textura áspera, opaca y de color apagado.
Pero si se sumerge en agua, al instante se vuelve más gruesa, densa y suave, incluso el color es más brillante. Los humectantes son los que ayudan a que el agua penetre en los poros de la esponja y se mantenga allí, dando un aspecto más terso y jugoso", señala Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana Nezeni Cosmetics.
Desde magasIN, recopilamos 10 brumas faciales con las que superar las altas temperaturas del verano. Tenlas en cuenta, especialmente si tu piel es madura. "Las células de una piel joven tardan unos 28 días en llegar a la superficie y descamarse en lo que se conoce como turnover de la capa basal. En la piel madura, sin embargo, necesitan más tiempo y, por este motivo, se acumulan más células muertas", nos recuerdan desde TDC Clinik.