
Imagen de archivo de una mujer desmaquillándose. iStock.
Aina Salom, farmacéutica: "Desmaquillarse solo con agua y jabón puede hacer que tus pestañas se caigan"
El jabón común, aunque puede ser eficaz para limpiar la piel, no está diseñado para la delicada zona de los ojos.
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Cada vez más expertos coinciden en que desmaquillarse el rostro es fundamental. Además de eliminar los restos de producto que hemos aplicado, la suciedad, residuos e impurezas, este hábito puede permitir que nuestra piel respire y, por ende, se mantenga saludable por más tiempo. Sin embargo, a pesar de su importancia, es una de las costumbres que más tendemos a pasar por alto.
Especialmente en mujeres mayores de 40, la tendencia a desmaquillarse suele pasar a un segundo plano. Se meten en la cama directamente con todos los productos aplicados a primera hora o deciden retirar lo que ya tienen con lo más sencillo y aparentemente más rápido: agua y jabón.
Sin embargo, lejos de lo que se pueda pensar, el agua y jabón no es la mejor solución, especialmente cuando hablamos de desmaquillarnos los ojos. Esta mezcla no está diseñada para la delicada zona de los ojos y no va a limpiar correctamente. Como consecuencia, tal y como indica la farmacéutica Aina Salom, "tus pestañas pueden volverse más frágiles y caerse más rápido".
Los inconvenientes de desmaquillarse con agua y jabón
La correcta limpieza de las pestañas es un aspecto fundamental en el cuidado ocular y estético que a menudo se pasa por alto. En este sentido, muchas personas creen que lavar el rostro con agua y jabón es suficiente para eliminar los restos de maquillaje, incluida la máscara de pestañas, pero esta práctica no solo es insuficiente, sino que puede resultar contraproducente.
El jabón común, aunque puede ser eficaz para limpiar la piel, no está diseñado para la delicada zona de los ojos. Su composición suele incluir agentes detergentes que pueden ser demasiado agresivos para las pestañas y los ojos en general, lo que no solo dificulta el proceso, sino que puede ser perjudicial.
Este tipo de productos tiende a irritar la mucosa ocular, provocando ardor, enrojecimiento e incomodidad. El jabón común no es capaz de disolver de forma eficaz los residuos de maquillaje, especialmente aquellos provenientes del rimmel, que suele ser resistente al agua o de fórmula espesa. Esto dificulta que se eliminen por completo los restos de producto, lo que puede provocar una acumulación progresiva en la base de las pestañas.
Según la farmacéutica Aina Salom, esta acumulación de residuos, sumada a una limpieza deficiente, puede debilitar las pestañas, provocando que se caigan más rápido o impidiendo su correcto crecimiento.
Esto se debe a que los residuos endurecen los folículos pilosos y dificultan el crecimiento natural del vello, provocando que nuestras pestañas no sigan su proceso natural, se vuelvan más frágiles y se caigan con más facilidad.
Además, la experta incide en que el método con el que tendemos a desmaquillarnos no es correcto, y es que "lo peor que puedes hacer es frotar fuerte con un algodón seco". Esta práctica solo contribuye a quebrar las pestañas y a dejar restos de maquillaje adheridos, lo que agrava el problema.
En su lugar, la recomendación de la farmacéutica es utilizar un desmaquillante bifásico específico para ojos. Este tipo de producto está formulado para disolver de manera eficaz y suave la máscara de pestañas, incluso la más resistente.
Lo ideal es aplicar el desmaquillante sobre un algodón, colocarlo unos segundos sobre el ojo cerrado y luego deslizarlo suavemente hacia abajo. Este método permite que el producto actúe descomponiendo el maquillaje sin necesidad de frotar con fuerza, lo que protege las pestañas y evita que se debiliten.
Si al despertar se observan restos de rimmel en las pestañas, es una clara señal de que el proceso de desmaquillado no fue efectivo.