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Pareja. Istock.

Estilo de vida

Qué significa desviar la mirada cuando hablas con otra persona, según la psicología

Un sencillo hábito que realizamos todos y que, en ocasiones, nos hace sentir culpables cuando no tenemos nada que esconder.

24 agosto, 2024 11:10

El ser humano, por naturaleza, busca mantener contacto visual durante una conversación. Obtenerla significa que nos están escuchando, entendiendo y que, incluso, se sienten cómodos con nosotros mismos y con lo que estamos diciendo; sin embargo, según una investigación de Canadá, el contacto visual en una conversación es raro y ocurre poco más del 3% del tiempo durante una conversación entre dos personas.

El contacto visual es uno de los comportamientos de comunicación no verbal más básicos, pero por algún motivo desviamos más la mirada de lo que la mantenemos. De manera totalmente inconsciente, apartamos los ojos y, en ocasiones, nos sentimos culpables al respecto.

Una serie de estados emocionales como la timidez, la vergüenza o la culpabilidad pueden hacer que alguien evite el contacto visual mientras trata de comunicarse. Y a pesar de que parezca un mal hábito, es muy habitual y en ocasiones tiene grandes ventajas.

Qué significa desviar la mirada cuando hablas

Desviar la mirada mientras hablas es un comportamiento que puede tener múltiples interpretaciones desde la psicología, dependiendo del contexto y de las características individuales de la persona que lo realiza. Este gesto puede estar relacionado con una serie de emociones, actitudes y estados psicológicos que revelan información sobre cómo la persona se siente en la interacción.

Desde una perspectiva general, desviar la mirada puede indicar incomodidad o nerviosismo. Las personas que se sienten ansiosas o inseguras en una conversación tienden a evitar el contacto visual directo porque esto puede aumentar su sensación de vulnerabilidad.

Este comportamiento es común en situaciones donde alguien se siente intimidado, está bajo presión, o teme el juicio del interlocutor. La mirada desviada en estos casos actúa como una forma de protegerse emocionalmente, reduciendo el nivel de exposición al otro.

Una serie de estados emocionales como la timidez, la intensidad, la vergüenza o la culpabilidad pueden hacer que una persona evite el contacto visual mientras trata de comunicarse. Sin embargo, evadir el contacto visual también puede hacer que una conversación fluya con mayor naturalidad.

Según el Instituto de Neurociencias Aplicadas, "el contacto visual emplea los mismos recursos mentales requeridos para tareas complejas, por lo que tratar de mantener la mirada del otro puede impedirle razonar", lo que añadido a las emociones anteriores puede surgir en apartar la mirada.

Otra interpretación psicológica del desvío de la mirada tiene que ver con la honestidad y la confianza. En algunas situaciones, cuando una persona miente u oculta información, puede evitar el contacto visual para no revelar inconscientemente su engaño. A través de la mirada somos capaces de decir muchas cosas, por eso hay quienes prefieren no 'arriesgarse'.

Dos mujeres hablando.

Dos mujeres hablando. Istock.

Por otro lado, desviar la mirada también puede ser un signo de distracción o falta de interés. Cuando una persona no está completamente involucrada en la conversación, su atención puede vagar, lo que se refleja en su mirada. Esto puede interpretarse como una desconexión emocional o cognitiva, donde la persona no está completamente presente en la interacción, ya sea porque está pensando en otra cosa o porque no encuentra la conversación lo suficientemente interesante.

Además, este hábito también puede ser un indicio de reflexión o procesamiento interno. Algunas personas necesitan apartar la mirada para concentrarse mejor en lo que están pensando o diciendo. Este gesto puede ayudarles a organizar sus pensamientos o recordar detalles, y no necesariamente indica que estén incómodos o desinteresados, sino que están inmersos en sus propios procesos mentales.

Lo 'natural' de desviar la mirada

A pesar de todo lo anterior, hay ocasiones en las que quitar la mirada de los ojos de otra persona no proviene de alguna emoción, sino por la necesidad de preservar los recursos cognitivos: "La mirada necesita dispersarse en los alrededores para refrescar la memoria y poder pensar sin tener que concentrarse en un punto fijo que requiera un porcentaje de su atención", explican los expertos citados.

Es importante considerar las diferencias culturales y de personalidad. En algunas culturas, el contacto visual prolongado puede ser considerado irrespetuoso o agresivo, por lo que desviar la mirada es una señal de respeto y deferencia. Asimismo, personas introvertidas o tímidas pueden desviar la mirada con mayor frecuencia, simplemente porque el contacto visual intenso les resulta abrumador.

Aunque desviar la mirada en medio de una conversación parezca una mala señal de todos los factores anteriores, como desinterés o incomodidad, lo cierto es que diferentes expertos han estudiado acerca de este hábito, poniendo en énfasis que "evadir el contacto visual puede hacer que una conversación fluya con mayor naturalidad".