Una mujer con el vientre plano.

Una mujer con el vientre plano. iStock

Salud y Bienestar

Esto es lo que tomo después de cenar para tener un vientre plano: deshincha mientras duermo

La cena es un momento clave para la digestión y el descanso, y elegir bien los alimentos puede marcar la diferencia.

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A la hora de la cena hay una infinidad de posibilidades entre las que elegir, incluso cuando lo que se busca es que los alimentos ingeridos tengan beneficios para la salud. En este sentido, hay un alimento antiinflamatorio post cena que ayuda a deshinchar la tripa y a dormir mejor, por lo que son muchos los expertos que lo recomiendan.

Hablamos del kéfir, un gran aliado para consumir tras la cena para facilitar la digestión. Este alimento, que está muy presente en la alimentación griega, es una de las mejores opciones para calmar tanto el estómago como la mente, además de servir para aliviar distintas molestias digestivas.

El kéfir es un alimento probiótico que contiene bacterias y levaduras beneficiosas que consiguen colonizar la microbiota, favoreciendo su equilibrio. Estas favorecen una mejor digestión y evitan la sensación de hinchazón tras la cena. Aunque se puede tomar a cualquier hora del día, al incorporarlo tras la cena, se puede aliviar la sensación de pesadez abdominal habitual de las últimas horas del día.

Hay diferentes estudios que confirman que, por la noche, es cuando se tiene una menor tolerancia a la glucosa, y el kéfir puede ayudar para ello. Para empezar, ayuda a controlar sus niveles de azúcar en la sangre, y también contribuye a aliviar gases e inflamación intestinal.

El kéfir ayuda a evitar antojos

En un momento del día en el que habitualmente se está cansado y es sencillo caer en la tentación de consumir alimentos poco saludables o que sean excesivamente ligeros que no nos sacien y produzcan antojos y ganas de comer productos dulces y calóricos, el kéfir puede ser de gran ayuda para evitarlos.

Se trata de un capricho saludable que se puede complementar con unos frutos rojos o pequeños trozos de un buen cacao, consiguiendo con su ingesta el control de los antojos de dulce. Esto se debe a que los alimentos fermentados ayudan a las papilas gustativas a adaptarse a sabores más ácidos y amargos, siendo así menos probable caer en la tentación de recurrir a alimentos dulces.

Es importante saber que, aunque consumir kéfir tras la cena puede ser una buena opción para mejorar la digestión, se debe evaluar su tolerancia, por lo que hay que introducirlo progresivamente. Hay personas que no están acostumbradas a consumir productos fermentados y pueden llegar a provocarles malestares intestinales.

Es por ello por lo que, si no se está habituado a la ingesta de este tipo de alimentos, se empiece por algunos alimentos fermentados más sencillos como el yogur natural, para luego ir pasando al kéfir en pequeñas cantidades.

En cualquier caso, se debe elegir un buen kéfir de calidad, siendo más aconsejable recurrir al natural, sin edulcorantes añadidos, sin saborizantes ni colorantes, tan solo el azúcar que contiene de forma natural. En el caso de que el sabor ácido no resulte demasiado agradable, se puede consumir con fruta como frutos rojos maduros o kiwi para endulzarlo de manera natural.

Beneficios del kéfir para la salud

El kéfir aporta numerosos beneficios para la salud, los cuales vienen dados por su alto contenido en probióticos, nutrientes y otros compuestos bioactivos. Algunas de sus ventajas más destacadas son las siguientes:

Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico

El consumo regular de kéfir puede por su alta concentración de probióticos, los cuales ayudan a que pueda mantener una flora intestinal saludable, lo que es clave para poder tener las defensas del organismo frente a diferentes infecciones y enfermedades. Los probióticos estimulan la producción de anticuerpos y consiguen una mejor respuesta inmunitaria.

El ácido láctico producido por el kéfir es un poderoso agente antimicrobiano, con estudios que han llegado a la conclusión de que puede ayudar a eliminar cepas bacterianas y fúngicas patógenas, protegiendo así a quienes lo consumen frente a las infecciones.

Es bueno para la piel

El kéfir posee propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a hacer frente a los síntomas de alergias. Los microorganismos probióticos juegan un papel clave en la salud intestinal, en el sistema inmunológico y también hacen frente a problemas de la piel como el acné y la rosácea.

Gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, ayuda a mejorar la salud general de la piel. Esto puede reducir y proteger de distintos problemas como dermatitis, eczemas, erupciones cutáneas y combatir las bacterias dañinas en la piel.
Mejora la salud ósea

Al ser una excelente fuente de calcio y vitamina K2, que son nutrientes esenciales para la salud ósea, el consumo de kéfir facilita la absorción de calcio en los huesos, ayudando así a prevenir distintas enfermedades como la osteoporosis. Además, los minerales presentes en este alimento, como el magnesio y el fósforo, también ayudan a mejorar la densidad ósea.

Ayuda a adelgazar

El kéfir es de gran ayuda para reducir la grasa corporal y favorece la pérdida de peso, puesto que, al favorecer el tránsito intestinal, también facilita la eliminación de grasas. De esta forma, es ideal para incluirlo en una dieta de adelgazamiento.

Además de favorecer la digestión y el tránsito intestinal, es un alimento que tiene muy pocas calorías, con solo 40 calorías por cada 100 gramos y es común en algunas dietas sustituirlo por el yogur. También es un alimento saciante.

Por todos estos beneficios, es muy recomendable incluir el kéfir en la alimentación habitual, aunque siempre incorporándolo de forma progresiva para medir la tolerancia y permitir que el organismo se adapte.