
Enrique Rojas, psiquiatra.
Enrique Rojas, psiquiatra: "Durante la depresión la persona sufre diferentes etapas que le deja hundido"
El experto en salud mental incide en la importancia de saber diferenciar entre tristeza y depresión, y las diferentes fases de cada una de ellas.
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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 un 5,4% la población española contaba con algún tipo de cuadro depresivo, lo que equivale a 2,1 millones de personas. Una cifra alarmante pero, por suerte, cada vez más presente en la sociedad, consiguiendo que la salud mental esté adquiriendo paulatinamente la importancia que merece, dejando atrás tabúes pasados.
En mayor o menor medida, todos hemos experimentado y sufrido momentos de tristeza. Momentos que, aunque difíciles, debemos ser conscientes de que se trata de una tristeza pasajera, lo que puede ser confuso y poco preciso pero, tenemos que tener muy en cuenta que no se trata de una "depresión".
Según el reconocido psiquiatra Enrique Rojas, entender la diferencia entre la tristeza normal y la depresión es esencial para poder abordarlas de manera efectiva. Aunque ambos estados emocionales comparten algunas características, las implicaciones para la salud mental son muy diferentes.
La tristeza: una emoción natural
La tristeza es una respuesta emocional natural ante situaciones de pérdida, decepción o frustración. Como nos recuerda Rojas, "la tristeza es una emoción básica del ser humano, y todos la experimentamos".
Es un mecanismo adaptativo que nos ayuda a procesar y superar situaciones difíciles. La tristeza, por lo general, es transitoria y su intensidad disminuye con el tiempo. Incluso cuando nos encontramos tristes, es posible realizar actividades que nos distraigan y nos ayuden a superarlo.
Marián Rojas, hija de Enrique Rojas y también psiquiatra, explica que la tristeza, aunque dolorosa, es beneficiosa cuando se gestiona adecuadamente. "La tristeza nos conecta con los sentimientos de los demás y nos impulsa a encontrar sentido en la vida", comenta. Este sentimiento, si se maneja bien, puede ser incluso revelador, ya que nos permite hacernos preguntas profundas sobre nuestra existencia.
Sin embargo, Enrique Rojas también destaca que la tristeza puede ser más profunda en ciertos momentos de la vida. La tristeza exógena, es decir, aquella que responde a factores externos como una pérdida o un fracaso, puede llevarnos a sentirnos desanimados.
No obstante, la diferencia clave es que, en estos casos, el individuo puede superar la tristeza a través de la distracción o el apoyo social, mientras que en la depresión la tristeza persiste y afecta gravemente las capacidades cognitivas y emocionales.
La depresión: una enfermedad más allá de la tristeza
Por otro lado, la depresión es mucho más que una simple emoción negativa. Es un trastorno mental grave que afecta a las personas de manera profunda y persistente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 5% de los adultos en todo el mundo sufren de depresión, siendo las mujeres son más propensas a padecerla. Enrique Rojas advierte que, aunque todos hemos experimentado tristeza, la depresión tiene un impacto mucho mayor en la vida de quienes la padecen.
"La depresión es un trastorno que afecta todos los aspectos del ser humano: el cuerpo, la mente y las emociones", explica Rojas. En este trastorno, la tristeza es mucho más profunda y persistente que en la tristeza normal. A menudo, la depresión bloquea la capacidad de una persona para llevar a cabo tareas cotidianas, como trabajar o interactuar socialmente. Los pensamientos negativos se apoderan de la mente, y pueden aparecer ideas suicidas o tendencias a aislarse del mundo.
Uno de los aspectos más preocupantes de la depresión, como señala Rojas, es que produce un empobrecimiento global de las funciones mentales. "Se produce un empobrecimiento de todo lo que son las categorías mentales: la percepción, la memoria, el pensamiento, la conciencia o la afectividad", asegura el psiquiatra. Esto significa que las personas con depresión experimentan dificultades para pensar con claridad, recordar cosas, o disfrutar de actividades que antes les resultaban placenteras.
La depresión también puede manifestarse de diversas formas. Según la Clínica Universidad de Navarra, los síntomas pueden ser tanto físicos como emocionales, y van más allá de la tristeza. La fatiga constante, los dolores de cabeza, la dificultad para concentrarse, y los cambios en el apetito y el sueño son algunos de los síntomas comunes de la depresión. La tristeza, aunque es uno de los síntomas más prominentes, es solo una parte de un cuadro mucho más complejo.
Diferencias clave entre tristeza y depresión
Las diferencias entre la tristeza y la depresión son fundamentales. Como explica Enrique Rojas, "la tristeza normal es más ligera y menos persistente, y se puede superar con distracciones o actividades que nos ayuden a sentirnos mejor".
En cambio, la depresión "bloquea la conducta", "deja al sujeto hundido y sin capacidad de reacción", y afecta todos los aspectos de la vida cotidiana. La tristeza es una emoción que se puede gestionar de manera saludable, mientras que la depresión es una enfermedad que requiere intervención profesional.
Es importante reconocer las señales de advertencia de la depresión, que incluyen una tristeza persistente, la pérdida de interés en las actividades, los cambios en el sueño y el apetito, y la aparición de pensamientos negativos, incluida la idea de la muerte o el suicidio. Si experimentas estos síntomas, no lo dudes: es crucial buscar ayuda profesional de inmediato.