
Mujer bebiendo vino tinto mientras lee.
Dan Buettner, gurú de la longevidad: “Las personas que viven más de 100 años beben vino tinto a diario"
La propia ciencia y los mayores expertos en longevidad confirman que los beneficios de esta bebida tan popular van más allá de lo agradable que resulte al paladar.
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La longevidad, históricamente, ha sido un tema de interés, no solo para científicos, sino para cualquier persona que busque mejorar su calidad de vida y alcanzar una vejez saludable. A día de hoy, se estima, según los indicadores demográficos básicos que publica el INE, entre 2002 y 2022, que la esperanza de vida al nacimiento de los hombres en España ha pasado de 76,4 a 80,4 años y la de las mujeres de 83,1 a 85,7 años.
Pero, sin duda, lo que todos queremos más allá de vivir muchos años de vida es vivirlos con salud. Dan Buettner, el conocido gurú estadounidense que ha dedicado su vida a estudiar las zonas del mundo donde las personas viven más tiempo y de manera más saludable, lo tiene claro.
En sus investigaciones, Buettner ha identificado lo que él llama zonas azules, lugares en los que los habitantes superan los 100 años con una salud envidiable y pocas enfermedades crónicas. Pero lo que ha sorprendido a muchos es su recomendación de que una copa de vino tinto al día podría ser la clave para sumar años a tu vida.
El vino tinto y la longevidad
Si alguna vez has escuchado que el vino tinto es bueno para la salud, no estás solo. Muchos expertos, incluidos médicos y nutricionistas, han sugerido que, cuando se consume con moderación, esta bebida puede tener beneficios para el corazón y otras áreas del bienestar.
Dan Buettner, con su vasta experiencia en el estudio de las zonas azules, ha reiterado este punto en varias ocasiones, afirmando que beber entre una y dos copas de vino tinto al día puede tener efectos sorprendentes en la longevidad.
Buettner basa sus estudios en la observación de lugares como Okinawa (Japón), Icaria (Grecia) y Nicoya (Costa Rica), entre otros, donde las personas alcanzan edades avanzadas sin sufrir enfermedades comunes como enfermedades cardiovasculares, diabetes o demencia.
En muchos de estos lugares, es habitual el consumo diario de vino tinto. Según Buettner, el vino tinto, al ser una bebida rica en polifenoles, actúa como un potente antioxidante que ayuda a eliminar los radicales libres del cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
La ciencia detrás del vino tinto
El vino tinto es conocido por su alto contenido de resveratrol, un compuesto que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Este compuesto ha sido vinculado a una serie de beneficios para la salud, como la reducción de la inflamación, la protección cardiovascular y la mejora de la salud cerebral.
Según diversos estudios, el consumo moderado de vino tinto puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, uno de los principales factores de mortalidad en todo el mundo.
En particular, el vino tinto aumenta el colesterol HDL (el colesterol "bueno") y disminuye el LDL (colesterol "malo"), lo que favorece la circulación sanguínea y protege los vasos sanguíneos.
Además, se ha demostrado que el resveratrol ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y mejora la flexibilidad de los vasos sanguíneos, lo que a su vez puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Los beneficios adicionales del vino tinto
Además de sus efectos sobre la salud cardiovascular, beber una copa de vino tinto al día puede ofrecer otros beneficios significativos para la salud:
- Prevención de enfermedades neurodegenerativas. El resveratrol presente en el vino tinto se ha asociado con la prevención de enfermedades como el Alzheimer y la demencia, protegiendo las células cerebrales de los daños provocados por los radicales libres.
- Mejora de la digestión. El vino tinto también puede ser beneficioso para la digestión, ya que estimula la producción de jugos gástricos y favorece la descomposición de los alimentos, lo que ayuda a evitar problemas como la hinchazón y el estreñimiento.
- Control del azúcar en la sangre. Algunos estudios sugieren que el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, lo que podría ser útil para prevenir o controlar la diabetes tipo 2.
- Mejora de la piel. Los polifenoles del vino tinto también pueden tener efectos beneficiosos sobre la piel, ayudando a reducir los signos del envejecimiento prematuro y promoviendo una apariencia más joven.
La moderación es la clave
Aunque los beneficios del vino tinto son muchos, es importante recordar que la clave está en la moderación. Como afirma Buettner, una o dos copas al día son suficientes para aprovechar los beneficios del vino, sin correr el riesgo de los efectos negativos del alcohol.
De hecho, estudios recientes han demostrado que el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, además de tener efectos nocivos sobre el hígado y el sistema nervioso.
Es importante señalar que no todos los vinos tintos son iguales. Para obtener los beneficios de los polifenoles, Buettner recomienda beber vino de alta calidad y evitar aquellos que contienen aditivos o un contenido de azúcar elevado. Un vino tinto puro, bien fermentado y producido de forma artesanal, será más efectivo en cuanto a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
¿Deberías empezar a beber vino tinto?
Si no eres bebedor de vino, no te preocupes. Buettner aclara que no debes empezar a beber si no es algo que ya disfrutes, ya que los efectos positivos del vino solo se producen si ya eres consumidor habitual. Sin embargo, si ya eres aficionado al vino tinto, no está de más incorporar una copa diaria en tu rutina, siempre con moderación y eligiendo vinos de buena calidad.
Es esencial recordar que ningún hábito aislado es una fórmula mágica para una vida larga y saludable. La longevidad depende de una combinación de factores, como una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, buenas relaciones sociales y gestión del estrés. El vino tinto, consumido de manera responsable, es solo una pequeña pieza en el rompecabezas de la longevidad.
No se trata de un consejo para todos, pero si disfrutas del vino, hacer de este hábito una rutina diaria podría ayudarte a mejorar tu salud cardiovascular, tu bienestar mental y, quién sabe, incluso tu longevidad. La clave está en disfrutar con moderación, sin caer en excesos, para aprovechar todos los beneficios que esta deliciosa bebida puede ofrecer.