El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha recibido este lunes en La Habana a su homólogo estadounidense, Barack Obama, quien realiza una visita histórica a la isla. Ambos han estrechado manos en el Palacio de la Revolución, símbolo del poder castrista, donde han mantenido una histórica reunión bilateral.
En una entrevista al canal estadounidense ABC, el presidente de EEUU ha asegurado que "el cambio va a llegar a la isla" y cree que el líder cubano "lo entiende y tiene la capacidad de reconocer dónde está el futuro y empezar a preparar el terreno".
La espera para la visita del líder norteamericano ha sido demasiado larga. Eso es lo que reflejan los cubanos de a pie cuando hablan de la visita "del hombre", como muchos se refieren a Barack Obama. Y los números respaldan esa percepción: han pasado 88 años desde que un presidente de Estados Unidos visitó La Habana por última vez. Por eso la historia que en estos días escriben Obama y Raúl Castro ante los ojos del mundo es la historia del cambio, un anhelo a flor de piel.
El Palacio de la Revolución es escenario del tercer encuentro entre los dos presidentes desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, aunque es el primero que se produce en el territorio de la Cuba revolucionaria.
Después de su reunión con Castro y antes de la cena, Obama participará en un encuentro con empresarios estadounidenses y 'cuentapropistas', como se conoce en la isla a los emprendedores que han emergido con la controlada apertura a la iniciativa privada puesta en marcha por Raúl Castro como parte de las reformas económicas de la isla.
El mandatario estadounidense aterrizó el domingo en el Aeropuerto Internacional José Martí y fue recibido por una comitiva encabezada por el canciller cubano Bruno Rodríguez. Apretón de manos, flores, paraguas negros y llovizna forman parte de una escena breve que da inicio a una visita que se prolongará hasta el martes.
El presidente de EEUU, Barack Obama, cerró su primer día en Cuba con un paseo y una cena en familia en La Habana Vieja, donde recibió un cálido recibimiento de los cubanos que se animaron a salir a la calle deseosos de verle pese al fuerte aguacero que cayó en la capital.
Hacía semanas que no llovía con tanta intensidad en La Habana aunque muchos de sus habitantes se congregaron en calles aledañas al recorrido por el Casco Histórico de la ciudad para dar la bienvenida al presidente norteamericano, el primero que visita la isla en casi 90 años.
Debido al mal tiempo, la ceremonia de encuentro de Obama con el personal diplomático estadounidense en Cuba y sus familias no se celebró en la Embajada de Estados Unidos al aire libre, como estaba previsto, sino en un salón del hotel Meliá Habana.
También se modificó el recorrido por la parte de la ciudad conocida como la Habana Vieja que tenía previsto realizar Obama junto a su esposa, Michelle, sus dos hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, quienes le acompañan en este viaje.
Paseo bajo la lluvia de La Habana
Ese paseo comenzó en la Plaza de Armas, donde la familia Obama estuvo contemplando la estatua de Carlos Manuel de Céspedes, uno de los líderes independentistas de la isla.
Todo el recorrido, que continuó por el Palacio de los Capitanes Generales, que fue el edificio del antiguo gobierno colonial y que ahora alberga el Museo de la Ciudad, estuvo guiado por Eusebio Leal, el historiador oficial de La Habana y artífice de la restauración de esa zona de la capital.
Bajo una intensa lluvia y protegidos por paraguas, la familia presidencial llegó a la Plaza de la Catedral, donde Obama se detuvo brevemente a saludar a algunos de los ciudadanos que les esperaban en los edificios aledaños mientras su esposa, Michelle, caminaba agarrada del brazo de su madre, Marian Robinson.
"Cambio" es la palabra que más se repite cuando se le pregunta a los cubanos sobre la importancia de Obama en la isla. "Es necesario un cambio para que se ponga final al bloqueo", suelta un transeúnte al ser consultado. Ese cambio del que habla ya se percibe en pequeños detalles. El Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba, ha dedicado espacio incluso para publicar una biografía de Obama a quien dicen reciben "con hospitalidad y respeto", algo impensable años atrás. Pero todavía falta mucho por avanzar.
En la capital cubana existe un evidente optimismo con la visita de la familia Obama, pero también hay reservas. Los desencuentros que durante décadas han separado a ambas naciones hacen que la cautela esté presente. "Ya veremos", se le escucha decir a Eduardo mientras barre una calle en El Vedado. Él cree que la visita tenía que haberse materializado hace muchos años. "Es necesario estrechar lazos entre ambos pueblos. Es bueno que Obama venga para que conozca a los cubanos de primera mano. Yo te aseguro que si él camina por aquí nada le pasa. Él puede estar aquí sin escoltas", afirma. La ilusión es moderada porque en el fondo hay mucha esperanza de que el cambio se produzca, pero también mucho temor a que algo malo pase y todo se derrumbe otra vez.
Quizás por eso es que el propio Obama se ha preocupado por hacer guiños que lleguen directamente a la gente para así ganarse su confianza. La participación del presidente norteamericano en el 'sketch' de Pánfilo, un popular personaje humorístico que transmite la televisión cubana, ha sido un buen paso en ese sentido, porque es el tema del que habla la gente.
Las férreas posturas de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, que hasta hace 15 meses eran irreconciliables, han hecho de La Habana una ciudad en la que pareciera que el tiempo se ha detenido, donde autos de la década de los años cincuenta transitan en cada calle, donde los edificios lucen fachadas ruinosas. Es medio siglo de un país/cápsula que de a poco se abre al mundo. Por eso la visita del presidente norteamericano es importante, cuando ha descendido del Air Force One junto a su esposa Michelle y sus hijas, Malia y Sasha, pero también es fundamental para el futuro de ambas naciones que aún no han resulto temas sensibles como el embargo económico que pesa sobre la isla.
Si bien la paciencia es una virtud que han tenido que cultivar los cubanos, acostumbrados a largas colas hasta para poder comer un helado en familia, habituados a la burocracia estatal, a medio siglo de tensiones, ya la sociedad luce deseosa de cambiar. Muchos creen que todo se acelerará a partir de esta tarde lluviosa.
Liberados varios disidentes arrestados tras marcha Damas de Blanco
Algunos opositores cubanos que fueron detenidos al mediodía del domingo en La Habana tras la habitual marcha de las Damas de Blanco comenzaron a ser liberados por la noche fuentes de la disidencia.
Entre los opositores ya liberados figuran la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo, el expreso político Ángel Moya, así como el activista Antonio González Rodiles, el grafitero Danilo Maldonado "El Sexto" y el músico Gorki Águila.
Todos ellos intentaron realizar una caminata a iniciativa de la plataforma opositora #TodosMarchamos, pero tras enfrentarse a una contra-manifestación de partidarios del Gobierno fueron arrestados y conducidos con violencia a unidades policiales.
Saludos a los disidentes
Obama ha tenido su primer contacto con los cubanos durante un recorrido por La Habana Vieja. Mientras caminaba junto a su familia hacia la Catedral de San Cristóbal ha sido aplaudido por cientos de espontáneos que se han apostado a los alrededores del lugar a pesar de la lluvia. La multitud coreaba su nombre y él se acercó a saludar a algunos de los presentes.
“Esta es una visita histórica y es una oportunidad histórica para conectar directamente con el pueblo cubano”, ha dicho minutos antes, en un encuentro con el personal de la embajada norteamericana.
El cardenal Jaime Ortega, con quien el presidente estadounidense ha tenido una reunión privada, es uno de los mediadores que desde 2014 ha trabajado en negociaciones confidenciales para acercar las posturas entre Estados Unidos y Cuba, a petición del papa Francisco, que visitó la isla en septiembre del año pasado.
Se reunirá con la disidencia
Este martes, último día de la visita de Obama, el presidente de Estados Unidos ofrecerá una conferencia dirigida al pueblo cubano en el Gran Teatro de La Habana, que será retransmitida en vivo por la televisión oficial de la isla.
Ese mismo día tendrá también un encuentro con representantes de la sociedad civil independiente, incluidos representantes de la disidencia interna.
Obama y su familia se despedirán de Cuba en la tarde del martes tras asistir a un simbólico partido de béisbol en el Estadio Latinoamericano de La Habana entre una selección local y el Tampa Bay Rays.
Obama es el primer presidente de Estados Unidos que visita Cuba en casi 90 años y el único que lo ha hecho desde el triunfo de la revolución castrista en 1959.
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