Boris Johnson anuncia su plan de desconfinamiento con más de 200 muertes diarias en el país
Reino Unido es el país europeo más golpeado por el coronavirus y las medidas se aplicarán solo en Inglaterra, ya que el resto de territorios los consideran prematuras.
11 mayo, 2020 02:20Noticias relacionadas
Boris Johnson ha anunciado este domingo su hoja de ruta para iniciar el desconfinamiento en el país. A pesar de que en las últimas 24 horas Reino Unido registró 269 nuevas muertes por coronavirus, el primer ministro considera que "es el momento de empezar el desconfinamiento" aunque con "pasos cautelosos".
Johnson aseguró que se están haciendo importantes avances para reducir la expansión del virus y reveló un "Sistema de alerta Covid". Con cinco niveles de diferentes colores, este sistema marcará la evolución y el peligro del coronavirus tanto a nivel local como nacional para así ajustar las restricciones según sea necesario.
Actualmente el país se encontraría en el nivel cuatro. El número uno correspondería a "que no hay ninguna presencia de COVID-19 en Reino Unido". De la misma manera, el plan de desescalada está dividido en fases a las que se pasará "en función de la evolución de los contagios".
Para ello, el primer ministro ha afirmado, en un discurso televisado y sin preguntas de periodistas, que se está llevando a cabo por todo el país un sistema de monitorización que identificará los núcleos donde pueda surgir un brote.
Primera fase, esta misma semana
La primera fase del plan, del que no ha dado muchos detalles, no cambiará en exceso la actual vida de los británicos y se espera que se ponga en marcha esta misma semana, para lo que la estrategia del primer ministro deberá ser refrendada en la Cámara de los Comunes.
Seguirá primando el teletrabajo pero también ha pedido que en sectores a los que hay que acudir presencialmente como el manufacturero o de la construcción, los trabajadores "sean alentados activamente a ir" bajo unas directrices que se darán a las empresas para garantizar la seguridad.
Asimismo, igual que se ha hecho hasta ahora, se podrán dar paseos y salir a hacer ejercicio. Lo que cambiaría sería que podrá hacer en grupo -aunque con personas residentes en el mismo domicilio- y sin un máximo de tiempo -los ciudadanos disponían solo de una hora-.
Todo ello, respetando el distanciamiento social, algo en lo que ha insistido el primer ministro. "Si tienes que ir a trabajar, intenta hacerlo andando o en biclicleta. Puedes sentarte en un banco del parque o practicar deporte, pero respetando las normas de distanciamiento".
Segunda fase, en junio
Johnson espera que el país pueda pasar a la segunda fase a partir de junio, lo que supondrá la reapertura de las escuelas primarias y de algunos comercios. En este sentido, ha asegurado que el Ejecutivo proporcionará una guía a estos centros donde especificará las medidas de seguridad que se deberán seguir.
Los científicos consideran que a partir de julio, si el virus evoluciona como está previsto, se pueda pasar a la tercera fase. En ella se podrá abrir el sector de la hostelería y "otros espacios públicos", pero "habrá que seguir respetando las distancias de seguridad".
"Lo que se tarde en llevar a cabo estas medidas depende de la seriedad con la que nos tomemos las normas y cumplamos con el distanciamiento social", ha repetido durante el discurso.
Medidas solo para Inglaterra
Las nuevas medidas se cancelarán si se detecta un rebrote de la pandemia y solo se aplicarán en Inglaterra -la región más poblada del Reino Unido, con 56 millones de habitantes de un total de 66,6 millones-, pues Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias y ya han advertido de que mantendrán el confinamiento.
Los líderes de los Gobiernos autónomos han señalado que conservarán el mensaje de "quedarse en casa" en lugar de adoptar el promovido ahora por el Gobierno central, que insta a "estar alerta, controlar el virus, salvar vidas".
Johnson comparecerá el lunes en la Cámara de los Comunes para dar más detalles del plan y defender su estrategia contra la pandemia de COVID-19, que ya ha causado al menos 31.855 muertes en el Reino Unido, el país más castigado de Europa.