El 'puente de los espías' de Biden: cerró el canje de presos una hora antes de renunciar a su reelección

Esta vez ha tenido lugar en un aeropuerto de Turquía, y no cruzándose en una calle bajo una densa niebla, como en el puente de Glienicke que inmortalizase Spielberg en la gran pantalla. Allí, Rusia ha recibido a varios espías como Vadim Krasikov a cambio de liberar a periodistas extranjeros, militares y activistas opositores al régimen de Putin, como Evan Gershkovich, Vladimir Kara-Murza o Paul Whelan.

"El acuerdo que hizo esto posible fue una hazaña de diplomacia y amistad. Varios países ayudaron a lograrlo. A petición mía, se unieron a negociaciones difíciles y complejas. Y personalmente les agradezco a todos nuevamente. Y les he dado las gracias personalmente y les daré las gracias de nuevo", ha señalado Joe Biden en una comparecencia pública desde la Casa Blanca.

Y es que el presidente estadounidense fue la pieza clave para cerrar el acuerdo a nivel multinacional, precisamente en los momentos previos a hacer público que renunciaría a su reelección como candidato demócrata y, por tanto, que no repetiría como inquilino a la Casa Blanca.

Tal y como ha explicado el coordinador de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, Biden llamó al primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, el domingo 21 de julio al mediodía para "coordinar los detalles finales" del acuerdo, apenas una hora antes de publicar en la red social X la carta en la que anunciaba que no aceptaría la nominación del Partido Demócrata.

Sullivan reveló que Biden también mantuvo durante meses varios contactos con el canciller alemán, Olaf Sholz, quien tuvo un papel fundamental en la negociación, dado que Rusia exigía la liberación del agente Vadim Krásikov, condenado por la justicia alemana a cadena perpetua por el asesinato de un opositor del gobierno de Vladímir Putin.

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, presumible candidata demócrata tras la retirada de Biden, también participó en las negociaciones y se reunió en persona con Sholz durante la Conferencia de Seguridad de Múnich celebrada en febrero pasado.

Así, los prisioneros que han llegado ya a Rusia han salido de prisiones de EEUU, Alemania, Noruega, Eslovenia y Polonia. Aunque el acuerdo llevaba días cerrado, la situación era muy delicada y Washington no tuvo la confirmación final de que se iba a proceder con el intercambio hasta unas horas antes de que se hiciera público.

Biden ha querido agradecer a los países aliados su papel en todo el proceso: "Tomaron decisiones audaces y valientes, liberaron a los prisioneros retenidos en sus países, que estaban justificadamente retenidos, y brindaron apoyo logístico para llevar a los estadounidenses a casa. (...) Hoy es un ejemplo poderoso de por qué es vital tener amigos en este mundo - amigos en los que puedas confiar, con los que puedas trabajar, y de de los que puedas depender, especialmente en asuntos de gran importancia y sensibilidad como este".

Los liberados

Entre los liberados por Rusia que llegarán a Estados Unidos se encuentran el periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, el marine estadounidense Paul Whelan, la periodista ruso-americana Alsu Kurmasheva y el disidente ruso y residente en EEUU Vladimir Kara-Murza.

A ellos se suman se ha puesto en libertad a cinco alemanes y siete opositores rusos, llevando hasta los 16 el número de personas que Rusia ha dejado salir de prisión.

Además, Sullivan ha confirmado que en el acuerdo también figuraba Alexei Navalny, el líder opositor ruso encarcelado que murió el pasado 16 de febrero.

Espías rusos

Entre las personas que ha recibido Rusia en el intercambio se encuentra la preaj conformada por Artem y Anna Dultsev, que fueron condenados a un año y siete meses de prisión en Eslovenia, donde ejercieron el espionaje haciéndose pasar por dos ciudadanos argentinos.

También se incluyó al hispano-ruso Pablo González, nacido como Pavel Rubstov, detenido en Polonia en febrero de 2022 acusado de ser agente del GRU, el servicio de inteligencia militar de Rusia. González ha colaborado habitualmente con medios de comunicación, si bien fue arrestado por Polonia en la frontera con Ucrania. Aparentemente se encontró en su poder información sobre personalidades relevantes de la oposición rusa.

Junto con estos tres, también han sido liberados el hacker Roman Seleznev, el empresario Vladislav Klyushin, y los espías Mijail Mikushin y Vadim Konoshchenok. Este último había sido extraditado a EEUU desde Estonia por proveer al ejército ruso de productos electrónicos y municiones estadounidenses para ayudar al esfuerzo bélico en Ucrania.