Pablo González baja del avión antes de estrechar la mano a Putin.

Pablo González baja del avión antes de estrechar la mano a Putin.

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Rusia delata a Pablo González: Putin recibe como un héroe al agente Pavel Rubtsov

España ha estado al tanto de todas las novedades de las últimas semanas, de la negociación que se ha llevado a cabo para proceder al intercambio.

2 agosto, 2024 02:30

La inclusión del español Pablo González en el intercambio más importante de espías rusos arrestados en Occidente por presos occidentales en manos de Moscú desde la Guerra Fría evidencia sus lazos y su trabajo como agente para los servicios de inteligencia de Rusia, el motivo último por el que Polonia le mantenía encarcelado desde su arresto en el año 2022. 

Durante estos más de dos años de arresto, el Gobierno de España ha guardado silencio sobre este particular. Pese a ello, Moncloa y Exteriores han ido recibiendo las novedades y todos los datos sobre el caso de parte de sus homólogos polacos. Las evidencias en poder de la inteligencia polaca eran de tal calibre que no cabía margen de maniobra, pese a las constantes exigencias de una parte de la izquierda, incluso algunos socios, con manifestaciones de todo tipo de apoyo a este hombre.

Rusia reclama para sí a Pablo González, cuyo nombre real es Pavel Rubtsov, junto a una amalgama de la flor y nata de la inteligencia rusa en manos de las democracias occidentales. Este hecho evidencia la relevancia que Moscú le ha otorgado al trabajo de este hombre, acreditado como periodista para diversos medios españoles pero en realidad un agente encubierto.

Tanta que hasta el mismísimo Vladímir Putin ha ido este jueves a recibirle con toda clase de honores a su llegada al aeropuerto de Moscú junto al resto de espías liberados. Tanto que Putin ha asegurado que él y los demás liberados serán condecorados "por ser fieles a su juramento, al deber y a la patria, que no les ha olvidado. Todos serán nominados para premios estatales".

Desde la detención de González, medios que en España suelen hacerse eco de la propaganda prorrusa, así como actores mediáticos de ese mismo perfil, han resaltado la supuesta "injusticia" y "represión" sobre González, así como la "inacción de España, que no hacía nada para defenderle". La respuesta del Gobierno y de la seguridad nacional, conocedoras de toda la información sobre el caso y sobre el personaje, estuvo marcada por el silencio y la cautela.

Sin embargo, España ha estado al tanto de todas las novedades en todo momento, especialmente en las últimas semanas. De los pormenores de su detención y de los hechos que se le imputaban. De la negociación que se ha llevado a cabo para proceder a este intercambio.

Para el Gobierno al final ha sido Rusia la que le ha quitado finalmente la máscara a Pablo González. Lo que le hizo caer y ser arrestado fue sobre todo su trabajo fuera de España, donde utilizaba su doble nacionalidad y su acreditación de reportero para medios españoles. Llegó incluso llegó a hacerse amigo de disidentes rusos, para conseguir información sobre ellos. 

Labores de espionaje

Fue el 27 de febrero de 2022 cuando Pavel Rubtsov, el agente del Departamento Central de Inteligencia (GRU), es decir, la inteligencia militar al servicio del Kremlin, fue detenido por Polonia en la frontera con Ucrania, acusado de espiar para Rusia. 

Así lo cuenta The Insider, un periódico ruso independiente y alejado de la órbita de los medios oficialistas controlados por Moscú. Según este diario, que en otros reportajes ha citado fuentes de la inteligencia polaca, Pablo González utilizó su condición de periodista para recopilar información para los servicios de inteligencia rusos.

Varios aviones, entre ellos uno ruso, en el aeropuerto de Ankara, Turquía, este jueves.

Varios aviones, entre ellos uno ruso, en el aeropuerto de Ankara, Turquía, este jueves. Reuters

Entre otras cosas, González reunió información de inteligencia en Ucrania e intentó ganarse la confianza de los activistas de la oposición rusa. Después de su arresto, los servicios de seguridad locales examinaron los dispositivos electrónicos confiscados a González y encontraron informes detallados sobre las actividades de Zhanna Nemtsova, la hija del opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado en 2015, y personas de su entorno.

Nacido en Moscú en 1982, Pavel Alekseevich Rubtsov tiene también la doble nacionalidad española. En su pasaporte ruso utilizaba los nombres de Aleksey Rubtsov o Pavel Rubtsov.

Al arrestarle, Polonia encontró en su poder cartas de este los agentes del orden polacos encontraron de Nemtsov. La inteligencia polaca cree que las extrajo de la computadora portátil de su hija, Zhanna Nemtsova, con quien mantuvo una relación.

Al profundizar en el análisis descubrieron que González narraba de forma detallada todos los movimientos de la hija de aquel hombre. Además, en su época en Ucrania, por lo que descubrió Polonia, este periodista se interesó especialmente por los participantes en la escuela de verano de periodismo de Ucrania y Estados Unidos.

Desde su familia y su entorno han negado siempre estas acusaciones, alegando además que España no ha hecho nada por salvaguardar su integridad. Además han denunciado en repetidas ocasiones su encierro durante más de dos años sin que se formulase acusación contra él.

Servicios de inteligencia

En el intercambio de espías reclamados por Rusia junto a González figuran sicarios, algunos de los hackers más peligrosos del mundo, empresarios acusados de conseguir y difundir información confidencial en Estados Unidos, agentes encubiertos del GRU... Incluso contrabandistas involucrados en la exportación ilegal de equipos de alta tecnología desde Estados Unidos a empresas estatales rusas a través de la Unión Europea.

Ese es el nivel al que Moscú situaba a Pablo González, junto algunos de sus más importantes efectivos de inteligencia en poder de las potencias occidentales. No debe ser tampoco casualidad que su abogado, Gonzalo Boye, figure como acusado junto a Carles Puigdemont de traición debido a sus presuntas negociaciones con espías rusos y la búsqueda de financiación exterior para conseguir la independencia de Cataluña.

Así consta en un auto del magistrado Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, de hace apenas unas semanas. Este magistrado investiga la trama rusa del procés, el desvío de subvenciones públicas y otros delitos, insistiendo en las conexiones y las reuniones entre el Kremlin y el círculo próximo al líder prófugo de la Justicia.

"Diplomacia de rehenes"

En el intercambio ha sido liberado un periodista del Wall Street Journal arrestado desde hace un año por Rusia. Fuentes consultadas en los servicios de inteligencia por EL ESPAÑOL revelan que el arresto de este reportero forma parte de la llamada "diplomacia de rehenes" que practican países como Rusia e Irán.

Hay precedentes, por ejemplo, en 2022 Rusia arrestó a la jugadora de la NBA femenina Brittney Griner y la sentenció a nueve años de cárcel por un delito de drogas. Al cabo de casi un año fue intercambiada por un importante traficante de armas ruso encarcelado en EEUU, llamado Víktor Bout, alias El Mercader de la Muerte.

Existe una unidad de contrainteligencia rusa poco conocida que ataca a diplomáticos extranjeros de maneras que a menudo se desdibujan las líneas entre el espionaje y el acoso. Se trata del Departamento de Operaciones de Contrainteligencia, o DKRO, una unidad que pertenece al brazo de contrainteligencia del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB).

Entre otras actividades, es probable, según las fuentes consultadas, que esta unidad secreta esté detrás de una serie de operaciones dirigidas a ciudadanos estadounidenses, que han llevado al arresto de al menos tres de ellos desde 2018. Pablo González, al final, ha sido uno de los beneficiarios de esa estrategia.