
A la izquierda, Donald Trump supervisa los ataques; a la derecha, imagen del destrozo causado en Saada, Yemen. Reuters
La ofensiva de Trump contra los hutíes en Yemen, un órdago contra Irán que pone en riesgo el comercio internacional
El primer ataque militar estadounidense bajo el nuevo mandato del presidente agrava la compleja situación en Oriente Próximo y mete presión a Irán para que ceda en sus anhelos de desarrollar armas nucleares
Más información: Los hutíes atacan con misiles un portaviones de EEUU en el mar Rojo: "Su agresión sólo aumentará la firmeza de Yemen"
A punto de que se cumplan dos meses desde su regreso a la Casa Blanca, la promesa electoral de Donald Trump de que el ejército estadounidense se abstendría de intervenir militarmente en el extranjero ha saltado por los aires con el ataque de este domingo contra la capital de Yemen en el que 31 personas han muerto y un centenar han resultado heridas.
El propio Trump confirmó en sus redes sociales que el objetivo del ataque eran los rebeldes hutíes, a los que tacha de terroristas por sus permanentes ataques contra los barcos occidentales que cruzaban el estrecho del Mandeb (arteria esencial para el comercio internacional en el mar Rojo) como medida de presión contra la ofensiva israelí en Gaza.
Los rebeldes yemeníes no tardaron en prometer que iban a responder a los bombardeos estadounidenses y, unas horas después, cumplieron su amenaza con un ataque con 18 misiles balísticos y un dron contra el portaviones Harry S. Truman, el mismo desde el que Washington lanzó la operación.
Antes del contraataque de los hutíes, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, confirmó que la operación se prolongará durante semanas y que los EEUU "seguirán bombardeando Yemen mientras los insurgentes sigan atacando barcos".
En declaraciones a Fox News, Hegseth ha explicado que la finalidad es garantizar la "libertad de navegación" y proteger los intereses económicos estadounidenses.
Durante la última década, los hutíes se han hecho con el control de Yemen y han formado parte del llamado eje de resistencia frente a Israel y la influencia occidental junto a Hamás, Hezbolá y, anteriormente, la Siria de El Asad.
Durante el mandato del expresidente Joe Biden, Estados Unidos, además de Israel y Reino Unido, ya habían atacado previamente áreas controladas por los hutíes en Yemen y los aliados occidentales han intentado reforzar su vigilancia sobre estas aguas. Sin embargo, los hutíes han mantenido su desafío.
Jaque al comercio internacional
Desde el inicio de la ofensiva de Israel contra Hamás que ha desolado la Franja de Gaza, los hutíes han mostrado su "solidaridad" con los gazatíes con ataques y amenazas constantes contra los barcos comerciales occidentales que cruzan el mar Rojo. El grupo también ha lanzado misiles, drones y cohetes contra Israel.
Una fuente del Pentágono cifra en 174 los ataques perpetrados por los rebeldes contra buques de guerra estadounidenses y en 145 las ofensivas contra naves comerciales desde 2023.
Los hutíes han logrado hundir y secuestrar multitud de buques comerciales con rumbo al canal de Suez, donde es concentra una quinta parte del comercio mundial. Ante su amenaza, las principales empresas de comercio marítimo han optado por seguir rutas más largas y costosas como el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica.
Los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) reflejan que el tráfico de buques que circularon por el estrecho del Mandeb (controlado por los hutíes) se redujo en un 65% durante los primeros seis meses desde el inicio de la guerra en Gaza. Por el contrario, el tránsito por el cabo de Buena Esperanza creció en un 70% en el mismo período.
Ante la amenaza de que cada ataque estadounidense tendrá represalias y tras los bombardeos de Israel que, pese al alto el fuego, mataron a nueve gazatíes este sábado, el aumento de las hostilidades y la perspectiva de que los hutíes recrudezcan su boicot al comercio marítimo puede tener un impacto mundial.
Órdago a Irán
En paralelo, el trasfondo de la operación también persigue lanzar un órdago contra el gran aliado regional de los hutíes: Irán.
A diferencia de Hamás y Hezbolá, se considera que los hutíes son el aliado iraní que apenas se ha visto debilitado desde el inicio de los conflictos en Gaza y el Líbano con los que Israel ha asestado golpes a sus enemigos regionales.
Lo sucedido este fin de semana tensa aún más la relación entre Irán y Washington en un momento de especial complejidad en Oriente Próximo ante el temor de que se reanude la guerra en Gaza (donde se mantiene un alto el fuego desde el 19 de enero) y la incertidumbre que el cambio de régimen en Siria despierta en la región.
El presidente estadounidense ha elevado el tono contra Teherán al afirmar que, si los iraníes siguen apoyando a los hutíes, deberán "rendir cuentas" como "responsables" y que no serán "amables al respecto".
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró en la CBS que "no hay manera" de que los hutíes tengan "la capacidad de hacer lo que hacen salvo que tengan apoyo iraní", por lo que sus ataques contra el comercio global "serán su responsabilidad".
Irán no tardó en responder. El jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hossein Salemi, negó que su país esté vinculado con los hutíes, a los que califica de "independientes para tomar sus propias decisiones estratégicas". También ha advertido a EEUU de que "Irán responderá de forma decisiva y destructiva si llevan a la práctica sus amenazas”.
En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha compartido un mensaje en X en el que asegura que Washington "no tiene autoridad ni competencia para dictar la política exterior iraní" y ha pedido que "dejen de apoyar el genocidio y el terrorismo israelí" y que "detengan la matanza del pueblo yemení".
Las advertencias del presidente de EE UU llegan en un momento en el que Washington está intentando retomar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, aunque se han encontrado con la negativa de la república islámica.
Ante la turbulenta situación en Oriente Próximo y con la enemistad con Israel de fondo, se considera que Irán está tratando de desarrollar el arma nuclear para defenderse de sus enemigos, algo que los países occidentales e Israel pretenden evitar por la amenaza que supondría.
De la amenaza a la respuesta
Los hutíes amenazaron con responder a los ataques estadounidenses y, horas después, han cumplido su advertencia. O al menos, eso aseguran.
Los rebeldes afirman haber lanzado un ataque contra el portaviones que EEUU utilizó como plataforma en su ofensiva del sábado.
Aunque por ahora no hay respuesta o confirmación oficial desde el país norteamericano, los yemeníes apuntan que lanzaron 18 misiles balísticos y un dron contra el barco.
Desde Yemen también aseguran que la mayoría de los muertos son mujeres y niños, y que los 31 muertos son civiles.
Ante la perspectiva de que la situación escale en las próximas horas y días, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido "máxima moderación y el cese de todas las actividades militares" en Yemen.